
El Mundo
"Pedro Sánchez hunde al PSOE tras atacar la separación de poderes". "Los socialistas pierden 1,1 puntos, bajan de la barrera del 25%y caen hasta los 93 escaños. El PP se sitúa en 135 escaños y tiene mayoría absoluta con Vox" . Uf, Vox está demostrando ser un socio poco fiable.
Dice el editorial que "el insólito episodio de tensión institucional que enfrentó al poder legislativo con el Tribunal Constitucional y acabó provocando la intervención de Bruselas y el discurso del Rey pasa factura a Pedro Sánchez en el panel de intención de voto de Sigma Dos para EL MUNDO". "Especialmente significativo es el trasvase de votantes socialistas que ahora elegirían la papeleta del PP: 625.000 electores", le regalan los oídos a Feijóo. "Lo que la encuesta revela es que los ciudadanos valoran la calidad democrática de sus instituciones y la estabilidad que les procuran, y que los grandes partidos harían bien en incluir propuestas de regeneración y reforma que permitan recuperar la confianza en su buen funcionamiento. Empezando por la Justicia: cuanto antes, mejor". Ya. Veremos de aquí a un año.
Josu de Miguel cree que el PP tiene que ceder con la renovación del CGPJ. "La formación de Feijóo puede llevar a su programa los cambios que considere necesarios para la LOPJ y que los votantes decidan". Incluso mentir, como hizo Gallardón, que prometió que iba a acabar con el obsceno espectáculo del reparto de jueces por los políticos y después se lo pasó por el forro.
"Pero hay una razón más para acordar la renovación del CGPJ: el PP no es capaz de construir narrativas políticas sólidas. La izquierda, muy superior en la cuestión comunicativa, ha reforzado el relato de que la derecha ha secuestrado el poder judicial. Un acuerdo en la materia impediría a Sánchez usar la alerta antidemocrática con la que siempre moviliza a su electorado".
El País
"Lula promete reconstruir Brasil sobre las ruinas de Bolsonaro". "Arranca el año electoral en el que líderes y partidos se juegan ser o no ser". "La gran pregunta es si habrá o no cambio político en España: si la derecha (sola o con el apoyo de la extrema derecha) arrebata el poder al primer Gobierno de coalición progresista desde la restauración de la democracia". ¿Coalición progresista? Alianza de la extrema izquierda con los amigos del tiro en la nuca y los independentistas. Lo de la coalición progresista no se lo cree ni el más tonto de los ciudadanos, por mucho que se empeñe Sánchez y sus voceros en llamarlo así. "El PP tiene claro que quiere hacer de las municipales y autonómicas unos comicios en clave nacional". Y "Sánchez se desplegará por todo el territorio". Que dios les pille confesados, no saben el odio que despierta. "El PSOE, en todo caso, no depende solo de sí mismo: necesita que Podemos no se hunda". Al menos esta vez no nos contarán que no podrían dormir con ellos.
"Los pactos postelectorales de mayo forzarán a Feijóo a tomar una de las decisiones más trascendentes como líder del PP: si aprueba o no la formación de gobiernos conjuntos con Vox". ¿Y por qué no los va a aprobar? Al menos no son delincuentes, como los socios de Sánchez. "Feijóo es consciente de que arrebatar el poder al PSOE en algún territorio tendrá que pasar previsiblemente por pactar con los ultras". ¿Ultras? Más ultras que Podemos, ERC o Bildu no hay nadie en todo el panorama nacional.
ABC
"Un entierro sin precedentes para el Papa emérito". "Balance de la ley del 'sí es sí': 133 beneficiados con rebajas de hasta siete años de condena en todo el país". Bravo Irene, has ganado 133 votantes. Eres la musa de los violadores.
Dice el editorial que "el fallecimiento de Benedicto XVI ha sido acompañado por un unánime reconocimiento mundial a su aportación no solo a la Iglesia y su doctrina sino al pensamiento humanista de los últimos decenios". "Con Ratzinger hablamos de un intelectual de larguísimo recorrido que ya tuvo una participación destacada en el Concilio Vaticano II, en el que demostró su condición de teólogo profundamente humanista, reflejada en su encíclica 'Deus caritas est', dando así continuidad a uno de los grandes ejes de su teología, la fe del creyente, opuesta a la fe de los filósofos, como rezaba su lección magistral al tomar posesión de la cátedra en la Universidad de Bonn, en 1959. Su erudición nunca alejó a Ratzinger de la realidad cotidiana, del día a día de lo que ocurría en el mundo, y de los conflictos del hombre, sino que la puso al servicio de la cuestión central de su teología, que era la defensa de la fe como un encuentro personal del hombre con Cristo".
"Otra de las aportaciones de su pontificado fue su lucha contra el relativismo moral, batalla en la que tampoco buscó el aplauso fácil de la opinión pública. Sabía que la época que le tocó vivir como Papa era complicada para la Iglesia y buscó el equilibrio entre el reconocimiento explícito de graves errores, como los cometidos con motivo de los abusos sexuales a menores por religiosos y sacerdotes, con la defensa del papel de la Iglesia en la sociedad moderna. Sus condenas y peticiones de perdón por aquellos horribles actos de pederastia fueron continuas, así como sus llamamientos a los obispos para que colaboraran con las autoridades civiles en el castigo de los abusos". Normal que dijera ahí os quedáis.
Juan Manuel de Prada opina que "Ratzinger era un hombre débil y con un trasfondo algo pesimista; también que su vocación intelectual era demasiado fuerte, tan fuerte como para convertirse en tentador refugio en medio de la tormenta. Así se fraguó la tragedia del hombre clarividente, capaz de diagnosticar las causas del mal que estaba gangrenando la Iglesia, pero sin resolución para atacar ese mal con los remedios precisos, sin el coraje suficiente para abordar las reformas quirúrgicas que la Iglesia precisaba". "Su mano era endeble y no tardaron en quebrarle el pulso". Y aquí nos dejó, con Bergolio, que es más malo que un dolor, capaz de justificar el asesinato.
La Razón
"Los votantes de izquierda piden la dimisión de Montero". "Más de la mitad de los electores de Podemos exige reformar la ley del «solo sí es sí». La mayoría de los ciudadanos suspende las medidas económicas del Gobierno". En fin, encuestas.
Antonio Martín Beaumont que ya nos queda menos, que en pocos meses "la democracia enterrará a la «sondeocracia». Los españoles decidiremos, visto lo visto, entre dos proyectos antagónicos para el país". "El presidente del Gobierno y el líder del PP saben que los electores van a sellar la suerte política de uno de los dos". Solo puede quedar uno. "Un triunfo el 28-M certificaría el cambio de ciclo imparable. El presidente del PP ofrece una visión del país sin etiquetas y con vocación de transversalidad. Su manera de hacer las cosas atrae amplias mayorías, incluyendo a los desencantados del sanchismo. Sus nueve meses al frente de la organización le han permitido anclarse en la centralidad a golpe de sentido común, experiencia, moderación, vocación de servicio al Estado y ataques al déficit de credibilidad de un presidente del Gobierno en manos de extremistas, radicales, bilduetarras e independentistas". Así que hala, a por ellos.
"Sánchez ha cavado un abismo con Feijóo que impide en estos doce meses activar una interlocución civilizada entre los dos grandes partidos españoles. Más todavía, el secretario general del PSOE promete acelerar su visceralidad de la mano de unos compañeros de viaje que desean tumbar la Carta Magna y cuyo mayor nexo es el odio a la derecha". Pero un odio africano.
Dice Carmen Morodo que "el Nuevo Año trae otro Pedro Sánchez, un reinventado presidente dispuesto a renegar de sus acuerdos con el independentismo las veces que haga falta y a vestirse con la bandera de España para ofrecer su política más atractiva y conseguir votos de la Meseta y de Cataluña". "Desde este mes de enero lo que se nos viene encima es un despliegue del «sanchismo» patriota". No es posible que haya gente tan idiota como para que eso cuele. "Un Sánchez estadista, conciliador, moderado, que antepone el sentido de Estado por encima de los intereses de partido y los intereses personales. Que ayuda a sus barones en su batalla electoral por sus políticas sociales y su compromiso con la clase trabajadora española. Si la memoria es tan corta como echan cuentas en Moncloa, el PP tiene difícil cumplir sus expectativas electorales". Pues que se ponga las pilas Feijóo. Tiene que echar al psicópata embustero de la Moncloa.
"Están tan convencidos en Moncloa de que no tendrán que hacer mudanza después de las elecciones generales que hasta se atreven a soñar con la puesta en marcha de un proceso constitucional en el siguiente mandato, en el que el frente popular le gane sí esta vez la guerra a la derecha heredera del franquismo. Ese proceso constituyente empezaría en Cataluña y luego se trasladaría al Congreso. Y así Sánchez pasará a la historia por terminar aquello que se cortocircuitó en julio del 36". Pues que se acuerden en Moncloa de lo que pasó después.





