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Amenazas de muerte a Cospedal en Cuenca

En un centro de salud de la ciudad castellano-manchega han aparecido pintadas de "muerte a Cospedal".

En un centro de salud de la ciudad castellano-manchega han aparecido pintadas de "muerte a Cospedal".
Pintada contra Cospedal en Cuenca.

La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha sido amenazada de muerte mediante unas pintadas aparecidas en un centro de salud de la ciudad de Cuenca. Las pintadas aluden a los ajustes en el sector sanitario emprendidos en Castilla-La Mancha, y coinciden en el tiempo con la campaña de acoso contra dirigentes del PP.

La propia Cospedal fue objeto de todo tipo de insultos este miércoles a través de las redes sociales después de que el diario La Vanguardia difundiera unas supuestas declaraciones suyas, después desmentidas por la dirigente popular y sus compañeros.

Según una información firmada por Carmen del Riego, María Dolores de Cospedal había dicho en una reunión de su partido a puerta cerrada que "nuestros votantes dejan de comer antes de no pagar la hipoteca". Inmediatamente, miles de usuarios de Twitter criticaron a la 'número dos' de los populares y le dirigieron duros reproches a través del hashtag  #cospedalhijadeputa". El secretario general de las Juventudes Socialistas de Pinto, Emilio Serrano, llegó a escribir en la red social un tuit que decía: "Las putas insistimos: Cospedal no es nuestra hija". El PP de Pinto ha exigido el cese de Serrano al considerar que "insultos de este tipo no pueden permitirse por parte de un partido político y menos ser realizado por quien ostenta un cargo directivo en el mismo".

La secretaria general del PP se vio obligada a desmentir estas supuestas declaraciones suyas. "Las afirmaciones que hoy se me atribuyen no son ciertas ni textuales, ni responden al espíritu de mi intervención de ayer". Además del desmentido de Cospedal en Twitter, varios diputados del PP consultados por Efe, incluidos miembros de la dirección del grupo parlamentario, negaron que su secretaria general pronunciara esas palabras.

La propia periodista de La Vanguardia tuvo que retractarse de su propia información tras admitir que la frase entrecomillada "dejan de comer" no era literal, sino que era el "espíritu de la cita" pronunciada en una reunión en la que ni siquiera estuvo.

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