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'El País' pide cabezas en UGT y se pitorrea de las víctimas

Escalofriantes portadas con las fotos de los asesinos y violadores que han salido a la calle.

El Mundo abre su portada con el recibimiento a uno de los etarras en su pueblo. "Gritaban aúpa Xabi con cohetes y antorchas como en las fiestas". "Un testigo presencial relata el homenaje al etarra que asesinó a un niño de 2 años. Es el quinto caso denunciado y Rajoy promete que no habrá más". Ah, si lo ha prometido Rajoy nos quedamos más tranquilos. Ilustra el periódico la foto de "los asesinos de Anabel Segura y Olga Sangrador, también libres" por obra y gracia del Tribunal de Derechos Humanos, con unas greñas que asustan al miedo. Victoria Prego, siempre tan optimista, ve el lado bueno. "Lo más execrable de nuestra población de reclusos está saliendo a la calle y lo único que mitiga levemente nuestra indignación es comprobar que la mayoría son unos viejos". Anda, mira pues es verdad, visto así...

Pedro J. se escandaliza con el homenaje al etarra y dice que "hay que ser muy fanático para actuar de esa manera". Ya te digo, Pedro, fíjate si son fanáticos que matan. "El gobierno ya debería haber adoptado medidas para impedir su celebración, pero ahora tiene que tomar la iniciativa con todos los medios legales y policiales de los que dispone", que "una cosa es que salga de la cárcel y otra que se jacten de su crímenes y se rían de las victimas".

Cuenta El Mundo en portada que "Tomás Gómez deja el Senado en protesta por el reparto del Poder Judicial". ¡Pero qué me dices! ¿Ha renunciado a uno de sus varios sueldos? ¿En vísperas de Navidad? Pero Tomás ¿tú te lo has pensado bien? Lo mismo tienes que rechazar alguna mariscada.

El País dice que "Interior rebaja las multas de la ley de seguridad ante las protestas" y destaca en portada una frase de Madina. "Madina, al ministro: el proyecto será derogado y usted está derrotado". Brillante, pero brillante, qué pedazo de discurso, sin haberlo preparado le ha salido un pareado, no me extraña que El País lo destaque en portada. ¿Estará el periódico haciendo campaña por el socialista vasco como sustituto de Rubalcaba?

¡Notición! El País lleva en portada la corrupción en UGT. "El escándalo de las facturas acorrala a la cúpula de UGT en Andalucía. Aumenta la presión para que dimita el líder regional del sindicato". Huele a muerto. Parece que como a Cándido Méndez no le hace ni pajolero caso ha pedido ayuda a Cebrián para que lo echen. "UGT comienza a mover ficha en Andalucía, pero lentamente", dicen con toda su cara dura el periódico que no ha dicho ni mu del asunto en meses.

Hoy El País se siente periódico e informa de las excarcelaciones a chorro por la doctrina Parot. "Salen los otros bárbaros de lo 90". "La salida de prisión de etarras -no de golpe en un autobús, como temían las asociaciones de víctimas, pero sí de una docena larga por semana en varios microbuses-", dice. ¿Encima con recochineo?

Y ya para terminar el día tan rarito que tiene hoy El País va y se vuelve turuleta en el editorial. Después de decir el otro día que la forma de selección de jueces era la repanocha porque refleja la soberanía popular, hoy se lían la manta a la cabeza y lo ponen a caer de un burro. "Repartirse las instituciones por lotes partidistas colabora muy poco a alimentar la confianza en la independencia judicial, y mucho a engrosar el escepticismo hacia la política (…) La predeterminación de los nombres sometidos a la cámara por cuotas partidistas cuestiona la credibilidad del órgano encargado de gobernar el tercer poder el Estado". "La confusión de la voluntad del Parlamento, en tanto que institución, con los acuerdos entre partidos es corrosivo para el prestigio de la democracia". Confusión la que tenéis vosotros. O es que alguien no se ha tomado hoy la medicación.

ABC dice que "nadie entiende que salgan libres los asesinos de Anabel Segura y Olga Sangrador". "Un día cualquiera en España. Etarras, violadores, pederastas y asesinos en serie vuelven las calles. En manada". ¿Y por que no los mandamos a las casas de los listos de Estrasburgo? A modo de regalo por Navidad. Hoy editorializa ABC sobre la lista negra del CAC y pide "el cierre del Consejo Audiovisual Catalán por perseguir a periodistas". "No solo constituye una burda infamia, sino que además representa un mecanismo de censura y coacción institucional completamente inaceptable en un Estado democrático y de Derecho". Albiac, uno de los de los periodistas amenazados por CiU, se parte de la risa porque han escrito mal su nombre y le han llamado "Albiach". "Parece que a ese tal Albiach le habría provocado una sonora carcajada el hallazgo de cierto erudito catalán según el cual El Quijote, lejos de haberlo escrito Miguel de Cervantes Saavedra, habría sido la mala traducción castellana de un libro que escribió en catalán un hijo local. De nombre Miquel de Servet. Al CAC, la risa de ese Albiach se le hace presunto delito de incitación al odio y a la violencia catalanofobia". Jua, jua, para mondarse.

Y me entero por ABC que Tomás Gómez "no cobraba sueldo como senador". ¡Ángela María!, eso ya me cuadra más. "Los senadores elegidos por los parlamentos autonómicos tienen que optar a su llegada entre lo que perciben en su cámara regional y el sueldo de senador. Y Gómez optó por lo primero". O sea, que lo que ha hecho es un paripé para tocarle las narices a Rubalcaba sin que le cueste un duro.

La Razón habla de los "sobres en negro de UGT". "Un ex alto cargo del sindicato denuncia que le ofrecieron cobrar en B por conseguir delegados para Cataluña". Marhuenda dice que arrieritos somos. "Se impone a la dirección de la UGT la misma linea de actuación que ellos reclaman con rigor ante las denuncias de corrupción atribuidas a otros". "Cándido Méndez lleva demasiado tiempo escudándose en excusas pueriles y victimistas, que ya nadie cree, ni siquiera sus propios afiliados".

La Gaceta ha preferido poner la foto del flamante CGPJ. "A esto le llaman independencia judicial", clama. "Los nuevos vocales del CGPJ, recién renovado tras el acuerdo PP-PSOE, hacen de este órgano constitucional el mas politizado de la democracia". "El incumplimiento es flagrante y clamoroso, y no cabe alegar, como en política económica, que las cifras encontradas al llegar al poder obligaron a poner entre paréntesis el programa si se quería salvar al país". Hombre, puestos a incumplir es mejor hacerlo a lo grande, que se note.

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