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Zapatero pide apoyo "incondicional" a su plan sin aclarar cómo usará el dinero

El Gobierno quiere un cheque en blanco para inyectar liquidez en el sistema financiero. Desea que la oposición apruebe su plan financiero (de hasta 50.000 millones de euros, un 5% del PIB) “sin condiciones, porque se trata de una cuestión de Estado”. Zapatero deja al Parlamento la facultad de “debatirlo". El que tenía que dar “los detalles"  -el vicepresidente Solbes- dice que “no costará ni un céntimo a los ciudadanos”, aunque se financiará con deuda del Estado, es decir, con dinero de los contribuyentes. Para Zapatero, la supervisión y el control son "detalles técnicos".

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El Gobierno quiere un cheque en blanco para inyectar liquidez en el sistema financiero. Desea que la oposición apruebe su plan financiero (de hasta 50.000 millones de euros, un 5% del PIB) “sin condiciones, porque se trata de una cuestión de Estado”. Zapatero deja al Parlamento la facultad de “debatirlo". El que tenía que dar “los detalles"  -el vicepresidente Solbes- dice que “no costará ni un céntimo a los ciudadanos”, aunque se financiará con deuda del Estado, es decir, con dinero de los contribuyentes. Para Zapatero, la supervisión y el control son "detalles técnicos".
LD (L. Ramírez) El Gobierno no quiere obstáculos parlamentarios a su plan de rescate financiero, a pesar de que su montante máximo (50.000 millones de euros) equivale al 5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ha instado a sus ministros a que aprueben la inyección de liquidez a bancos y cajas de ahorros “cuanto antes”, por lo que podría salir adelante el próximo viernes, cuando se reúna el Consejo.
 
Zapatero justificó este miércoles su decisión unilateral (no ha recibido el visto bueno del resto de formaciones políticas antes de adoptarla), al señalar que la crisis crediticia de los mercados internacionales configura una “situación excepcional” que requiere una actitud “de firmeza”. A su juicio, lo prioritario ahora es “aprobar la creación del fondo cuanto antes para que empiece a funcionar cuanto antes” y defendió su decisión porque “el liderazgo corresponde al Gobierno”.
 
En el marco de la V Cumbre Hispano-Polaca que se celebra en Córdoba, Zapatero no especificó, ni precisó cuál será el trámite legislativo de esta nueva medida, ni tampoco dio información sobre la decisión de elevar hasta 100.000 euros por titular y entidad la garantía de los depósitos bancarios (frente a los 20.000 actuales), aunque garantizó que "habrá un debate parlamentario" sobre las medidas, posterior a su aprobación.
 
El presidente afirmó que avisó al líder del PP, Mariano Rajoy, hace una semana para transmitirle la “posibilidad” de que el Ejecutivo “pudiera adoptar alguna medida de calado” ante la incertidumbre en los mercados financieros y la escasez de crédito para las familias y las empresas. Zapatero pidió a Rajoy que apoye “sin condiciones y sin peros” la creación de este fondo con dinero público.
 
Rajoy solicitó a Moncloa información sobre la forma concreta que tendrá el fondo, así como los mecanismos de control que se incluirán para evitar que se beneficien sólo unas pocas empresas porque el dinero "no cae del cielo". Zapatero dijo el martes que el vicepresidente económico daría los “detalles” de un plan que sería financiado “con deuda pública”. Pero Solbes se limitó este miércoles a asegurar que el fondo “no costará un céntimo a los ciudadanos”.
 
El problema es que estos factores –emitir deuda y que se haga sin coste para los contribuyentes- conforman un binomio de imposible cumplimiento. Cuando el Estado emite deuda, vende títulos en el mercado con una rentabilidad comprometida a un plazo determinado. Cuando llega la fecha establecida en el título de deuda, el Estado devuelve la cantidad pagada por el inversor más el interés comprometido. Todo este proceso se realiza con dinero público.
 
Pero cuando la caja esta vacía –como sucede en la actualidad- el Estado no puede hacer frente a su compromiso de pago, por lo que vuelve a emitir deuda. Al final todo esto repercute en los ingresos y pagos del Estado y, por lo tanto, en el bolsillo de los ciudadanos, a través de una mayor presión fiscal o reduciendo las prestaciones, como las pensiones o las ayudas por desempleo.
 
No obstante, si el Gobierno lograra recuperar parte del fondo cuando "la economía retorne a su senda de crecimiento", mediante la venta de los activos comprados con deuda, el Estado podría volver a ingresar dinero a las arcas.
 
Incluso, Zapatero consideró que tuvo “sensibilidad” al comunicarle su intención a Rajoy, aunque destacó que “el liderazgo corresponde al Gobierno”. La primera reacción del líder del PP fue, según el presidente del Ejecutivo, “bastante razonable” y por ello solicitó “que no se pierda el tiempo en cosas que seguramente tienen un alcance muy limitado”.
 
Desearía que el PP apoyara la medida, porque los detalles técnicos son cuestiones técnicas”, añadió Zapatero, tras ser preguntado por un periodista sobre la posibilidad de que el Congreso de los Diputados supervise y controle el uso que haga el fondo de los 50.000 millones de euros.
 
Bajada de tipos
 
En cuanto a la rebaja de los tipos de interés de medio punto anunciada por el Banco Central Europeo (BCE) en coordinación con la Reserva Federal (que deja el precio del euro en el 3,75 por ciento y el del dólar en el 1,5 por ciento), Zapatero calificó esta decisión de "buena noticia", ya que tendrá un "efecto positivo para aliviar las necesidades de las familias y las empresas".
 
Zapatero destacó que la rebaja de los tipos de interés se une al descenso en la inflación, impulsado especialmente por "la buena evolución" del precio del barril de crudo. No obstante, no explicó que las bajadas de tipos de interés son rebajas del precio del dinero, lo que aumenta las tensiones inflacionistas.
 
"En algo más de dos meses ha pasado de 145 dólares a 84 dólares, algo que merecería un análisis y una explicación. Menos inflación y menos tipos de interés favorecen desde ya a los ciudadanos", subrayó.
 
Respecto al efecto de la medida adoptada en las bolsas, que sufrieron una nueva jornada de caídas, el jefe del Ejecutivo subrayó que este tipo de decisiones "no se toman para que las bolsas suban o bajen, se toman para apoyar a la economía y apoyar a los ciudadanos".
 
Pide al FMI que “de soluciones” a la crisis
 
Por otra parte, el presidente dijo que "respeta" las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre España, aunque pidió al organismo internacional que “aporte soluciones” a la crisis, en lugar de hacer solamente estimaciones.
 
El FMI ha recortado sus previsiones de crecimiento para España hasta el 1,4 por ciento en 2008, lo que supone cuatro décimas menos que en su estimación de abril, y pronostica una contracción del 0,2 por ciento en 2009, frente al 1,7 por ciento previsto anteriormente, según se recoge en la última edición del informe semestral Perspectivas de la economía mundia,l elaborado por la institución internacional.
 
La previsión para 2008 es inferior a la estimación que actualmente baraja el Gobierno, del 1,6 por ciento, mientras que para el próximo año las estimaciones del Ejecutivo español pronosticaban un crecimiento del 1 por ciento. Asimismo, el Fondo pronostica más problemas para la economía al prever que la inflación media se disparará hasta el 4,5 por ciento en 2008, para posteriormente moderarse al 2,6 por ciento en 2009.
 
Además, el FMI prevé además un aumento en la tasa de paro de España, hasta alcanzar el 11,2 por ciento en 2008, frente a la estimación del 10,4 por ciento del Gobierno; mientras que en 2009 el dato se dispararía hasta el 14,7 por ciento, frente al 12,5 por ciento previsto por el Ejecutivo, lo que representaría el nivel de paro más elevado de todos los países analizados por el Fondo

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