El Gobierno de Pedro Sánchez continúa su política de mover a los terroristas de ETA que siguen en prisión desde los centros penitenciarios en los que cumplen condena hasta prisiones del País Vasco o Navarra. El último movimiento grupal ha sido confirmado este viernes por la Dirección General de Víctimas del Terrorismo –dependiente del Ministerio del Interior de Fernando Grande Marlaska– a las principales asociaciones de víctimas de nuestro país.
En total son siete los que van a ver cómo en las próximas semanas se activa todo el protocolo de la administración penitenciaria para ser trasladados cerca de sus familias. Seis irán a centros de la comunidad vasca, mientras uno lo hará a la prisión de Pamplona. Un movimiento que, como es lógico, ha vuelto a ser recibido por desesperación por las asociaciones de víctimas, que llevan tres años y medio denunciando este tipo de traslados.
Una vez que estos etarras lleguen a su destino, sólo quedarán 14 terroristas de ETA cumpliendo sus condenas pendientes fuera del País Vasco y Navarra. "Sólo quedan 14 etarras para que Pedro Sánchez y su ministro del Interior puedan pasar a la historia como los responsables de trasladar al País Vasco a todos los presos de ETA. Sin colaborar con la justicia. Sin arrepentirse. Sin haber pagado su deuda con la sociedad", denuncian desde la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT).
"Pero no solo eso. También son los responsables de permitir que todos estos asesinos vayan poco a poco consiguiendo terceros grados, algo que solamente está intentando frenar la Audiencia Nacional, porque si fuera por ellos, ya estarían todos en la calle", continúan desde la asociación mayoritaria de víctimas, que afirma que "no por previsible, van a ser unas Navidades fáciles para las víctimas del terrorismo".
Los siete terroristas de ETA que van a ser trasladados al País Vasco y Navarra cuentan con delitos de sangre en su historial. Se trata de Fernando García Jodrá, Fernando Elejalde Tapia, Jesús María Echevarría Garaicoechea, Daniel Pastor Alonso, José Ignacio Cruchaga Elezcano, José Luis Barrios y Francisco Ruiz Romero.
Fernando García Jodrá. De la cárcel de León a un centro penitenciario del País Vasco. En 2003, la Audiencia Nacional le condenó a 34 años y 6 meses de prisión como autor del atentado que asesinó a José Luis Ruiz Casado en el año 2000. También fue condenado en 2002 a 33 años de prisión como autor del asesinato de Ernest Lluch Martín. En noviembre de 2004, la Audiencia Nacional le condenó a 47 años de prisión como responsable del atentado que acabó con la vida de Francisco Cano Consuegra. En 2002, la Audiencia Nacional también le condenó a 54 años de cárcel como responsable del atentado que asesinó a Juan Miguel Gervilla Valladolid.
Fernando Elejalde Tapia. De la cárcel de León a una prisión en el País Vasco. Fue condenado a 28 años de prisión como autor del atentado que acabó con la vida de Francisco Javier Gómez Elósegui. Además, fue condenado a 15 años de prisión por herir a un cocinero en San Sebastián en un atentado con bomba en 1996.
Jesús María Echevarría Garaicoechea. Del centro penitenciario de León a una cárcel del País Vasco. En 2005 la Audiencia Nacional le condenó a 26 años de prisión como autor del asesinato de Antonio Molina Martín.
Daniel Pastor Alonso. De la cárcel de Zuera (Zaragoza) a una prisión del País Vasco. En 2013 la Audiencia Nacional le condenó a 485 años por el asesinato de Luis Conde de la Cruz. Ese mismo año fue condenado a 45 años de prisión por el atentado que acabó con la vida de Eduardo Antonio Puelles García. Además, en 2013 la Audiencia Nacional le condenó a 3.860 años de prisión por colocar la furgoneta bomba que estalló frente a la casa cuartel de Burgos en la madrugada del 29 de julio de 2009 y que dejó 160 heridos de diversa consideración, entre ellos 41 niños.
José Ignacio Cruchaga Elezcano. Del centro penitenciario de León a una cárcel del País Vasco. En 2002 la Audiencia Nacional le condenó a 54 años de prisión como responsable del asesinato de Juan Miguel Gervilla el 20 de diciembre del 2000 en Barcelona. También en el 2002 fue condenado a 33 años de prisión como autor del asesinato de Ernest Lluch el 21 de noviembre del 2000 en Barcelona. Además, en el 2003 fue condenado a 34 años y 6 meses de prisión como autor del atentado que acabó con la vida de José Luis Ruiz Casado el 21 de septiembre del 2000 en Barcelona.
José Luis Barrios. De la cárcel de Pamplona a un centro penitenciario del País Vasco. Cumple una condena acumulada de 30 años por los asesinatos de Alberto Jiménez Becerril, Ascensión García, y de Domingo Puente.
Francisco Ruiz Romero. De la prisión de León a la cárcel de Pamplona. Fue condenado a 30 años de cárcel por el asesinato en 1998 de Tomás Caballero en Pamplona.