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Susana Díaz no podrá compaginar Junta y Ferraz si es que gana las primarias

La oposición andaluza en bloque y sus adversarios internos lo demandan.

La oposición andaluza en bloque y sus adversarios internos lo demandan.
Susana Díaz | EFE

Tal vez fue lo único que quedó claro en el debate celebrado ayer entre los candidatos socialistas a la secretaría general del PSOE. Tanto Patxi López como Pedro Sánchez dejaron bien claro a Susana Díaz que no consentirán que siga siendo presidenta de la Junta de Andalucía si es elegida secretaria general del PSOE. En el Sur, PP andaluz y Podemos insisten en el mismo sentido, mientras Ciudadanos duda y su jefe de filas, Juan Marín, estaría dispuesto a admitir la compatibilidad entre ambos cargos.

De resultar insuperable la presión que ya se está ejerciendo y ante una victoria precaria, está claro que Susana Díaz tendrá que resolver en un tiempo corto su sucesión al frente de la Junta dando paso a un nuevo presidente/a que tampoco habrá sido elegido en las urnas como le ocurrió a ella misma cuando fue designada como sucesora por José Antonio Griñán.

Los medios andaluces se hacen eco hoy de la situación en la que queda la presidenta de la Junta de Andalucía forzada a desencadenar una sucesión entre barones, baronesas y altos cargos de la Junta. Los únicos que parecen pensar que la compatibilidad entre Ferraz y San Telmo son ella misma y José Luis Rodríguez Zapatero.

En el debate de ayer, Patxi López lo dejó meridianamente claro cuando le espetó que el PSOE tiene que tener un secretario/a general "25 horas al día, a la jornada completa, no a media jornada". Sánchez tampoco dejó pasar la ocasión, aunque dio por hecho que Susana Díaz no iba a ganar precisamente porque debía quedarse en Andalucía por el bien del PSOE y que los militantes lo sabían.

De todos modos, Sánchez recordó el caso de María Dolores Cospedal en Castilla la Mancha, que compaginó su cargo de Presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha con la secretaría general del PP y destacó que el entonces secretario general socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió al electorado que condenara a la popular.

En Andalucía la clave se sitúa en Ciudadanos, que es el partido que sostiene a Susana Díaz en la presidencia de la Junta y que ha sido su trampolín político nacional al haberle facilitado y amparado de las consecuencias de una gestión más que discutible y de las repercusiones de unos casos de corrupción sobre los que ni Albert Rivera ni Juan Marín han querido poner la lupa.

Juan Marín ya dejó claro que no veía incompatible ser presidenta de la Junta y tener el mando en Ferraz. Es más, si tal circunstancia no se diera, con el sucesor que fuera al frente de la Junta, Ciudadanos tendría que negociar un nuevo acuerdo para asegurar la estabilidad del gobierno. Pero dentro de su partido, las dudas acerca de la posibilidad de la compatibilidad Junta-Ferraz son muy grandes porque podría repercutir en la apreciación electoral de la formación naranja.

Por ejemplo, la diputada almeriense Marta Bosquet, ya ha señalado a Susana Díaz que es muy importante que en los próximos tiempos su prioridad sea la Junta de Andalucía y que, si no puede ser así, que se "eche a un lado".

El PP andaluz que, por supuesto, sufre amnesia respecto al comportamiento de su secretaria general María Dolores Cospedal, insiste una y otra vez en que Andalucía "no es segundo plato". Incluso ha llegado a hablar de "traición" a los andaluces, no ya si gana, sino desde el mismo momento en que ha aceptado participar en unas primarias que la han hecho desaparecer de Andalucía.

Podemos e IU lo han dejado claro en numerosas ocasiones. Es más, además de señalar la evasión de Susana Díaz de Andalucía, ha traspasado la acusación a su portavoz en la Junta, Miguel Ángel Vázquez, al que señalan como incumplidor de sus funciones en el gobierno andaluz acompañando en la batalla interna a su jefa.

La sucesión en la Junta y en el PSOE andaluz

En fuentes del PSOE andaluz se asegura que el tema de la sucesión en Andalucía ya está resuelto. Sin embargo, si tal cosa es cierta, nadie conoce el nombre del sucesor o sucesora de Susana Díaz y, en todo caso, deberá ser un sucesor designado, no elegido, tanto en el PSOE como en la Junta.

Libertad Digital publicó una lista, no exhaustiva, de pretorianos que podrían aspirar al cargo. Hasta el momento, solo se ha conocido la aspiración difusa del actual secretario provincial de Jaén, Francisco Reyes, el principal sostén de Susana Díaz en el PSOE regional, que ha cumplido el mismo papel que el líder naranja Juan Marín en el ámbito institucional.

Sin embargo, nadie puede olvidarse del curioso caso de Chiqui Jiménez Barrios, rejuvenecido políticamente por Susana Díaz y actualmente vicepresidente de la Junta de Andalucía.

Desde siempre, el cargo de presidente de la Junta, en el PSOE andaluz, ha conllevado el cargo de secretario general del partido en la región, modo con el que se coordinan a la perfección la política institucional y las decisiones orgánicas. Pero, en este caso, no hay quien pueda cumplir ambos requisitos simultáneamente salvo quizá Mario Jiménez, el hasta ahora portavoz de la Gestora, portavoz del Parlamento andaluz, que fue vicesecretario general de Susana Díaz, puesto que fue obligado a dejar. Además, no tiene formación universitaria.

Igualmente, el caso de Juan María Cornejo, hombre clave de Susana en el PSOE andaluz, tiene en su contra la falta de presencia en la Junta de Andalucía. Verónica Pérez no parece madura para tamaña responsabilidad ni tiene formación académica. O sea, no va a ser fácil decidir quién debe hacerse cargo del PSOE andaluz, la más importante agrupación regional del PSOE, y de la Junta de Andalucía, una de las autonomías claves de España.

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