
Rafa Nadal ante Pedro... Cachín. Durísimo el choque entre español y argentino que se fue más allá de las 3 horas y que sirvió para testar aún más el rendimiento físico del tenista español. Blanch fue casi una exhibición. De Miñaur un gran test y Cachín una prueba de fuego que no quemó a Rafa por muy poco.
El primer set, eso sí, dio la sensación equívoca de que iba a ser un partido fácil. 6-1. Nadal dominaba en todo a Pedro y el argentino iba de un lado para otro sin saber posicionarse de manera correcta. Todo por la intensidad de un Nadal desatado. Eso cambió en el segundo set y fue ahí el momento en el que la pista central se temió lo peor. Rafa hizo lo más difícil en la segunda manga igualando varias veces el marcador desfavorable, sin embargo, cuando parecía que podía sentenciar, Cachín soltó el brazo y se fue a por el partido.
El tie break del segundo dejó tocado, más al público que a Nadal, que salió con toda la intensidad posible en el tercer set para demostrar que, físicamente, sigue ganando terreno a las dudas. Se puso rápido por delante y aunque Cachín llegó a inquietarle apretando el marcador al máximo, Nadal acabó distanciándose y puso el 6-3 definitivo.
"Ahora estoy disfrutando. A ver cómo me despierto mañana, ¿no? No sé. Día a día... Estoy disfrutando el hecho de que jugar en casa significa todo para mí. Simplemente hago lo mejor que puedo para seguir soñando. Mañana es otro día para seguir soñando y jugando frente a esta increíble multitud. Es todo", dijo Rafa justo después del partido.
Ahora toca un supermartes con Carlos Alcaraz y Rafa Nadal jugando en el turno de mañana. Nadal se medirá al checo Jiri Lehecka. El cuerpo de Nadal será el que determina cuánto se puede seguir soñando en el Mutua Madrid Open.

