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Carlos Sainz conduce un carro de combate Leopardo 2E del Ejército de Tierra

El piloto destaca su "admiración por los que luchan por España".

El piloto destaca su "admiración por los que luchan por España".
Sainz, con un Leopardo 2E

"¡Misión cumplida, con esto voy al Dakar y arraso!". El bicampeón del mundo de Rallys y vencedor de un Dakar, Carlos Sainz, se estrenó este martes como asesor de la Brigada Acorazada Guadarrama XII (BRIAC XII) del Ejército de Tierra, y lo hizo no sólo intercambiando experiencias con los militares, sino también probándose a los mandos de un carro de combate Leopardo 2E, el más potente con el que cuentan las Fuerzas Armadas españolas.

La jornada comenzó en la base de El Goloso, ubicada en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, donde el general José Conde presentó al piloto español ante un aforo repleto de militares, y en la que explicó que la idea de contar con Carlos Sainz como asesor de la brigada surgió de la necesidad de adaptarse cada vez más a escenarios desérticos, ante las nuevas misiones que se están llevando a cabo en este tipo de áreas (Afganistán, Mali, Somalia/Yibuti o República Centroafricana) en los últimos años.

También indicó que su objetivo es crear un espacio de conocimientos compartidos, de manera que tanto las tripulaciones de los vehículos acorazados, como los encargados de su mantenimiento puedan mejorar la eficiencia de los sistemas de armas de gran potencia, tonelaje y complejidad que manejan en la adversa climatología de los territorios áridos. La función de Carlos Sainz sería la de asesorar en materias como la alimentación y la hidratación en este tipo de ambientes.

El piloto español explicó entonces a los militares allí congregados algunas de sus experiencias en ambientes desérticos durante su dilatada trayectoria profesional y, exactamente, dos ocasiones en las que llevó a situaciones casi límites de deshidratación, hasta el punto de que tuvieron que proporcionarle suero y les explicó algunos de los trucos que tiene para prevenir este problema.

De la teoría, se pasó a la práctica. Desde el recinto de El Goloso se desplazó entonces la comitiva hasta un cercano campo de maniobras, donde el bicampeón mundial se puso a las mandos de un carro de combate Leopardo 2E, para lo que el piloto español había estado ensayando durante buena parte de la mañana en el simulador que hay en la base militar. Allí probó in situ una máquina de 62 toneladas de peso, casi 1.600 caballos de potencia, una velocidad máxima de 70 Km/h y la capacidad de disparar 42 proyectiles con una cañón de 120 milímetros.

"Ha sido impresionante y espectacular, gracias por darme la oportunidad", dijo el piloto desde el interior del propio carro de combate tras hacer su prueba de conducción. "Desde fuera parece un vehículo muy rudimentario pero por dentro es altamente tecnológico. Ves el exterior a través de pantallas y espejos", continuó, tras lo que reconoció que en su interior "da un poco sensación de claustrofobia".

Carlos Sainz se mostró "impresionado por las sensaciones de un carro de combate" y dijo que "a partir de ahora voy a valorar mucho más el trabajo que realizan las Fuerzas Armadas". "Mi admiración por los que luchan por España. Es destacable la preparación que tienen para defender a todos los españoles. Te das cuenta de que esto no es un juego. Aquí hay mucho más", aseguró.

El piloto realizó las pruebas vestido con un uniforme del Ejército de Tierra, en su versión boscosa, pese a que el resto de los militares llevaban la versión árida del mismo, y confesó que "no dudó ni un momento" cuando le llamaron del Ejército de Tierra, porque es "un orgullo colaborar y aportar un pequeño granito de arena".

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