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La república bolivariana del PP de Barcelona

Bou, el dirigente impuesto por Génova 13, un verso suelto en la formación conservadora.

Casado, con Bou y Fernández. | Diego Crespo.

A Josep Bou se le ha permitido en el PP lo que no está escrito y mucho más que a Cayetana Álvarez de Toledo. Juega a favor del cabeza de cartel municipal del PP en Barcelona que el Ayuntamiento de la capital catalana no es el Congreso de los Diputados, que el papel de la formación conservadora en Cataluña es casi residual y, por encima de todo, que Bou cuenta con el apoyo de Teodoro García Egea y de Pablo Casado, según se encarga de subrayar cada vez que tiene ocasión.

Bou se alistó en las filas de la resistencia al separatismo a través de "Empresaris de Catalunya" y de ahí dio el salto a la candidatura municipal del PP para Barcelona. En su presentación y como primera providencia presumió de tener diecisiete apellidos catalanes. "Yo me llamo Josep Bou. Y Vila y Costa y Font y Barceló y Fontarnau y Pujals y Cendra y Solé y Berenguer y Solá y Puigdesens. ¡Yo soy catalán!", clamó en esa presentación ante el pasmo de una primera fila formada por Casado, Alejandro Fernández, Andrea Levy y Dolors Montserrat, entre otros dirigentes.

Un exmilitar chavista, jefe de gabinete de Josep Bou, descompone el PP de Barcelona

Ese mismo "argumento" fue el que empleó en contra de Cayetana Álvarez de Toledo y su candidatura por Barcelona en unas inauditas declaraciones: "Los catalanes quieren gente de casa, que tengan, si es posible, apellidos catalanes y que hablen en catalán. Creo que no es la persona oportuna aquí. En cambio, allí en la Meseta es espectacular". Cuestionado por esas palabras, se ratificó en una entrevista en esRadio.

El pasado mes de marzo, Bou aprovechó los malos resultados del PP en las elecciones autonómicas catalanas (tras la intervención de Casado en la emisora del conde de Godó en la que dijo que no estaba de acuerdo con la intervención policial durante el referéndum ilegal) para pedir la dimisión de Alejandro Fernández y su equipo y para remodelar su equipo de colaboradores. Fue en ese instante cuando el exmilitar chavista Luis Barroso cobró protagonismo como jefe de gabinete "oficial" tras una purga en el grupo municipal. La mayoría de los concejales de distrito del PP exigieron la cabeza de Bou, pero Alejandro Fernández bastante tenía en aquellos momentos con preocuparse por su propia testa.

Así las cosas, Bou presume de colaborador exmilitar chavista, de no estar afiliado al PP, de tener el respaldo de la dirección del partido en Madrid y de sus muchos apellidos catalanes.

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