L. D. / EFE.-
En declaraciones efectuadas en el Congreso antes de asistir a la reunión del Pacto Antiterrorista, Mariano Rajoy ha explicado que algunas de estas personas sí habían sido sometidas a seguimientos por los etarras y constituían objetivos más inmediatos, por lo que el Ministerio del Interior ya les ha comunicado esta circunstancia.
El vicepresidente primero destacó que las últimas doce detenciones derivadas de la operación contra el "comando Barcelona", practicadas en Andalucía, Palencia y el País Vasco, constituyen un "muy duro golpe" a la infraestructura del "comando Araba", sobre todo por el daño que supone a su soporte informativo.
En este sentido, señaló que estos presuntos colaboradores de ETA, disponían de datos sobre políticos, militares, policías y ertzainas y además estaban vinculados con actividades de la "kale borroka", por lo que se confirma "que la frontera entre lo que es kale borroka y ETA en estricto sentido es prácticamente inexistente".
Según Rajoy, hay informadores de ETA que también pueden actuar como "ejecutores" de la organización y responsables de los grupos "Y" dedicados a la denominada "lucha callejera". También destacó la importancia que tienen los colaboradores en la actividad terrorista, ya que "si no hay información, si no hay datos y no hay seguimiento de personas es muy difícil cometer atentados".
Antes de incorporarse a la reunión del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, el titular de Interior dio un repaso a las últimas operaciones antiterroristas de la Guardia Civil, a falta de una evaluación posterior para cuando concluyan las investigaciones y se termine de analizar la abundante documentación intervenida. Desde la desarticulación del "comando Barcelona", la Guardia Civil ha detenido a 19 personas presuntamente vinculadas a ETA en diverso grado, ya que entre ellos hay "liberados" (a sueldo de la banda), "legales" (no fichados) y "laguntzailes" (colaboradores).
A los seis primeros detenidos en Barcelona, entre ellos el presunto jefe del comando, Fernando García Jodrá, se sumaron por la vinculación de este activista con el "comando Alava" otros siete supuestos colaboradores, capturados en Benalmádena (Málaga), Ochandio (Vizcaya), Barcelona, Fuentes de Nava (Palencia) y Vitoria.
En la madrugada del martes se sumaron otras cinco detenciones practicadas en Vitoria y una en Lequeitio (Vizcaya), también de personas que el ministro considera "al menos colaboradores" de la organización terrorista, y a los que se ha ocupado abundante documentación. La información hallada en poder de los últimos detenidos afectaba a posibles objetivos del "comando Araba", entre ellos políticos, militares, policías y ertzainas, por lo que Interior ya les ha comunicado este extremo, al igual que hizo con los objetivos del "comando Barcelona". Los servicios de información de la Guardia Civil continúan los interrogatorios a estas personas, al tiempo que proceden a estudiar la documentación incautada.
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El vicepresidente primero destacó que las últimas doce detenciones derivadas de la operación contra el "comando Barcelona", practicadas en Andalucía, Palencia y el País Vasco, constituyen un "muy duro golpe" a la infraestructura del "comando Araba", sobre todo por el daño que supone a su soporte informativo.
En este sentido, señaló que estos presuntos colaboradores de ETA, disponían de datos sobre políticos, militares, policías y ertzainas y además estaban vinculados con actividades de la "kale borroka", por lo que se confirma "que la frontera entre lo que es kale borroka y ETA en estricto sentido es prácticamente inexistente".
Según Rajoy, hay informadores de ETA que también pueden actuar como "ejecutores" de la organización y responsables de los grupos "Y" dedicados a la denominada "lucha callejera". También destacó la importancia que tienen los colaboradores en la actividad terrorista, ya que "si no hay información, si no hay datos y no hay seguimiento de personas es muy difícil cometer atentados".
Antes de incorporarse a la reunión del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, el titular de Interior dio un repaso a las últimas operaciones antiterroristas de la Guardia Civil, a falta de una evaluación posterior para cuando concluyan las investigaciones y se termine de analizar la abundante documentación intervenida. Desde la desarticulación del "comando Barcelona", la Guardia Civil ha detenido a 19 personas presuntamente vinculadas a ETA en diverso grado, ya que entre ellos hay "liberados" (a sueldo de la banda), "legales" (no fichados) y "laguntzailes" (colaboradores).
A los seis primeros detenidos en Barcelona, entre ellos el presunto jefe del comando, Fernando García Jodrá, se sumaron por la vinculación de este activista con el "comando Alava" otros siete supuestos colaboradores, capturados en Benalmádena (Málaga), Ochandio (Vizcaya), Barcelona, Fuentes de Nava (Palencia) y Vitoria.
En la madrugada del martes se sumaron otras cinco detenciones practicadas en Vitoria y una en Lequeitio (Vizcaya), también de personas que el ministro considera "al menos colaboradores" de la organización terrorista, y a los que se ha ocupado abundante documentación. La información hallada en poder de los últimos detenidos afectaba a posibles objetivos del "comando Araba", entre ellos políticos, militares, policías y ertzainas, por lo que Interior ya les ha comunicado este extremo, al igual que hizo con los objetivos del "comando Barcelona". Los servicios de información de la Guardia Civil continúan los interrogatorios a estas personas, al tiempo que proceden a estudiar la documentación incautada.
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