Sólo El Mundo y La Razón dedican un editorial al plan estadounidense para invadir Irak en caso de que Sadam Hussein se niegue a cumplir con las resoluciones de desarme. El Mundo considera que “la impresión de inexorabilidad que se desprende de las distintas noticias filtradas provoca desasosiego. No sería bueno —asegura su editorial— que, lograda en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución dura que se buscaba contra Sadam, Bush la tomase como una patente de corso, que ya da por descontado que la intervención militar será la única solución, y se pusiese a preparar el ataque sin prestar siquiera atención al desarrollo de las inspecciones".
La verdad es que El Mundo ya no sabe a qué recurrir para criticar a Bush y para defender la continuidad de la sanguinaria y amenazante dictadura de Sadam Hussein. Primero criticó a EE UU por su “unilateralismo” y ahora, que Bush ha logrado el respaldo de la ONU, le critica por dar la “impresión de inexorabilidad” a la intervención militar. Lo que El Mundo debería hacer es defender abiertamente la continuidad de ese genocidad haga lo que haga, porque los argumentos que utiliza para criticar a EE UU caen por su propio peso. La resolución que ha aprobado la ONU autoriza la intervención militar desde el primer momento que Sadam se niegue u obstaculice la inspección. Es la lógica de la propia resolución de la ONU la que aconseja tener todo preparado y no esperar a una nueva escaramuza del dictador. El inciar ya los preparativos, además, tiene la ventaja de disuadir a Hussein y hacerle comprender que ya no tiene motivos para tomarse a risa las exigencias de Naciones Unidas.
Si hay alguna objeción lógica a los planes estadounidenses sería por el contrario la que plantea —en esta ocasión con acierto— el diario La Razón, y nace precisamente no de la alta probabilidad de la intervención militar sino del riesgo de que esta finalmente no se produzca: “La destrucción de los programas militares de Irak —argumenta La Razón— alejaría de momento la amenaza de unas problemáticas armas de destrucción masiva, pero dejaría al dictador sentado sobre una de las reservas de petróleo más importantes del mundo. Es decir, le permitiría esperar pacientemente a que un nuevo cambio del viento político relajara la presión Occidental sobre su país, otorgándole una nueva oportunidad de convertirse en potencia nuclear, que es su principal objetivo, no lo olvidemos, desde hace más de veinte años. Irak, pues, no es un problema sólo de este tiempo. Si Sadam dice sí, podría ocurrir que los inspectores de Naciones Unidas se convirtieran en el principal apoyo para garantizarse la permanencia en el poder. Toda una paradoja”, concluye con acierto La Razón.
Partiendo de que la verdadera paradoja radica en la legitimidad que se otorga a una organización tan siniestra como la ONU, capaz de dar voz y voto en su seno a los dictadores que están en el poder gracias precisamente a violar sistemáticamente las declaraciones de derechos que esa organización dice defender, ciertamente el respaldo de la ONU hace que EE UU corre el riesgo de dejar nuevamente el trabajo a medias. Y así quedaría si Sadam siguiera en el poder. No sólo porque nada impediría que más adelante Sadam intentara de nuevo hacerse con armamento de destrucción masiva, sino —lo que es igualmente importante— porque quedaría impune y continuaría, aun con armamento convencional, violando sistemáticamente los derechos humanos en Irak. El petróleo es, además, una razón importantísima más para acabar con ese sátrapa por lo que la única solución pasa por su derrocamiento. Todo lo demás son parches, parches que, esta vez, no creemos que Bush siga aplicando pero que, estando en la tan celebrada compañía de la ONU, todos son posibles. Y es que, peor que el "unilateralismo" son las malas compañías.
Resumen de prensa
El plan norteamericano que prevé utilizar 250.000 soldados para derrocar a Sadam Hussein y la petición de la Liga Árabe para que Irak acate la decisión de la ONU para evitar la guerra es la noticia más destacada en las portadas de este lunes.
El otro gran asunto del día es el pistoletazo de salida a la precampaña electoral que dio el domingo Aznar en Málaga prometiendo “menos impuestos y más seguridad”. El principal titular de El Mundo asegura que “el PP aventaja en 3,5 puntos a un PSOE que crece a costa de IU”. ABC y La Razón destacan, por su parte, la afirmación de Aznar que asegura que Zapatero sube como un globo pinchado”. Casi todos los diarios destacan la presencia de Ana Botella en el mitin, una presencia muy comentada desde que la semana pasada se dio a conocer la oferta de Ruiz Gallardón para que la mujer del presidente se integre en su candidatura al Ayuntamiento de Madrid.
El País destaca a tres columnas que en el “informe que el Gobierno niega al Parlamento”, el Ministerio de Economía sólo identifica 12 de las 163 cuentas opacas del HSBC. ABC también dedica su atención a la investigación policial del Caso Gescartera asegurando que “el ex directivo del HSBC Salvador Pastor, es clave para conocer las cuentas suizas del caso Gescartera”.
La Vanguardia vuelve con la polémica sobre el encarecimiento de la vivienda asegurando a tres columnas que “un joven necesita diez años de salario para un piso”.
El País también destaca en portada la conclusión a la que ha llegado un foro de jueces y fiscales que han denunciado la “falta de respuesta” ante la pequeña delincuencia.
El Mundo y La Razón, finalmente, también destacan que el obispo Setién forma parte del equipo de asesores del “lehendakari” Ibarretxe.

La ONU o las malas compañías de Bush
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