L D (EFE) Este incremento de la negociación tuvo lugar básicamente en el tramo de negociación con terceros que, con una expansión del 11 por ciento, alcanzó los 15 billones de euros, mientras que el correspondiente a la contratación entre titulares se mantuvo relativamente estable (con un incremento del 0,7 por ciento) al llegar a 7,8 billones.
Además, durante 2004, la concentración de la negociación en los bonos y obligaciones volvió a aumentar, al representar el 88,8 por ciento, en detrimento de las correspondientes a letras del Tesoro y a instrumentos segregados (principales y cupones) que se sitúan, respectivamente, en el 10 y 1,2 por ciento.
Además, durante 2004, la concentración de la negociación en los bonos y obligaciones volvió a aumentar, al representar el 88,8 por ciento, en detrimento de las correspondientes a letras del Tesoro y a instrumentos segregados (principales y cupones) que se sitúan, respectivamente, en el 10 y 1,2 por ciento.
Según explicó el jefe de la División de Análisis de Operaciones, Javier Maycas, la operativa en repo (operación con pacto de recompra) ganó cuota de mercado en 2004 y captó el 54,6% de la negociación, sin embargo, este aumento tuvo como contrapartida la pérdida de importancia relativa tanto en las operaciones simultáneas como de las operaciones al contado, cuyos pesos en la contratación se situaron en 35,5% y un 9,4%, respectivamente.
En cuanto al mercado primario de deuda estatal, el año 2004 volvió a ser favorable para la financiación del Estado, cuyas necesidades de endeudamiento se cifraron en 2.690 millones de euros. El saldo de caja por operaciones no financieras alcanzó en el conjunto del año un superávit de 527 millones de euros, frente a un déficit de 4.132 millones de año anterior.
La apelación al mercado interno fue, sin embargo, superior a la de 2003, ya que la emisión neta de deuda anotada alcanzó los 8.131 millones de euros, debido a la amortización neta registrada por el capítulo de otros pasivos. Como consecuencia de esto, el saldo de deuda del Estado anotada creció el 3%, alcanzado los 292.865 millones de euros.
Durante el pasado año, la colocación de deuda a medio y largo plazo (bonos y obligaciones) ascendió a 9.910 millones de euros, mientras que en el segmento de letras se registró una amortización neta por importe de 1.779 millones de euros. Esta composición de la financiación neta obtenida por el Tesoro a favorecido que se produjera una leve extensión de la vida media del saldo de deuda del Estado, desde los 6,14 años a finales de 2003 hasta los 6,20 años en el cierre de 2004, mientras que la actividad del Tesoro en el mercado primario creció el 6% con respecto a 2003.
Así, mientras que la emisión bruta de deuda anotada ascendió en 2003 a 71.589 millones de euros, el monto nominal de valores colocados el pasado año ascendió a los 75.597 millones de euros, periodo en el que el Tesoro emprendió una nueva edición de su programa de recompra de deuda por un importe nominal de 3.527 millones de euros.
Maycas destacó que el diferencial entre la deuda pública española y la alemana "está prácticamente en el nivel mínimo, en dos puntos básicos como media" y recordó las mejoras logradas en la valoración y calificación de la deuda pública española por parte de las agencias internacionales de calificación del riesgo de crédito.
Además, los inversores no residentes aumentaron sus tenencias en bonos y obligaciones en alrededor de 13.600 millones de euros, con lo que su participación en el saldo vivo de dichos instrumentos llegó al 43,9%, mientras que los inversores institucionales redujeron su participación en bonos y obligaciones, hasta el 26% del saldo vivo, y siguen siendo el grupo inversor más importante en cuanto a letras del Tesoro (42%).
Durante 2004, en el que el Tesoro completó la reforma del mercado de letras iniciada en 2001, la emisión neta de deuda autonómica en la Central de Anotaciones se cifró en 554 millones de euros, mientras que el saldo de deuda anotada de otras instituciones públicas disminuyó en 304 millones. En lo que se refiere a la distribución de los saldos por grupos de agentes, el pasado año creció el peso de los inversores no residentes, ya que sus tenencias aumentaron hasta el 49% del saldo vivo, un punto porcentual más que a finales de 2003.
En cuanto al mercado primario de deuda estatal, el año 2004 volvió a ser favorable para la financiación del Estado, cuyas necesidades de endeudamiento se cifraron en 2.690 millones de euros. El saldo de caja por operaciones no financieras alcanzó en el conjunto del año un superávit de 527 millones de euros, frente a un déficit de 4.132 millones de año anterior.
La apelación al mercado interno fue, sin embargo, superior a la de 2003, ya que la emisión neta de deuda anotada alcanzó los 8.131 millones de euros, debido a la amortización neta registrada por el capítulo de otros pasivos. Como consecuencia de esto, el saldo de deuda del Estado anotada creció el 3%, alcanzado los 292.865 millones de euros.
Durante el pasado año, la colocación de deuda a medio y largo plazo (bonos y obligaciones) ascendió a 9.910 millones de euros, mientras que en el segmento de letras se registró una amortización neta por importe de 1.779 millones de euros. Esta composición de la financiación neta obtenida por el Tesoro a favorecido que se produjera una leve extensión de la vida media del saldo de deuda del Estado, desde los 6,14 años a finales de 2003 hasta los 6,20 años en el cierre de 2004, mientras que la actividad del Tesoro en el mercado primario creció el 6% con respecto a 2003.
Así, mientras que la emisión bruta de deuda anotada ascendió en 2003 a 71.589 millones de euros, el monto nominal de valores colocados el pasado año ascendió a los 75.597 millones de euros, periodo en el que el Tesoro emprendió una nueva edición de su programa de recompra de deuda por un importe nominal de 3.527 millones de euros.
Maycas destacó que el diferencial entre la deuda pública española y la alemana "está prácticamente en el nivel mínimo, en dos puntos básicos como media" y recordó las mejoras logradas en la valoración y calificación de la deuda pública española por parte de las agencias internacionales de calificación del riesgo de crédito.
Además, los inversores no residentes aumentaron sus tenencias en bonos y obligaciones en alrededor de 13.600 millones de euros, con lo que su participación en el saldo vivo de dichos instrumentos llegó al 43,9%, mientras que los inversores institucionales redujeron su participación en bonos y obligaciones, hasta el 26% del saldo vivo, y siguen siendo el grupo inversor más importante en cuanto a letras del Tesoro (42%).
Durante 2004, en el que el Tesoro completó la reforma del mercado de letras iniciada en 2001, la emisión neta de deuda autonómica en la Central de Anotaciones se cifró en 554 millones de euros, mientras que el saldo de deuda anotada de otras instituciones públicas disminuyó en 304 millones. En lo que se refiere a la distribución de los saldos por grupos de agentes, el pasado año creció el peso de los inversores no residentes, ya que sus tenencias aumentaron hasta el 49% del saldo vivo, un punto porcentual más que a finales de 2003.
