
Mónica Oltra puede tener los días más contados de lo que ella se piensa. El presidente de la Generalidad valenciana, Ximo Puig, está cada día más enfadado y, casi sin disimulo, lo ha dejado claro en sus últimas declaraciones.
Tras un acto en el Centro Cultural La Nau, Puig ha instado a realizar una reflexión "personal y coral" en el seno del gobierno valenciano sobre el futuro de la vicepresidenta Mónica Oltra tras su imputación por el presunto encubrimiento de los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada..
"Esta semana tenemos mucho tiempo de ir concretando, será más pronto que tarde", ha añadido sobre si se decidirá antes de su declaración ante el juez del próximo 6 de julio.
"No podemos fallar a la sociedad valenciana, tenemos que poner por encima de cualquier cosa un proyecto que ha conseguido levantar la hipoteca reputacional de la Comunitat", ha dicho dejando caer que la estabilidad de su Gobierno es más importante que Oltra.
Puig (PSPV) ha recordado que el pacto del Botànic afecta a "muchos actores" y es un acuerdo "sobre todo con la sociedad valenciana". "Estamos en ese proceso de reflexión coral, lo tenemos que hacer con serenidad y desde luego partiendo de la presunción de inocencia y, por supuesto, de los principios de defensa del estado de derecho", ha agregado como para quedar bien.
Pero el detalle que más ha dejado claro el disgusto de Puig con sus socios de Compromís ha sido la cortante y contundente respuesta tras ser preguntado por la fiesta del acto de cierre de filas con Oltra del sábado. "No sé, no estoy para fiestas".
"La reflexión siempre es un estado fundamental para el ser humano, cada uno tiene que hacer su propia reflexión y después compartirla con todos los actores que tienen que decidir. Desde luego, cada uno en el ámbito de su responsabilidad tiene que decidir. Ahí me quedo por hoy, ya he dicho lo que quería decir hasta hoy", ha rematado.
