Tibio apoyo y descarada complicidad

Los seis palestinos muertos por las incursiones israelíes en respuesta al asesinato del ministro de turismo Rehavam Zeevi y la intervención en el Congreso de Aznar sobre la guerra en Afganistán son los principales frentes informativos que abordan la prensa de este viernes.

El Mundo destaca el consenso básico en torno al presidente del Gobierno a pesar de las críticas recibidas. Tras tildar justamente de lamentable la intervención de Llamazares, El Mundo da en parte la razón a Zapatero al reprochar a Aznar su forma de ejercer el liderazgo ante una crisis tan grave, y critica su frialdad y falta de implicación personal así como su tardanza en comparecer ante las Cortes. El propio diario señala, no obstante, que nada de ello es esencial y que casi todos los partidos comparten con el Gobierno la necesidad de la intervención armada contra el terrorismo. Finalmente el editorial aplaude la intención de Aznar de lograr que la lucha contra ETA se incluya en la política de Seguridad y Defensa de la UE, lo que significaría un salto cualitativo en el combate contra la banda terrorista.

ABC deja más en segundo plano el debate en el Congreso para centrarse en esta cuestión, en la que el consenso entre PP y PSOE “ es necesario para que España defienda sin fisuras en los foros internacionales que el apellido del terrorismo es indiferente y que no se está ante los problemas locales de los EE UU o España, sino ante un enemigo ante el que conviene rearmarse en la estricta literalidad del término, estableciendo garantías internacionales sobre cooperación y desterrar debates contraproducentes sobre el diálogo con los asesinos o la solidaridad con quienes apuntalan ideológicamente a los criminales”. Así mismo ABC critica muy merecidamente a Anasagasti por defender que ETA no es lo mismo que Bin Laden “que delata, cuanto menos, la miopía del PNV”. De miopía, nada. Saben, desde siempre, muy bien lo que hacen. Aquí los únicos miopes -miopía voluntaria- han sido hasta hace poco los constitucionalistas respecto al PNV. Lean, como botón de muestra, el revelador artículo en ABC de Alfonso Ussía y miren como el partido de Arzalluz se ha repartido el trabajo con los etarras para lograr objetivos comunes.

Los que siguen sin ver ni oler la evidente y pestilente mediación del PNV en pro de ETA son los editoriales de El País. Por no tener que hacerle frente, y a diferencia del resto de los diarios, ni siquiera menta a ETA en su editorial sobre la guerra contra el terrorismo.

Incluso centrándose en la guerra en Afganistán, El País tampoco está muy brillante al justificar las críticas de Zapatero señalando que “no puede haber impunidad para Bin Laden y los Estados que le protegen, pero es lógico expresar la preocupación por que la respuesta evite bombardeos sobre poblaciones civiles”. Eso es precisamente lo que manifestó Aznar nada más iniciar su comparecencia. Que el secretario general del PSOE planteara que para él –como si para Aznar no- la vida de una niña afgana es igual que la vida de los que han sido asesinados en las torres gemelas no deja de ser insultante pues es pretender que Aznar hace diferencias entre vidas inocentes. Si, por un lado, esa réplica es de una insultante innecesariedad, por otro es, además, sumamente distorsionadora. No es lo mismo asesinar, con voluntad y consciencia, que causar victimas civiles en una respuesta bélica contra un Estado terrorista y que tiene como uno de sus objetivos precisamente el evitarlas. Todas las vidas inocentes son iguales, pero no es lo mismo segarlas involuntariamente a través de una guerra que mediante crímenes de guerra o con asesinatos terroristas. Si es cierta, además, la preocupación por las víctimas afganas, más razón para derrocar al régimen taliban que es, desde hace años, el principal agente en provocarlas. Si esto no lo ve claro El País y el PSOE que se dejen de fariseas tibiezas y que se unan a la sinvergonzonería de Izquierda Unida. No es debilitando el coraje moral del Gobierno como se demuestra su sinceridad de cooperación, señor Zapatero. Aunque le diga al señor Aznar que se deje ayudar.