L D (Agencias)
"Creo que hay margen de maniobra, si las cuentas públicas siguen en una situación de saneamiento como la actual o si se mantiene la situación de estabilidad presupuestaria", aseguró Rubio. Dentro de este marco económico, añadió, "sería posible alguna reforma adicional que nos situara en torno a un tipo marginal del 42 por ciento aproximadamente, con un retoque quizás de un punto porcentual del mínimo, del 15 al 14". Si bien, en cualquier caso, precisó, "todo dependerá de cómo funcione la recaudación".
Rubio declinó dar fechas sobre cuando sería apropiado plantear nuevas reformas, ya que compete al Gobierno, dijo, del que valoró su "apuesta" por bajar los impuestos, "como previsiblemente seguirá haciendo", tras demostrarse que "es la mejor fórmula para transferir recursos al sector privado e incentivar el crecimiento, la renta y el empleo". Sobre tramos de la tarifa del IRPF, Rubio se mostró partidario de reducirlos a cuatro, frente a los cinco actuales, como ya sugirió la Comisión de Expertos que asesoró al Gobierno en la última reforma del IRPF.
Rubio rechazó la idea de "indiciar" el IRPF -adaptar anualmente los tramos de la tarifa al crecimiento de los precios- porque, a su juicio, suscitaría previsiblemente "tensiones inflacionistas graves" puesto que, en ese caso, el mismo planteamiento podría extenderse al resto de variables macroeconómicas, entre las que citó las salariales. "Soy más partidario de ajustes discrecionales como los que se están haciendo, y cada dos o tres años intentar ajustar" el impuesto a "las circunstancias" particulares de cada momento, pero no de forma automática, precisó.
También se refirió a la relación imposición directa-indirecta, de la que dijo que "se está sesgando" hacia ésta última, que gana peso, y por ello "es muy importante estudiar el impacto económico" de esta situación, que, por otro lado, afirmó, está ocurriendo en el resto de los países desarrollados en términos muy similares. Asimismo, el IEF colabora en el desarrollo de otros "instrumentos analíticos sobre impacto de reformas tributarias" y seguirá apoyando al Ministerio de Hacienda "en comisiones de reformas de legislación básica como la Ley General Tributaria o la Presupuestaria". Por otra parte, Rubio citó un reciente estudio interno del IEF donde se pone de manifiesto, a partir de simuladores, que el nuevo IRPF -en vigor desde este año- es "ligeramente más progresivo" que el anterior, reformado en 1998.
Según ese estudio, el impuesto ha supuesto de media una rebaja de 129 euros per cápita, siendo los pensionistas los más favorecidos, seguidos de los asalariados y a continuación, los empresarios y los profesionales. Sobre la nueva Ley General Tributaria, Rubio destacó el llamado "conflicto en la aplicación de la norma tributaria", una figura nueva que sustituye al "fraude de ley", en el que se incurre cuando el contribuyente recurre a procedimientos artificiosos o fuera de lo normal con el fin único de eludir o mermar su factura fiscal. Esta nueva figura supone "un gran avance" al haberse planteado una aplicación más objetiva de la misma y extenderse además a otros ámbitos como el diferimiento o aplazamiento en el pago fiscal, o la modificación de tipos impositivos en impuestos como el IVA.
Rubio declinó dar fechas sobre cuando sería apropiado plantear nuevas reformas, ya que compete al Gobierno, dijo, del que valoró su "apuesta" por bajar los impuestos, "como previsiblemente seguirá haciendo", tras demostrarse que "es la mejor fórmula para transferir recursos al sector privado e incentivar el crecimiento, la renta y el empleo". Sobre tramos de la tarifa del IRPF, Rubio se mostró partidario de reducirlos a cuatro, frente a los cinco actuales, como ya sugirió la Comisión de Expertos que asesoró al Gobierno en la última reforma del IRPF.
Rubio rechazó la idea de "indiciar" el IRPF -adaptar anualmente los tramos de la tarifa al crecimiento de los precios- porque, a su juicio, suscitaría previsiblemente "tensiones inflacionistas graves" puesto que, en ese caso, el mismo planteamiento podría extenderse al resto de variables macroeconómicas, entre las que citó las salariales. "Soy más partidario de ajustes discrecionales como los que se están haciendo, y cada dos o tres años intentar ajustar" el impuesto a "las circunstancias" particulares de cada momento, pero no de forma automática, precisó.
También se refirió a la relación imposición directa-indirecta, de la que dijo que "se está sesgando" hacia ésta última, que gana peso, y por ello "es muy importante estudiar el impacto económico" de esta situación, que, por otro lado, afirmó, está ocurriendo en el resto de los países desarrollados en términos muy similares. Asimismo, el IEF colabora en el desarrollo de otros "instrumentos analíticos sobre impacto de reformas tributarias" y seguirá apoyando al Ministerio de Hacienda "en comisiones de reformas de legislación básica como la Ley General Tributaria o la Presupuestaria". Por otra parte, Rubio citó un reciente estudio interno del IEF donde se pone de manifiesto, a partir de simuladores, que el nuevo IRPF -en vigor desde este año- es "ligeramente más progresivo" que el anterior, reformado en 1998.
Según ese estudio, el impuesto ha supuesto de media una rebaja de 129 euros per cápita, siendo los pensionistas los más favorecidos, seguidos de los asalariados y a continuación, los empresarios y los profesionales. Sobre la nueva Ley General Tributaria, Rubio destacó el llamado "conflicto en la aplicación de la norma tributaria", una figura nueva que sustituye al "fraude de ley", en el que se incurre cuando el contribuyente recurre a procedimientos artificiosos o fuera de lo normal con el fin único de eludir o mermar su factura fiscal. Esta nueva figura supone "un gran avance" al haberse planteado una aplicación más objetiva de la misma y extenderse además a otros ámbitos como el diferimiento o aplazamiento en el pago fiscal, o la modificación de tipos impositivos en impuestos como el IVA.