
Con sólo 16 años, Nicolás Atanes, decidió revelarse contra la forma en la que se enseñaba matemáticas. Su pasión por esta disciplina le llevó a fundar hace dos años Virus Mátemático; un movimiento con el que a través de las redes sociales y juegos en la calle, intentan transmitir la importancia de las matemáticas aplicadas en el día a día.
En su primera iniciativa virtual, lograron reunir a 250 chavales. Muchos de ellos, descubrirían a través de sus retos y juegos de mesa, una nueva forma de acercarse a los números. "Queremos crear conciencia de que las matemáticas son importantes pero, también, de que hay que enseñarlas bien", explica Nicolás.
Por eso, también colaboran con "consejeros de educación regionales, con la consejera europea de educación y con asociaciones de profesores de matemáticas" con dos objetivos claros: Por un lado, "que las matemáticas se impartan enseñando al alumno a pensar" y por otro lado, que lleguen a las aulas sin adulterar.
"Todo lo que se incluya en las matemáticas que no sean matemáticas es envoltorio, es aditivo. Creemos que hay preocuparse más de los contenidos en sí y de cómo los acerca a los alumnos el profesor", asegura.
Cuestión de sexos
Sobre todo, cuando la brecha de género que el Gobierno quiere cerrar en esta disciplina, no existe. Lo constata cada día en su aula de la Universidad, Adrián, el coordinador de Virus Matemático en Sevilla: "Me gustaría creer que hay más chicos que chicas en Matemáticas por una cuestión de interés. Al menos en la Universidad de Sevilla la carrera de matemáticas es una en la que más igualdad podemos encontrar y me parecería muy duro que después de todo el trabajo para que la mujer sea libre a la hora de elegir todo siguiera igual".
Un ejemplo de esto es Lucía, la coordinadora del movimiento en Orense: "No conozco a ninguna chica que se haya frenado a la hora de elegir. Es más una cuestión de que la nota de corte es muy alta y que es una carrera qu se junta con grados de informática o ingeniería"
Acabar con la enseñanza mecanizada
Es por esto que esta cuestión nunca ha sido su principal reivindicación. Lo urgente, lo que llevan tratando de contagiar con su virus matemático a los representantes educativos, es un cambio en la forma de enseñar. Para Nicolás, "el modo de enseñanza mecánico de las matemáticas es aburrido y repetitivo. De nada sirve saberse de memoria algo matemático cuando no sabes de dónde viene y por qué ocurre". Y esto sí que frena de verdad. Genera desinterés y entraña dificultad para entender una materia que enseñada de otra forma, resultaría mucho más atractiva y menos temible.
Esta cuestión es lo que genera trastornos como la ansiedad ante la materia o la dislexia matemática, también conocida como discalculia: Un trastorno del aprendizaje que dificulta la comprensión y el manejo de números y cantidades, que afecta a 3 millones de personas en España.
Lucía propone "empezar por acertijos o retos" para, como apunta Nicolás, "enseñar a razonar, a pensar y a saber el por qué de las cosas, que es lo que hacen los matemáticos".
Más exigencia y más exámenes
Y en contra de la nueva corriente ideológica que considera que evaluar a los alumnos genera frustración, ponen en valor la enseñanza para la vida que supone también enfrentarse a un exámen. Es más, Adrián apuesta por "aumentar de forma considerable la cantidad de pruebas de evaluación". Esto va a hacer que los niños normalicen el hecho de enfrentarse a un examen, "que vayan más tranquilos y tengan menos presión porque no se lo juegan todo a una".
A su juicio, es muy importante también que "los niños y niñas no vayan pasando de curso sin tener una buena base porque esto lleva a que se atasquen, no puedan avanzar y fracasen". Y de nuevo, para esto, las matemáticas son su mejor ejemplo: "Si no sabes resolver operaciones combinadas, no puedes ponerte a resolver ecuaciones. Es una pirámide"
Es una cuestión puramente matemática: Rebajar la enseñanza es proporcional a las oportunidades de los alumnos de aprender a pensar y razonar; que es precisamente la importancia de aquellas asignaturas como filosofía o matemáticas que, curiosamente, son las que más fama de inútiles tienen entre el alumnado. Recientemente la cuenta de Virus matemático en Twitter criticaba la frivolidad que se muestra en televisión sobre las matemáticas.
Omar Montes dice que las mates no sirven para nada, poniendo como ejemplo el uso de las raíces cuadradas, una operación cuyo símbolo fue introducido en 1525 por el matemático Christoph Rudolff. Indignante. #OmarMontesEH pic.twitter.com/QF7TmW4vWz
— Virus Matemático (@VirusMatematico) June 21, 2022
Para ellos, esta debería ser la base que sustente la enseñanza y es lo que a través de su movimiento pretenden contagiar con sus juegos en la calle y en redes sociales a los alumnos a los que han renunciando a enseñar los responsables de su educación en nuestro país.

