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Prisa por cambiar la imagen de Marruecos

El Mundo y El País dedican un editorial a la decisión del Gobierno marroquí de dejar faenar en sus aguas a 64 barcos afectados por la catástrofe del Prestige. Un editorial de ABC dedicado a la nueva política Pesquera Común de la UE, aun de pasada, también hace referencia a esta noticia limitándose a calificarla como "gesto de solidaridad" aunque "no sea la solución milagrosa a los problemas del sector".

El Mundo nos sorprende gratamente con una acertada y justicada cautela con la que analiza este "gesto" del gobierno de Mohamen VI. Este diario -que publica una entrevista a Ana Palacio- contraresta convenientemente el cándido entusiasmo de nuestra ministra de Exteriores quien de forma irresponsable lanza las campanas al vuelo considerando que la autorización de Rabat es "una prueba de que hay un cambio clarísimo" de Marruecos. El Mundo vierte un jarro de necesario realismo a la ministra preguntándose "¿puede alguien explicarse a qué se debe una crisis tan grave como la que entraña una retirada de embajador, y a qué se debe que esa crisis se considere ahora resuelta? ¿Donde estaba el tremendo problema? ¿En alguna iniciativa privada en España sobre el Sáhara, o en que el Gobierno español siguiese defendiendo la autodeterminación saharahui, como lleva más de un cuarto de siglo defendiéndola?. Y ahora -continúa preguntandose El Mundo -, ¿qué ha cambiado para que todo marche tan bien? ¿Quizá haya que compensar agradecidamente el retorno del embajador alauí y la ayuda a los pescadores gallegos abandonando la tradicional política española sobre el Sahara?. Eso es inimaginable".

Pues, aunque a El Mundo le parezca "inimaginable", por la vía de pagar el "favor" apunta el editorialista de El País quien no duda en afirmar que "el detalle de Marruecos es de los que deben ser agradecidos". Es cierto que este diario -máximo portavoz de los interés de Marruecos en nuestro país- no concreta "como" hay que agradecerlo; pero, desde luego, a diferencia de El Mundo , El País no ha descartado que España pague ese precio por normalizar las relaciones con Marruecos.

Siendo el Gobierno marroquí el origen de la crisis, El País siempre ha mantenido una postura, en el mejor de los casos, equidistante entre Rabat y Madrid. Hoy dedica todo su editorial a describir puntualmente el gran favor que nos hace Mohamed VI no sólo dejando faenar a nuestros pesqueros sino hacerlo "sin tener que desembarcar sus capturas en puertos marroquíes ni ningún tipo de compensación económica".

Lo que no dice El País es que Marruecos, antes, durante y despues de la retirada de su embajador, es el país del mundo que más ayuda a fondo perdido recibe de España. ¿Es que eso tampoco es un "gesto" a agradecer? Pues Marruecos lo ha agradecido hasta ahora vetando sus aguas a nuestros pescadores, retirando su embajador de Madrid, invadiendo el islote de perejil, exigiendo un cambio de la política española en el Sahara y reivindicando la nacionalidad marroquí para Ceuta y Melilla.

Lo que El País tampoco dice es que en Bruselas se había planteado la posibilidad de reorientar la ayudas comunitarias a Marruecos y destinarlas a Galicia. Sólo cuando se supo que la UE barajaba esa posibilidad, brotó la "generosidad" de su graciosa majestad. Entre perder un dinero que Mohamed VI directamente ingresa de la UE y dejar que 64 barcos españoles faenen en sus aguas por una pesca a la que no dan a basto su propia flota, el Gobierno marroquí ha elegido la opción de menor coste.

Aunque El País haga todos los esfuerzos por tapar la diferencia, España además es un gobierno democrático y Marruecos, simplemente, no lo es. El Gobierno alauí sabe que nuestra política esta mucho más supeditada a la opinión de los ciudadanos y que los españoles estamos conmocionados por la catástrofe que padece Galicia.

El País , de hecho, ya detectó hace unos meses cual era el verdadero problema para lograr que se contentara a Rabat. No se trataba de la "firmeza" del Gobierno del PP; lo sabia lo suficientemente pusilánime como para dar su aprobación a la cándida Ana Palacio. Tampoco constituía un verdadera traba el resto de los medios de comunicación españoles que, con Ansón a la cabeza, ponían sistemáticamente paños calientes ante la desfachatez de Rabat. El País lo que detectó es que los sondeos mostraban que, pese a todo, los ciudadanos españoles mostraban un justificadísimo hartazgo y contundente rechazo a Marruecos. Por eso hace unos meses su editorial confesó que la verdadera campaña por hacer era cambiar la imagen que los españoles tenía del "país vecino" y modificar su ancestral "recelo al moro".

No contento con deningrar como muestra de racismo el justificadísimo rechazo que mostraba la intolerable política de Rabat hacia nuestro país, El País ha encontrado una forma de lograr que Rabat logre algo de simpatía de los españoles sin tener que renunciar a sus objetivos. Y esa oportunidad se la ha brindado el Prestige y la sensibilidad de todos los españoles ante ese drama que padece Galicia.

La maniobra de Rabat es hábil, tanto como para sospechar que el lince de Polanco esté detrás de ella. Si Prisa ha utilizado al Prestige para tratar de favorecer electoralmente al PSOE, bien puede intentar lo mismo en favor de Rabat.

Al margen de la posible autoría, que habrá tiempo para comprobar, lo que ya no es una hipótesis sino una innegable muestra de sentido comun es considerar, con El Mundo , que el pasado de la política de Marruecos contra nuestro país "no puede pasar tan fácilmente a la categoría de los malos recuerdos cuando aun está muy lejos de quedar claro que este nuevo y enésimo cambio de rumbo diplomático por parte de Marruecos -en víspera de que la ONU reabra en enero la manoseada carpeta saharaui- no sea una nueva jugada táctica: o de consumo interno, o encaminada a forzar la postura española en el alto organismo".

Resumen de prensa

La decisión del gobierno de Marruecos de dejar faenar en sus aguas a 64 barcos afectados por la catástrofe del Prestige, la noticia de que la celda de la que se fugó el dirigente etarra Fernández de Iradi estaba destinada a los borrachos y el derribo iraquí de un avión espía de Estados Unidos en la zona de exclusión aérea son las tres noticias más destacadas en las portadas de prensa de este martes.

ABC publica una entrevista a Ángel Acebes de la que el diario destaca en portada la afirmación del ministro del Interior de que "los etarras no pueden tener beneficios penitenciarios para seguir matando". La Razón denuncia que los jueces García Nicolas, Campos y Prada liberaron a uno de los asesinos de Antonio Molina en contra del fiscal. El País también lleva al poder judicial a portada destacando que dos jueces de vigilancia denuncian a otra juez por favorecer a Mario Conde.

El Mundo y ABC continúan llevando a portada sus campañas particulares contra el presidente de Telefónica y contra el ministro de Trabajo, respectivamente. El primera destaca que "Economía comunicó a Cardenal que siempre comunicó en el BOE los precios del tabaco que determinó Alierta". ABC asegura, por su parte, que Bouygues confirma la autoría del informe confidencial que desveló el "caso Zaplana".

La Razón destaca que un dirigente del PNV llamó "guarros" a los miembros de Basta Ya. El País , por cierto, publica un artículo del miembro de esta plataforma, Fernando Savater, en la que el filósofo vasco trata de justificar su presencia en la manifestación nacionalista contra ETA del pasado domingo.


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