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Obama premia a los bancos líderes en créditos subprime

Un estudio revela que el Gobierno de EEUU ha otorgado 21.000 millones de dólares en ayudas públicas a los bancos de EEUU líderes en la concesión de créditos subprime durante la burbuja inmobiliaria.

¿Se imagina un colegio donde los profesores recompensan con buenas notas a los alumnos que se portan mal?; ¿o a una empresa que sube los salarios a sus trabajadores menos productivos?

Parece un completo sin sentido, un comportamiento anómalo que en una sociedad tan avanzada y desarrollada como la de los países occidentales apenas debería existir. ¿Cómo es posible que se recompensen los malos comportamientos?

Pues bien, a pesar de que carece de toda lógica económica y justificación ética, es un fenómeno más habitual de lo que podría parecer. Quizás lo más sangrante es que esto se haga a costa de los contribuyentes.

Ya no es sólo que exista una persona o grupo de personas que acometan este tipo de acciones poniendo en riesgo su propio patrimonio; lo peor es que son las administraciones públicas  quienes siguen este tipo de comportamiento con más frecuencia, utilizando además recursos públicos (vía impuestos) para que todos los ciudadanos participen.

Un estudio del Center for Public Integrity (CPI, grupo de investigación de asuntos públicos financiado principalmente por fundaciones caritativas) concluye que quienes protagonizaron la mayor parte de los préstamos subprime están recibiendo suculentas sumas de dinero público. Y mientras, curiosamente, otras entidades son amonestadas por los reguladores financieros de EEUU por no conceder préstamos a gente de dudosa solvencia.

Este dinero proviene del programa que la Administración Obama, bajo el nombre de Making Home Affordable Program (MHAP, Haciendo asequible la vivienda), puso en marcha el pasado febrero para “estabilizar el mercado inmobiliario” y ayudar a quienes no pudieran pagar su hipoteca, con el fin de evitar nuevos embargos masivos.

Entre las dos actividades principales de este plan, una consiste en hacer modificaciones de las condiciones de las hipotecas (Home Affordable Modifications). Con un presupuesto de 75.000 millones de dólares, este programa otorga subsidios públicos a los prestamistas (bancos) que cumplan ciertos requisitos, para que éstos rebajen las cuotas de las hipotecas de los prestatarios en apuros y relajen las condiciones hipotecarias.

Según el estudio del CPI, de los 25 participantes en el programa, al menos 21 de ellos se especializaron en revisar o incluso crear préstamos subprime, y éstos recibirán más de 21.000 millones de dólares del bolsillo de los contribuyentes. Al contrario que los anteriores planes de rescate de la banca, en este programa de prevención de los embargos, no habrá ningún retorno sobre el dinero de los contribuyentes.

Buena parte “de este dinero está yendo directamente a las mismas instituciones financieras que en primer lugar contribuyeron a crear el desastre de las hipotecas subprime”, comenta Bill Buzenger, director ejecutivo del centro de análisis. En la siguiente figura se muestran las 5 entidades que más fondos público han recibido del programa:

1. Countrywide Home Loans Servicing LP, Simi Valley, California: 5.200 millones de dólares.
2. J.P. Morgan Chase Bank NA, Lewisville, Texas: 2.700 millones.
3. Wells Fargo Bank NA, Des Moines, Iowa: 2.400 millones.
4. American Home Mortgage Servicing Inc., Coppell, Texas: 1.300 millones.
5. CitiMortgage Inc., O’Fallon, Missouri: 1.100 millones.

Estas cinco entidades estuvieron entre las 25 instituciones líderes en préstamos subprime desde 2005 a 2007, según la lista que realizó el mismo CPI. De hecho, Countrywide también lideró esa otra lista, con alrededor de 97.200 millones de dólares en créditos basura.

En la actualidad, Countrywide es propiedad de Bank of America, quien también posee otras entidades que recibirán fondos adicionales del MHAP. Wells Fargo y J.P. Morgan estuvieron en los lugares 8º y 12º de la lista subprime, respectivamente.

Según The Washington Post, el informe ha salido a la luz mientras la Administración Obama está empujando a los prestamistas a que ayuden activamente a los prestatarios. Según estimaciones del Departamento del Tesoro publicadas este mes, menos del 10% de los prestatarios morosos que cumplieron los requisitos para las ayudas han recibido algún tipo de alivio a través del programa de Obama. La Administración persigue duplicar el número de prestatarios que reciban ayudas del programa antes de Noviembre.

Un plan de ayuda de dudosa eficacia

No es de extrañar que este estudio haya causado estragos entre la industria prestamista. El máximo representante de uno de los lobbies más importantes de esta actividad, Scott Talbott, afirmó que se han simplificado excesivamente las causas de la crisis inmobiliaria, y se soslayado la complejidad de los mercados actuales.

Según Talbott, los prestamistas están trabajando duro para ayudar a los millones de propietarios de viviendas, tanto a través del programa federal MHA como de otros esfuerzos de prevención de embargos.

Otros analistas, como el investigador Mark Calabria, director de estudios sobre regulación financiera del Cato Institute, se preguntan si estos programas de modificación de las condiciones hipotecarias, pueden llegar a ser efectivos y ser una solución para los problemas actuales del sector inmobiliario y la economía norteamericana: “Una parte de los prestamistas saldrá adelante de todos modos. Otra,  incluso con las modificaciones, probablemente quebrará de nuevo".

"Es probable que no sean más de un tercio de los prestatarios quienes experimentarán las modificaciones y finalmente resultarán sostenibles”. Su escepticismo acerca de los resultados le hace ser reacio al plan de Obama: “Vamos a estar gastando miles de millones de dólares sin una clara guía de cuántos embargos vamos a evitar realmente”, apostilla Calabria.

En este sentido, analistas de The Business Insider recuerdan que la modificación de las hipotecas es esencialmente caer en el mismo error de los préstamos subprime que causaron la presente crisis financiera.

Joe Wiesenthal
lo expresa sin ambages en su titular: Of Course Predatory Lenders Have Returned As Loan Modifiers (Por supuesto los prestamistas predatorios han vuelto como modificadores de préstamos). Además de esto, “es frustrante ver a compañías como las subsidiarias de AIG y Lehman recibiendo más pasta del contribuyente”, apuntan.

Las recompensas públicas de la mala gestión parecer estar a la orden del día. La FED recibe amplios poderes adicionales y disfruta de elevada discrecionalidad tras generar la burbuja y la consiguiente crisis, Obama renueva a Bernanke como presidente de la FED, el Tesoro de EEUU amplía la línea de crédito al FDIC después de su incompetencia y mala previsión, el Gobierno norteamericano otorga suculentas sumas de dinero a los prestamistas subprime… ¿Qué será lo próximo?

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