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Sánchez amenaza a sus barones: el que hable de crisis nacional se quedará sin fondos europeos

Los multimillonarios rescates europeos denominados PERTE se han convertido en mucho más que un mecanismo de inversión frente al COVID.

Los multimillonarios rescates europeos denominados PERTE se han convertido en mucho más que un mecanismo de inversión frente al COVID.
Pedro Sánchez en la Ejecutiva del PSOE | EFE

Pedro Sánchez sabe que a la vuelta de la esquina están las elecciones autonómicas y municipales y el mensaje ha llegado nítido a los barones: tras el desastre del PSOE en Andalucía "no hay crisis nacional". "No es extrapolable ni comparable ese resultado a unas elecciones generales". Porque el que diga lo contrario, verá peligrar las inversiones de los fondos europeos en sus feudos justo antes de las elecciones. Y, si pierden sus territorios, será complicado que puedan seguir criticando a Sánchez.

O conmigo o contra mí. Ese mensaje es la consigna en Ferraz. Y el "conmigo" es con Sánchez. Un mecanismo que debía servir para relanzar la economía -los planes de inversión con fondos de la UE frente al COVID- se ha convertido en un medio de presión interno en las filas socialistas. Porque el que diga lo obvio sale de la foto de los millones. ¿Qué es lo obvio? Pues lo que muchos socialistas afirman off the record: que el batacazo electoral del PSOE en Andalucía no es culpa en exclusiva de Juan Espadas, sino que afecta a toda la era Sánchez, a su desafío constitucional, a su ataque a las instituciones, a sus pactos con proetarras, separatistas y comunistas y a su desastre económico. Pero lo obvio no le interesa a Sánchez. Le interesa acallar las críticas y seguir como si lio pasara nada.

"Durante la campaña se ha visto que el sistema de reforma del recibo de la luz ha fallado y se ha anunciado lo que se van convertir en una subida de cotizaciones sociales para muchos autónomos. ¿Eso ha ayudado a Espadas en Andalucía o lo ha terminado de anclar? ¿Y esas medidas son culpa del PSOE andaluz?", comenta un miembro del Partido Socialista.
Pero eso a Sánchez no le importa. Él sigue su camino y en esa vía necesita el apoyo de comunistas, proetarras y separatistas. Porque, si no, tendría que salir de La Moncloa.
Los datos, sin embargo, son tozudos: No es sólo Espadas el que ha tenido una brutal caída. Lo fue ya Susana Díaz en las anteriores elecciones. Las de diciembre de 2018. Y lo fue ya con un PSOE ligado a los nacionalistas y con un Pedro Sánchez como secretario general y presidente del Gobierno que había logrado su mandato como jefe del Ejecutivo gracias a los votos de los separatistas, comunistas y Bildu.

La evolución es obvia: desde esa época, el socialismo en Andalucía ha perdido 4 de cada 10 votos. Con Susana Díaz perdió 14 escaños y con Espadas, lejos de remontar, pierde otros 3 diputados. Todo un desastre continuado. No aislado. Todo en la era Sánchez, que es la era de los pactos con Bildu, ERC y Podemos. Y que es la era de las recetas económicas fallidas, especialmente con los colectivos a los que ellos mismos denominan, vulnerables.

Pero ese mensaje saldrá caro de repetir delante, o a las espaldas, de Pedro Sánchez. Porque ya todos sus barones saben que la fidelidad ciega al presidente del Gobierno vale, por lo visto, más que mantener los territorios bajo mando socialista.

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