El eje franco-alemán o la tentación de Aznar

Todos los diarios dedican un editorial a la propuesta franco-alemana de crear una presidencia bicéfala para la UE, si bien lo hacen desde diferentes enfoques. El Mundo trata esta iniciativa similar a la auspiciada hace meses por España y Reino Unido como “la gran oportunidad de Aznar” para presidir la Unión Europea. El País la destaca como un necesario “despertar” del eje franco-alemán cuyo liderazgo es conveniente para la Unión Europea. La Razón, por el contrario, relaciona esta iniciativa con el rechazo, también franco-alemán, a la guerra contra Irak sin una nueva resolución de la ONU.

Finalmente, ABC y La Vanguardia se centran en destacar que la propuesta de una presidencia bicéfala es un intento poco concreto de conciliar los intereses de Francia y Alemania: Con la “presidencia de Europa” elegida por los primeros ministros europeos se atendería la posición francesa que aboga por el peso de los Estados y los Gobiernos nacionales: Con “la presidencia de la Comisión” elegida por el Parlamento Europeo se daría satisfacción a los deseos alemanes. Tanto ABC como La Vanguardia destacan, no obstante, que esto no dilucida qué capacidad de iniciativa legislativa se le otorga a la Comisión, qué veto formal dispone el presidente de Europa sobre el de la Comisión, qué competencias tendrá cada uno o ante quien responderán...

La Razón, que titula su editorial “El Eje Madrid-Londres”, trata de mostrar la idea de que el rechazo de Aznar a considerar imprescindible una nueva resolución de la ONU antes de proceder contra Irak —tal y como reclaman Francia y Alemania— se debe a un intento de “responder a las últimas acciones bilaterales de Chirac y Schröder” respecto a la UE. La Razón no sólo silencia así la inicial buena recepción que Aznar ha otorgado a la propuesta franco alemana sino que, por el contrario, considera que Chirac y Schröder “reclaman de una forma indudable para sus países, en exclusiva, el puesto de conductores de la nueva Europa. La escenificación de la cena de ambos en París —continúa críticamente La Razón— donde coordinaron reformas para la UE de las que será difícil disentir, no sólo ha supuesto una falta de cortesía hacia los Quince, sino que es susceptible de interpretarse como una innecesaria muestra de fortaleza que vulnera el propio espíritu de la UE y despierta inútiles recelos al otro lado del Atlántico”.

La Razón silencia también de esta manera que la alineación de Aznar con Estados Unidos respecto a la cuestión iraquí no se produce con posterioridad a esta iniciativa franco-alemana sino que es anterior. Pasando por alto este hecho, La Razón considera que la respuesta sobre Irak de Aznar “no debería malinterpretarse y quedar reducida a una crítica fácil de belicismo sin más, o incluso de antieuropeísmo. En su decisión se advierte una maniobra de mucho mayor calado , pues el Gobierno de España articula así junto a otro socio europeo, como el Reino Unido, un Eje Londres-Madrid, con más que probable extensión a Roma —son bien conocidas las excelentes relaciones, incluso de amistad, que Aznar mantiene con Blair y con Berlusconi— que refuerza el flanco sur occidental”.

Podría pensarse que el diario de Ansón —quien ayer volvió a mostrar su oposición a un ataque contra Sadam Hussein alegando que este sólo es una amenaza para los judios— trata de dar una explicación de por qué el presidente de Gobierno hace de forma tan clamorosa oídos sordos a sus “pacifistas” editoriales sobre Irak.

Si La Razón fuera menos pro gubernamental y un poco más coherente arremetería hoy contra Aznar por desoír ayer de forma tan evidente las canelas finas de Ansón al dejar claro su apoyo a Bush. En lugar de eso, este diario trata de colar la idea de que, con esa posición, Aznar trata de ponerse, "junto a Gran Bretaña e Italia, frente a las últimas maniobras del eje franco-alemán”. Por ahora no parece, sin embargo, que Aznar y Blair hayan recibido mal esas maniobras....

Sin embargo, la tesis de La Razón, aunque suene, o pueda ser de hecho, una maniobra para disimular su nula influencia sobre el presidente en la cuestión iraquí, no va desencaminada al advertir que “la existencia de un contrapeso al poder franco-alemán, lejos de dividir a la UE, es una buena noticia para el futuro de una gran Europa que debe basar una unidad en el equilibrio y el respeto entre todos sus miembros”.

Del “eje franco-alemán” piensa mal y acertarás. Más si El País celebra el “despertar” de esta decadente “pareja”. El hecho es que París y Berlín ciertamente han estado en un innegable letargo mientras era evidente la consolidación de un eje Madrid-Londres más liberalizador y pro atlantista que contaba, además, con una probable extensión a Roma. Este eje había sido el que inicialmente propuso la creación de una presidencia europea, sin que Francia hasta ahora se hubiera sumado a la iniciativa. Parece que con la presidencia bicéfala, París quiere arrastrar a Alemania para que esta presidencia no se cocine al margen del liderazgo de ambos, sino como iniciativa suya.

Evidentemente, como dice El Mundo, “si Aznar alguna vez acarició el sueño de presidir la Europa nacida de la ampliación, ésta es su gran oportunidad”. Sin embargo, no es lo mismo para España y para la revitalización de Europa que la posible presidencia europea de Aznar supusiera —como podría deducirse hace meses— la definitiva consolidación del eje Madrid-Londres a que Aznar logre el cargo aceptando ser un mero ordenanza del eje franco-alemán como podría significar ahora.

Estos “ejes”, además de geográficos, son diferentes alternativas para Europa como se ve no sólo en la diferente forma de entender las relaciones con los Estados Unidos, sino también en los programas políticos. Mientras Londres y Madrid representan una alternativa más liberal para la UE, París y Berlín continúan siendo una rémora más estatista y socialdemócrata para Europa. Renunciar a que Europa se deshaga de ella no debe ser el precio a pagar por ocupar su presidencia. Por mucha vanidad que satisfaga a quien ocupe el cargo.

Resumen de prensa

La solicitud de apoyo de EE UU a la OTAN en caso de guerra contra Irak y el respaldo de España y Reino Unido a la presidencia bicéfala de la Unión Europea son las dos noticias más destacadas en las portadas de prensa de este jueves. La Razón es el único diario en no dar prioridad a una de estas dos noticias y, por el contrario, vuelve a dedicar su principal titular de portada contra la plataforma “Nunca Máis” a la que la Fiscalía ha ordenado investigar por presunta estafa.

Varios diarios destacan también en su portada el acuerdo entre empresarios y sindicatos por el que aceptan, al margen del Gobierno, una subida de los salarios de más del 2 por ciento con cláusula de revisión.

El Mundo resalta “la nutrida misión del PNV a Gibraltar ni siquiera logra ser recibida por Caruana” y destaca la afirmación del portavoz nacionalista, Joseba Egibar de que “España no tiene nada que hacer ni en Gibraltar ni en Euskadi”. La Razón, por su parte, tambien lleva a Caruana a su portada al asegurar que el presidente de Gibraltar anuncia que seguirá aceptando el atraque de petroleros monocasco.

ABC y La Razón destacan la votación en el Parlamento Europeo por la que, por una parte, se aprobó que la UE iguale los derechos de las parejas de hecho a los de los matrimonios —ese es el titular de ABC— y, por otra, se rechazó los matrimonios homosexuales —que es lo que destaca el titular de La Razón—.

ABC informa también de “un inmigrante muerto y trece desaparecidos cuando trataban de llegar a las Canarias”. El Mundo señala que el Gobierno autorizará que aduaneros de EE UU revisen en puertos españoles la carga de los barcos con destino a su país dentro de las medidas de lucha global antiterrorista.

El País destaca que “Brasil premiará con dinero a los analfabetos que aprendan a leer y escrinbir”.

La Vanguardia destaca a tres columnas que “Pujol coge las riendas y varía la estrategia electoral de CiU”, asegurando que “los mensajes incidirán más en el peso de la marca CiU que en el candidato”. El diario catalán publica también un entrevista con Mayor Oreja en la que este asegura que “nunca oficializará” su candidatura a la sucesión de Aznar.

Finalmente, la foto del día en varias portadas muestra al Príncipe de Asturias junto a Hugo Chçavez, Fidel Castro y Lula da Silva que coincidieron ayer en Quito para asistir a la toma de posesión de Lucio Gutiérrez como presidente de Ecuador y donde se acordó la creación del “Grupo de Países Amigos de Venezuela” que intentará encontrar una “solución” a la crisis que padece este país hispanoamericano.