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El rastro del nuevo Faisán llega hasta las puertas de la Moncloa

Fuentes del caso consultadas por LD barajan la hipótesis de que "la filtración de Interior pasara por la Moncloa antes de llegar a los medios".

Fuentes del caso consultadas por LD barajan la hipótesis de que "la filtración de Interior pasara por la Moncloa antes de llegar a los medios".
Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior | Eduardo Parra (Europa Press)

El 4 de mayo de 2006, un chivatazo policial impidió una operación contra el aparato de extorsión de la banda terrorista ETA en el bar Faísán de Irún (Guipúzcoa). Dicho operativo frustrado por un soplo de unos policías a los etarras estaba coordinado por el entonces juez instructor de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska, mientras Alfredo Pérez Rubalcaba dirigía el Ministerio del Interior.

Trece años después, el Faisán sobrevuela otra operación policial de la Audiencia Nacional que pretendía demostrar la conexión directa del ala más radical y violenta de los CDR (Comités de Defensa de la República) con el presidente catalán Quim Torra y con el fugado Carles Puigdemont. Según la investigación, los 7 arrestados querían atentar con explosivos contra una casa cuartel de la Guardia Civil de Barcelona, atacar infraestructuras y asaltar el Parlamento catalán para declarar la independencia tras conocerse la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O.

En el nuevo Faisán, el instructor que ha padecido los efectos negativos del soplo es el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón. Mientras, Fernando Grande Marlaska, víctima del primer Faisán, dirige ahora Interior, Ministerio sospechoso para los investigadores de haber filtrado la información sensible y capital a los medios de comunicación sobre la 'Operación Judas' contra los CDR.

Otra vez el PSOE en el Gobierno, aunque sea en funciones, y otra vez una operación antiterrorista que se va al traste por un chivatazo. Sin embargo, en el nuevo Faisán hay una gran diferencia. La ejecución ha sido más limpia y el filtrador ha sido más inteligente. Sólo ha tenido que remitir la información secreta de la operación a los periodistas.

Esradio y Libertad Digital adelantaban que los investigadores de la causa sospechaban del Ministerio del Interior como origen de la filtración y que será investigada por los Juzgados de Instrucción de Plaza de Castilla (Madrid), al ser los competentes, por un posible delito de revelación de secretos. Sin embargo, todo parece indicar que el vuelo del Faisán no terminó en las puertas del Ministerio del Interior como se pensaba inicialmente.

Fuentes del caso consultadas por LD barajan la hipótesis de que "la filtración de Interior pasara por el Palacio de la Moncloa para hacer una parada antes de llegar a los medios de comunicación". Es decir, Interior tuvo acceso a la información secreta de la Audiencia Nacional, se filtró a la Moncloa y una vez allí, el rastro del nuevo Faisán se pierde hasta que los medios de comunicación publican los autos secretos de la investigación. Este diario se ha puesto en contacto en dos ocasiones diferentes con Interior para conocer su versión de los hechos y sólo ha recibido silencio por parte del departamento de Grande Marlaska.

La Guardia Civil está profundamente indignada ya que una investigación iniciada hace dos años ha sido frustrada por otro chivatazo que supuestamente procedería del Ministerio de Grande Marlaska, que sufrió los efectos del primer Faisán 13 años atrás. En este contexto, se plantean dos hipótesis sobre la filtración. La primera que simplemente fuera una frivolidad y la segunda, más grave, que existieran posibles intereses políticos y electorales.

¿Cuánto durará el vuelo del nuevo Faisán? Fuentes de la investigación se muestran muy pesimistas asegurando que es "muy complicado acreditar la filtración" y que la eventual investigación que se inicie en los Juzgados de Plaza Castilla obtenga algún resultado localizando al 'topo'. Después de todo, con Interior y con Moncloa hemos topado amigo Sancho.

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