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Nerea Llanos, avalada desde Dublín como número dos de Quiroga

El PP vasco intenta cerrar su crisis con el nombre de Nerea Llanos como sustituta de Iñaki Oyarzábal.

El PP vasco intenta cerrar su crisis con el nombre de Nerea Llanos como sustituta de Iñaki Oyarzábal.

Arantza Quiroga se impone, y podría haber consecuencias en las votaciones del congreso extraordinario. Elige como número dos a Nerea Llanos, de Vizcaya, su favorita desde el principio. "Son íntimas", en voz de un alto cargo. Aunque se ofreció una fotografía de unidad, la de Quiroga rodeada por los líderes provinciales, las partes implicadas transmiten que la brecha no está cerrada del todo y el parche puede ser insuficiente.

La batalla interna se decantó a favor de Quiroga en Dublín. María Dolores de Cospedal mandó un mensaje muy claro: "Hay una persona que se ha presentado y que tiene formar un equipo de confianza". Esto es, se posicionaba claramente a su lado, frente a Alfonso Alonso, responsable de la poderosa estructura de Álava, que hasta entonces no se daba por vencido en sus pretensiones.

Fue hablar Cospedal y se precipitaron los acontecimientos. Alonso dio un paso atrás. "No voy a hablar de presiones", dijo la secretaria general, preguntada expresamente por el portavoz del Grupo Popular, el hombre de Soraya Sáenz de Santamaría en el País Vasco. Pero en la formación regional todo el mundo le entendió, y Quiroga se vio más fuerte.

Llanos siempre estuvo en las quinielas. Desde el principio fue la favorita de Quiroga, pero Alonso se oponía de forma tajante; a su juicio, una vez se le "cortaba un brazo" a Iñaki Oyarzábal, el número dos debía seguir siendo de Álava, y con peso. Así lo defendió hasta el final, en una semana en la que dejó el Congreso para dedicarse al 100% en la crisis del partido, pero las presiones fueron enormes, y cedió.

Parlamentaria en la Cámara vasca desde 2011, concejal en Galdácano varias legislaturas, Llanos ha ido ganando peso y dándose a conocer en el partido a nivel nacional; de hecho, en los últimos cónclaves era presentada por el ahora denostado Oyarzábal y también por Quiroga. Varios dirigentes, al conocer su nombre, coincidieron: "Gana ella".

De Andrés, número tres

Como premio de consolación, Alonso coloca a Javier de Andrés, diputado general de Álava y su apuesta, como vicesecretario general. Será el número tres. También de Álava es Laura Garrido, que se convierte en portavoz de la formación. Los tres presidentes (además de Alonso, Antón Damborenea -Vizcaya- y Borja Sémper -Guipúzcoa-) serán vicesecretarios.

"Consenso", fue la palabra más repetida. En la dirección nacional, se hablaba de "equilibrios" para que todos estuvieran "contentos". Llanos asume el cargo con "el respaldo de toda la organización", según Quiroga, en una rueda de prensa convocada de urgencia. Pero cargos de Álava consultados por este diario avanzaron que la designación de la nueva dirección podría tener consecuencias en las urnas. "Votos en blanco", deslizaron, aunque todavía queda tiempo de aquí al sábado -el congreso empieza finalmente el viernes por la tarde- para templar los ánimos.

Así, Mariano Rajoy encontrará el sábado a un partido sin problemas internos aparentes. Quiroga le comunicó a Alonso su decisión y éste aceptó, lo que no significa que estuviera de acuerdo. "Había que sacar esto adelante", en aras del consenso. Damborenea cree que ha ganado él, porque siempre defendió que el número dos debía ser de Vizcaya y maniobró para apartar a Oyarzábal.

Cargos importantes del PP vasco admiten que ahora habrá que "trabajar mucho" para recomponer las relaciones políticas "y personales". Tal y como avanzó este diario, Antonio Basagoiti estará en el cónclave y tratará de templar los ánimos. De primeras, Oyarzábal, Alonso y también Javier Maroto -el alcalde de Vitoria- parecen derrotados.

"No ha habido ningún amago de dimisión, eso no es verdad", afirmó Cospedal, intentando dar la impresión de que Quiroga está fuerte. El miércoles, algunas fuentes sugirieron que la tensión había llegado a máximos y la líder regional había amagado con "irse" a casa. El portazo de Manuel Uriarte, tras presiones "e incluso amenazas", marcó un punto de inflexión. Hasta el sábado, cuando clausure Rajoy el congreso, los populares tratarán de zanjar la grave crisis interna.

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