A El Mundo se le va a partir la espalda con tanta reverencia. "Adiós al Rey de la democracia", titula llorosa Victoria Prego. "Don Juan Carlos sanciona hoy su última ley, la de su abdicación, para poner fin a un reinado de 39 años, el mejor periodo de la Historia de España", dice. Y de la Humanidad, mujer, tú no te cortes. "El último acto del mejor Rey", titula en el interior por si no había quedado claro en la portada. "Ha estado siempre donde se le esperaba y ha cumplido con excelencia su papel". Majestad, perdónales lo de la niña, no sabían lo que hacían. "Un breve adiós y una jura solemne", dice otro titular. ¿Breve adiós? ¿Es una ironía, no?
En un largo editorial, Casimiro García Abadillo completa la sobada de lomo de Victoria Prego y le perdona al Rey sus pecados. "Quizá ahora veamos sobredimensionada la última etapa del reinado, pero las equivocaciones de Don Juan Carlos no van a ocupar un lugar preponderante en la Historia de España. Sí lo hará, en cambio, su aportación a la libertad y al bienestar de los españoles y su preocupación porque la democracia se asentara en nuestro país".
Federico Jiménez Losantos hace de contrapeso con una columna crítica con Don Juan Carlos, algo exótico en estos días. No le parece bien que el Rey no vaya a la proclamación de su hijo. Cuenta la anécdota de Blair arrastrando a la Reina Isabel II al entierro de Lady Di contra su voluntad. "Rajoy debería haber tomado ejemplo de Blair para imponer al Rey la conducta que, tras su súbita abdicación, requería la dignidad nacional, representada en las Cortes. Sobraban el numerito del fajín y el del guateque abdicatorio. Y, por supuesto, debía haber estado con la reina Sofía, Elena y las infantas Pilar y Margarita en primera fila, presenciando la proclamación de su hijo como rey de España. No sólo para ahorrarnos ese feo alarde de rencor viejuno sino por respeto a las Cortes, símbolo -ellas, no la Corona- de la soberanía nacional. Ni merecía el príncipe este desplante ni, sobre todo, lo merecía España". Raúl del Pozo estuvo en el guateque y cuenta que Juan Carlos estaba "de excelente humor (…) Creo que el cambio de guardia va a transcurrir entre el estrépito de perros zalameros entre cenas y cócteles". Qué ojo tienes Raúl.
La Razón anuncia que "el gobierno concretará este viernes la fórmula para aforar el Rey". Y es que Marhuenda no se fía un pelo de Cayo, otro aforado. "El aforamiento de don Juan Carlos es una cuestión urgente y de gran importancia. En un contexto en el que el republicanismo ha encontrado su versión más callejera y populista es necesaria una protección jurídica del todavía Rey en un futuro". Que estos te montan un lío por menos de nada. Francisco Marhuenda se despide del Rey en un artículo firmado que está muy bien para un libro de Historia. Lo más actual que dice es que "Don Juan Carlos deja la jefatura del Estado cuando España es uno de los grandes países del mundo y con una estabilidad que permite afrontar el futuro con un prudente optimismo". Malo. Si Marhuenda habla de prudente optimismo con Rajoy en el gobierno, malo.
El País abre con Irak, qué quieren que les diga, ellos son así. "El levantamiento yihadista en Irak llega a las puertas de Bagdad". A el periódico de Prisa le está quitando el sueño Podemos. Si ayer llevaba en portada una entrevista con Pablo Iglesias, hoy dice que "una fundación próxima a Podemos recibió 3,7 millones de Venezuela. El Gobierno de Chávez fue cliente de CEPS durante una década". Como estos chicos sólo se leen a sí mismos no se habían enterado de que la noticia de que el chavismo financia a Podemos se ha dicho ya hasta la saciedad. En el interior le dedica nada menos que una doble página, lo que da medida de la preocupación que embarga a Cebrián. "Pablo Iglesias niega vínculos financieros entre CEPS y el partido que lidera". Los periodistas de Prisa, los últimos en enterarse. Pero corazones, si eso lo sabe ya hasta el Tato.
El otro asunto que ensombrece su semblante es el PSC, mucho más que el PSOE. "Iceta neutraliza el ala soberanista para asegurar el liderazgo del PSC". "Los candidatos del PSOE mantienen el objetivo de una España federal", a ver si a alguno de los pipiolos se le va a ocurrir sacar los pies del tiesto.
"Adiós agradecido del Rey a las instituciones", dice ABC. Recuerda a los bises de los conciertos, cuando se van, vuelven, cantan otra canción, se van, vuelven, cantan otra canción, y así varias veces. Jaime González tiene un regalo para Gistau. Una columna cursi, pero cursi. Mira Gistau, mira. "Desde que anunciara su intención de abdicar la Corona, los ojos del Rey me han servido de guía para tratar de ascultar su interior. En ellos está todo lo que soy capaz de intuir al margen del rigor del protocolo: las luces y las sombras de 39 años de reinado se proyectan en sus pupilas a modo de relato existencial o resumen vívido de un época que toda a su fin". ¿Qué? ¿Cómo va ese azúcar? Un poquito más. "En los ojos de Don Juan Carlos hay una mezcla de todos los sentimientos: alegría, tristeza, confianza, esperanza, amargura, orgullo, gratitud y nostalgia". Venga, la última cucharadita. "Reconozco que nada ha servido tanto de estímulo a mis emociones que la mirada del Rey: reforzada a veces, pero también presa de una humana zozobra. O perdida en un mar de sensaciones cruzadas. Las mismas que me invaden desde el momento en que anunció su retirada". Ya lo dejo, no quiero ser cruel.
La Vanguardia le dedica al Rey el editorial más largo de toda la prensa. Un ladrillazo de cuidado en el que hace un repaso de la historia mundial de los años setenta. "Don Juan Carlos se va sabiendo interpretar el signo de los tiempos (...) El balance de la monarquía constitucional es altamente positivo (...) Las luces largas muestran el reinado de don Juan Carlos como un éxito de la sociedad española. La más venturosa etapa de la España y la Catalunya modernas. Luces largas. En días como hoy hay que encenderlas". Pues no se crean, que todavía queda, que yo haya contado, un último adiós. Mañana más.