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El PP suple la falta de medidas concretas con ataques a Podemos

Rajoy podría hacer algún anuncio este sábado. "El término casta lo utilizaba sistemáticamente Hitler", advirtió el PP sobre Pablo Iglesias.

El Partido Popular suplió la falta de medidas concretas en el capítulo de regeneración democrática con una contundente respuesta a Pablo Iglesias y sus postulados. La izquierda se mueve "entre el populismo bolivariano de un telepredicador que quiere subvertir nuestra democracia y las que quieren sustituir las ideas de un partido por las ocurrencias personales surgidas al albur de una campaña electoral y acomplejados por el ascenso de la extrema izquierda", resumió Carlos Floriano, número tres de la formación.

Bastó la advertencia de Soraya Sáenz de Santamaría sobre los populismos y la petición de dar la batalla de Esperanza Aguirre para que Podemos dejara de centrar las conversaciones de pasillo para ocupar parte de las intervenciones de los oradores en la segunda jornada de la Escuela de Verano, que se celebra en un camping de El Escorial. "El término casta, del que se ha apropiado Podemos, lo utilizaba sistemáticamente y fundamentalmente Hitler y sus aliados para referirse a todos aquellos que guardan sensatez política", destacó José María Beneyto, el coordinador de Estudios del partido.

Floriano fue el primero en disparar contra Podemos. "Pretenden establecer una legitimidad fuera de las urnas, de las instituciones, una suerte de legitimación que se encuentra en las barricadas, en quienes gritan e insultan en grupo y en quienes rodean nuestras casas", alertó, aunque sin citar a nadie. "¿Dirían lo mismo si quienes convocasen a rodear el Parlamento, deslegitimase el resultado de las urnas, llamase casta a los elegidos democráticamente o justificase la violencia ejercida por ellos fuese un pretendido líder de la extrema derecha?", insistió en el marco de un discurso de perfil muy político.

Le siguió Antonio López-Istúriz, que sí se refirió a Iglesias expresamente: "yo sí defiendo la libertad" de los medios frente a lo que dice "la estrella Pablo Iglesias". Era censurar a Podemos y el auditorio instintivamente aplaudía. Y, aunque la mayoría de referencias eran veladas, el giro del partido fue evidente.

López-Istúriz insistió: "¿Cuál es la novedad?", se preguntó tras repasar los titulares de que Iglesias "no cobra la pensión de la Unión Europea" o "come en la cantina"."Yo y otros muchos compañeros lo llevamos haciendo esta vida sin ser noticia", sentenció. Según los eurodiputados del PP, Iglesias el primer día fue a Bruselas "en low cost" pero "ya utiliza Iberia".

"Quienes imitan a otras fuerzas estarán condenados al fracaso", afirmó Javier Arenas en relación al PSOE. En línea, Alfonso Alonso criticó la "inconsistencia" del principal partido de la oposición ante los "vientos del populismo". Y citó dos tipos de populismo: el de una "extrema izquierda" que defiende una "utopía" que requeriría "destruir el sistema" y el de los soberanistas catalanas, que pretenden vender la idea de que "si Cataluña es independiente todo el mundo será feliz, no habrá problemas y no habrá deudas".

Mientras, José Manuel Barreiro –portavoz del PP en el Senado- o José Antonio Bermúdez de Castro -secretario general de los populares en el Congreso- abogaron por apuntalar el sistema. "Es una irresponsabilidad enorme cuestionar todos los días la arquitectura de nuestro Estado", dijo el primero. "La regeneración democrática no pasa por destruir el sistema sino mejorarlo", añadió el segundo.

El debate ideológico, que se dio durante toda la jornada ante un reducido número de asistentes –alrededor de un centenar de simpatizantes, la mayoría jóvenes-, ocultó la falta de concreciones sobre la agenda de calidad democrática anunciada por Mariano Rajoy en el último Comité Ejecutivo. "Algún anuncio hará el presidente", deslizaban desde la dirección aunque, recalcaron, las reformas propiamente dichas llegarán en septiembre.

Pocas medidas concretas

Desde primera hora, el PP echó agua a las enormes expectativas creadas. "Es verdad que no ha habido grandes titulares", en confesión de un alto cargo popular. En todo caso, Floriano sí dejó algunas pistas, amén de que Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal dieran a entender la intención de reformar la ley electoral con o sin el apoyo del PSOE, que se antoja prácticamente imposible.

El partido, avanzó el número tres del partido, pretende la reducción de las campañas electorales de quince a diez días y la firma de un compromiso contra la corrupción por parte de los cargos electos en las diversas administraciones -algo de lo que ya se habló antes de las últimas elecciones generales-. Se van a analizar y describir los riesgos de corrupción que existen, cómo detectarlos, en qué procedimientos se dan y los mecanismos de control que se pueden adoptar, según radiografió.

Floriano también tocó otros palos, pero para reiterar que el debate está abierto. Así, consideró que sería "bueno" delimitar con el PSOE el momento en que debe ser apartado un cargo público -el PP aboga porque sea en la apertura del juicio oral-, reducir el número de aforados y limitar la "impunidad parlamentaria" o reducir el número de diputados autonómicos.

"Podemos discutir el procedimiento para que sea así y el debate está sobre la mesa, pero no podemos seguir permitiendo que se cambie la voluntad popular por intereses que muchas veces no responden al interés general", destacó Floriano. Según la dirección nacional, el detalle del plan de regeneración estará tras las vacaciones. Si bien, Rajoy clausurará el foro este sábado y se espera un discurso "contundente".

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