Jueves, 12 de diciembre

Todos los diarios —salvo La Razón— dedican un editorial al esperpento —por utilizar un término suave— que ayer protagonizó el gobierno de los Estados Unidos instando a la armada española a detener el barco surcoreano “So San” para luego dejarlo seguir rumbo a Yemen a pesar de que transportaba de forma ilegal y clandestina misiles scud norcoreanos. Todos los editoriales —incluido El País— coinciden en respaldar la acción española y en dirigir su protesta contra el gobierno norteamericano. Todos los diarios destacan que el So San no llevaba bandera con la que identificarse, que se dio a la fuga durante cinco horas y media y que sólo paró después de haber recibido los disparos de advertencia de nuestra fragata. Los diarios subrayan que en la carga declarada constaba cemento con destino a Yibuti, pero que escondido llevaba armamento de gran poder destructivo como son los misiles scud. El Mundo y ABC exigen que el Gobierno estadounidense de explicaciones, porque hasta ahora se ha limitado a decir que “Yemen es un país amigo”.

“Son demasiados porqués —asegura ABC— como para zanjar así como así el asunto. Las felicitaciones de Powell son de agradecer, pero mejor aparcarlas. Las alianzas tienen unas reglas. La primera es el respeto recíproco. Estados Unidos ha dado la imagen de que en él ha primado su «amistad de conveniencia» con Yemen sobre todas las incógnitas aún no despejadas. Endeble —continúa ABC— es el argumento de Washington de que es frecuente este tipo de desenlaces en las intercepciones. ¿Intentan escapar todos los barcos que reciben la orden de parar sus máquinas? ¿Van muchos sin pabellón? ¿Esconden algunos de ellos «Scud» entre su cargamento? Las explicaciones de Washington —concluye ABC—debieron llegar antes que los misiles a Yemen”.

El Mundo va más allá y dice que si las explicaciones que el Gobierno español debe exigir a Washington no son satisfactorias, “España debe retirar sus buques de la zona porque en tan delicada tarea no se puede tener la misma sensación de ridículo del policía que detiene a un delincuente y luego ve como el juez le permite salir por la puerta trasera”.

Respaldamos completamente las contundentes criticas que estos diarios dirigen contra EE UU. Ojalá se hubiera visto la misma actitud en nuestra prensa ante los desplantes de un país como Marruecos, pero ahí sólo piden al Gobierno español cesión y paños calientes.

Como dice ABC, “las alianzas tienen unas reglas, pero la primera es el respeto recíproco”. Pero de esa falta de respeto también es responsable nuestra acomplejada política exterior que no se hace respetar. Y no sólo ante Estados Unidos como El Mundo insinúa.

Bush además se equivoca haciendo la vista gorda con un país como Yemen, que hasta hace poco calificaba como santuario de terroristas, pero que ahora lo quiere como aliado en su guerra contra Irak. Estados Unidos —que quede claro— merece todos nuestros elogios por ese objetivo de acabar con el régimen de Sadam Hussein. Sin embargo, Washington se equivoca disponiéndose a pagar un precio a Yemen por ese apoyo que objetivamente no necesita, un precio del que directamente, además, se beneficia un regimen tan genocida como el norcoreano, al que Bush, acertadamente, situó en el "Eje del mal". Parecía que Estados Unidos empezaba a aprender lo caro que le ha costado el respaldo a esos regímenes que, como el de Yemen —o el de Arabia Saudita— son supuestamente “moderados”. Si Yemen es un país “amigo” de EE UU y los scud son para “uso propio”, ¿por qué su Gobierno no comunicó a su Washington su intención de adquirir ese armamento, o por lo menos, no lo hizo de forma legal sin esconder el armamento y con pabellón que identificara al mercante sabiendo que el tráfico marítimo por donde tenía que pasar estaba vigilado por la operación Libertad Duradera?

Aznar, por su parte, en lugar de correr, tal como pretende EE UU, a Copenhague a defender la candidatura de Turquía —otro país, que a pesar de la llegada de los islamistas es calificado también de “moderado”— debería hacer valer y pedir contraprestaciones por su apoyo a Estados Unidos. Pero no. Está visto que nuestro Gobierno observa sin queja alguna que Washington eche un cable a Marruecos frente a España, tolera que se nos ponga en ridículo haciendo estéril una operación militar en beneficio de un país como Yemen y, para colmo, satisface a Washington abogando por el ingreso de Turquía en la UE.

Los regímenes islamistas supuestamente “moderados” se frotan las manos gracias a nuestra pusilánime y acomplejada política exterior. Sólo falta que Ana Palacio salga ahora pidiendo perdón a su homólogo yemení.

Resumen de prensa

La catástrofe del Prestige cede este jueves relevancia en portadas y editoriales a la sorprendente decisión de EE UU de dejar libre al barco interceptado por la armada española que iba cargado de quince misiles scud norcoreanos rumbo a Yemen. El encuentro en Madrid de los ministros de Exteriores español y marroquí para “deshelar” las relaciones de ambos países también encuentra eco en todas las primeras páginas y en varios editoriales.

Las portadas atienden la catástrofe del Prestige desde varios puntos de vista. El titular de El Mundo destaca las duras descalificaciones que ayer se cruzaron Aznar y Zapatero en el Congreso; El País y La Vanguardia centran su atención en la inminente llegada de la tercera marea negra a las costas gallegas; La Razón denuncia que un diputado del PSOE se jacta de que su partido está sobrado de votos “Y si no, hundimos otro Prestige”; Finalmente, el titular de ABC se limita a decir que “Aznar exige a sus ministros que den la cara y no minimicen la catástrofe del Prestige”, aunque en sus páginas interiores se asegura que una de las fexhas que se barajan para la visita de Aznar a Galicia es la del próximo fin de semana, probablemente, el sábado”.

Por otra parte, ABC y La Razón llevan a su portada la decisión del Tribunal Supremo de dar luz verde a la ampliación del Museo del Prado; El Mundo y El País destacan la condena a 30 años del etarra que asesinó a López de la Calle. La Razón denuncia que Atutxa subvenciona a Batasuna con 390.000 euros, aunque el diario asegura que la Justicia podrá reclamar a los proetarras la cantidad aprobada ayer por la cámara vasca al ser un grupo ilegal.