En su declaración ante el juez Castro, la infanta Cristina se presentó varias veces a sí misma como una esposa que desconocía cómo se hacían los pagos en su casa, de dónde procedía el dinero e, incluso, a qué se dedicaba su esposo. La descripción que hace de sí misma recuerda a las palabras que dijo el fiscal Horrach en la entrevista en Vanity Fair, en la que daba credibilidad a que una mujer no conociera "los líos económicos" de su marido.
El desconocimiento de la infanta sobre Urdangarín llega al punto de que dice que algunas firmas de las actas de Aizoon no le parecían de su marido. Tampoco conoce algunos aspectos más domésticos. En un momento del interrogatorio, le preguntan a la infanta si sabe su marido tiene "moto" o "coche" y ella contesta: "Ahora no creo".
La infanta afirma que confía "plenamente" en su esposo en varias ocasiones y deja claro cuál era su rol en el matrimonio: "Yo me ocupaba de los niños, sus actividades, de la escuela y de todo lo que tenía que ver con ellos, con médicos y demás, y mi marido se ocupaba de toda la parte de los gastos". En otro momento, preguntada por las actividades del duque, contesta que "en verano me dedico a mis hijos".
Doña Cristina insiste en su ignorancia absoluta sobre la gestión de los gastos en el interrogatorio sobre las facturas. También apunta que no sabía nada de la actividad profesional del duque de Palma. Llega a decir que "nunca" hablaban de Nóos. Tampoco de sus proyectos. Cuando el juez le interroga sobre el Valencia Summit, indica que lo conocía "puesto que tenía que desplazarse a Valencia, pero lo sé como condición de esposa, no por lo que conlleva el proyecto". También cuenta que no sabe si hubo reuniones con Camps y Barberá: "No, no me dijo".
Sobre otro proyecto, el Illes Balears Forum, la infanta cuenta que sabía que tenía "ese gran proyecto" y que a ellos se debían "sus viajes y sus movimientos de casa". "Como mujer sabía que se tenía que desplazar, pero no sé el contenido".