El pasado mes de abril fue uno de los meses más agitados en materia de negociaciones entre los partidos. Tras las elecciones del pasado 20 de diciembre de 2015, se planteó un escenario muy complejo en el que, tras semanas de conversaciones, PSOE y Ciudadanos llegaron a un acuerdo. Fue entonces cuando Podemos, con ese pacto entre las manos, tuvo que decidir si votaba 'no' a un presidente socialista, o se abstenían y acercaban a Pedro Sánchez a la Moncloa. En aquel momento pareció que en Podemos todos tenían clara su respuesta: un "no" a cualquier tipo de acuerdo con los de Albert Rivera, pero no fue así.
Un sector "minoritario" de la formación morada, cercano a Iñigo Errejón, aunque él no llegó a manifestarse claramente para apoyar esa propuesta, planteó en el Consejo Ciudadano de Podemos del 2 de abril de 2016 una "abstención técnica" a aquel acuerdo entre PSOE y C's.
En aquella reunión de la cúpula de Podemos, se vivieron momentos de acalorada discusión cuando varios miembros de la formación realizaron esta propuesta. La mayoría de la dirección del partido no vio con buenos ojos esta iniciativa de "abstención técnica". Muchos de ellos, ya miraban a unas segundas elecciones.
Así las cosas, la postura que defendieron la inmensa mayoría de los dirigentes de Podemos y, en especial Pablo Iglesias, fue la de dar un "no rotundo" al pacto con C's e intentarlo con las fuerzas separatistas para que "el que se abstuviera fuera Rivera".
Días después, el pasado 7 de abril, se celebró la reunión a tres entre PSOE, Ciudadanos y Podemos, en la que los socialistas se mostraban esperanzados en conseguir la abstención de los de Iglesias. Algo que, en aquel momento, pareció imposible pero que ahora conocemos que algunos, muy pocos, llegaron a plantear en Princesa.
Esta pocas voces discrepantes no dejaron tranquilo al líder de Podemos que, viendo que no había un consenso completo en su dirección, decidió consultar a sus bases. Del 14 al 16 de abril el partido morado preguntó a sus inscritos.
El resultado fue un aplastante "no" de las bases al pacto PSOE- Ciudadanos. Así, Iglesias vio respaldada su tesis y calló las pocas voces que llegaron a plantear esa "abstención técnica".
Tras el 26-J
Zanjado este capítulo, tras las elecciones del 26 de junio, se han vuelto a vivir discrepancias en la dirección de Podemos entre los que quieren ser más dóciles con el PSOE y los que, en cambio, quieren un trato más igualitario.
Mientras que los pablistas defienden un trato de "igual a igual" con los socialistas y quieren pedir "entrar a formar parte de un complicado ejecutivo con los dirigentes del PSOE si se da el caso, hay otros en el partido morado que son más permisivos y que han planteado "dar el sí a Sanchez" sin entrar en un hipotético gobierno. Eso sí, a cambio de un acuerdo programático. Esta discusión, también acalorada, se vivió en el último Consejo Ciudadano del partido.
Pero se trata de un punto que el sector más cercano a Pablo Iglesias descarta y para ello, ponen como ejemplo lo que le ha sucedido a Pablo Echenique en Aragón. Allí, explican, Podemos no entró en el Gobierno de Javier Lambán y el socialista "no ha cumplido" gran parte de los compromisos a los que llegó con los morados y que le convirtieron en presidente.