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Marlaska quiere entregar a la Guardia Civil 6.000 pistolas low cost con una 'ñapa' pese a los fallos en las pruebas

Con un gasto y una deuda pública desbocados, el Gobierno sí escatima en darle medios dignos a la Guardia Civil para ejerce sus funciones.

Con un gasto y una deuda pública desbocados, el Gobierno sí escatima en darle medios dignos a la Guardia Civil para ejerce sus funciones.
Grande-Marlaska en un acto con la Guardia Civil. | Cordon Press

Mientras España acumula 320 millones de euros entregados a Marruecos en cuatro años para que sea Rabat quien, teóricamente, proteja nuestras fronteras, la Guardia Civil no termina de dar crédito a uno de los capítulos más insultantes y denigrantes de los últimos tiempos: Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, con el necesario permiso de Pedro Sánchez, prepara la entrega a la Guardia Civil de 6.000 pistolas low cost, tras haber encargado una reparación de urgencia en todas ellas por el alto nivel de encasquillamiento del arma.

Traducido: el Gobierno va a hacer entrega de unas pistolas baratas con una ñapa. Y es que la reparación se ha revelado como necesaria ante los mediocres resultados de las pistolas en las pruebas realizadas.

Expediente de licitación iniciado en 2020

La historia de este desatino dio comienzo en 2020, cuando la Dirección General de la Guardia Civil gestionó el expediente de licitación para la adquisición de 6.000 pistolas semiautomáticas, de calibre 9mm Parabellum y con la vista puesta en el periodo de tres años comprendidos entre el 2021 y 2023. El objetivo era adquirir un total de 2.000 pistolas cada uno de esos años.

Finalmente resultó adjudicataria del contrato la empresa Guardián Homeland Security S.A., comprometiéndose a aceptar los requisitos establecidos con respecto al suministro de su pistola modelo "Ramón". El licitador fue EMTAN-KARMIEL LTD y está representado en España por Guardián Homeland Security S.A.

El Gobierno, plenamente consciente

Las pruebas de las armas ya se han realizado. Y actualmente el Gobierno tiene pleno conocimiento de la problemática que han generado las nuevas pistolas Ramón de dotación, cuando menos en la zona de pruebas establecida en Pontevedra. Y es que el restallado en la prueba de funcionamiento no ha sido otro que el de un muy elevado número de interrupciones. Es decir, que en la prueba de disparo hasta agotar el cargador el arma ha generado un exceso de interrupciones por encasquillado de la pistola.

Expertos en armas han confirmado a Libertad Digital que este resultado es de una gran importancia: "Hay que resaltar que en una situación que requiera hacer uso del arma de fuego, el tiempo y la rapidez de actuación es crucial para defender la vida de los agentes y de los ciudadanos. Y en esa situación, que una interrupción del arma de fuego pueda repeler una posible agresión, puede convertirse en la causa que provoque que quede gravemente comprometida la vida de las personas".

La ‘ñapa’

A raíz de estos resultados, la historia dio un giro. Y es que, en vez de devolver las pistolas al fabricante, se optó por modificarlas. Todas ellas. Para intentar solucionar un problema de unas pistolas que son nuevas. Representantes de la Dirección General de la Guardia Civil informaron en ese momento sobre el criterio a seguir con el objetivo de intentar ayudar a evitar dichos fallos en el funcionamiento del arma. La supuesta solución ideada pasa por la sustitución de varias piezas del arma: el extractor, el muelle embolo extractor y el cojinete de carga del muelle. Cambios que se deben realizar en todas las armas, hayan dado fallo o no, en la prueba de funcionamiento. Una vez realizada esta reparación de urgencia, las pistolas se volverán a probar para comprobar el estado en el que se encuentra el funcionamiento del arma, ya que, a falta de un estudio o prueba, no se puede saber si estas modificaciones servirán para subsanar las deficiencias en el funcionamiento.

Para colmo de esta peripecia, han sido remitidas a los servicios de armamento de las Comandancias las instrucciones para poder formar al personal destinado "particularmente para el intercambio de las tres piezas actualmente montadas en la pistola". Y, simultáneamente, se ha comunicado ya la preparación de un número importante de estas piezas para poder acometer la reforma de las pistolas.

Pliego de prescripciones técnicas

El pliego de prescripciones técnicas (en adelante ppt) del contrato objeto de licitación establece lo siguiente:

En el punto II.4. Mantenibilidad: "REQUISITO EX05: El contratista se compromete a prestar directamente servicio de mantenimiento de los bienes entregados cuando así se lo solicite la Guardia Civil, durante cinco años. El coste de dicho servicio cuando sea consecuencia de las condiciones y plazos de garantía del bien mantenido correrá a cargo del suministrador; en caso contrario correrá a cargo de la Guardia Civil." Y hay destacar, por su parte, que la garantía, según las condiciones de contrato, asciende a 24 meses desde la recepción del arma.

En el punto III.7. Servicio a prestar por el suministrador durante el periodo de garantía: "REQUISITO EX39: Todo el material suministrado tendrá una garantía mínima de veinticuatro meses a contar desde la fecha de la recepción. Dicha garantía cubrirá contra todo defecto de fabricación y/o funcionamiento, obligándose el suministrador a reparar por su cuenta cualquier defecto que en el período de garantía se presente y a la reposición, sin cargo de las piezas defectuosas o inútiles, corriendo por su cuenta la mano de obra y transporte".

En el punto IV 3.2.9. Pruebas de servicio: "La finalidad de estas pruebas es la verificación empírica de algunos de los requisitos de fiabilidad, puntería y seguridad".

Y en el punto IV.3.2.9.1. Fiabilidad de funcionamiento: "Para la realización de esta prueba se ejecutará un ensayo funcional de fuego disparándose dos cargadores al completo con cada una de las armas. Las armas superarán esta prueba sin presentar fallos sistemáticos en el disparo y la alimentación. Caso contrario, supondrá el rechazo del arma".

"Es incomprensible que no rechacen el arma, y que, lejos de ello, se proceda al cambio de las tres piezas, sin saber ni quién las abona, ni con qué eficacia". Y parece ser que "a través de personal del servicio de armamento, se realizarán las modificaciones que debe hacer el suministrador, lo que conlleva un posible doble gasto en material y además en recursos humanos, siendo acuciante la falta de personal en la Guardia Civil", señala una persona conocedora de los fallos de las pistolas.

Ahorro donde no se debe ahorrar

Lo más curioso de la historia es que desprende un curioso olor a ahorro presupuestario donde no se debe ahorrar. Y es que la pistola Ramón fue entregada también en la Casa Real y dio fallos. Pero la Ramón cuesta "269 euros aprox" con fecha adquisición 11/07/2022. Se trata de una copia de la Glock 17 de tercera generación, pero no está autorizada su venta en EEUU y Francia por cuestión, precisamente, de la patente.

Pero la Glock eleva su precio de mercado hasta cerca de 600 euros, aunque en licitación puede bajar claramente el precio mucho. "Pero como poco saldrá 40 euros más cara que la Ramón", señala una fuente conocedora de la licitación. La Beretta, con la que ya trabaja la Guardia Civil, vale a precio de compra para este cuerpo unos 309 euros —coste de 2009—. Y la H&k, menos adjudicadas a la Guardia Civil—pistola más ancha y que no genera fallo— es aún más cara: a precio de mercado llega a los 700 euros y a precio de concurso baja pero sigue siendo gama alta.

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