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La prensa de un vistazo

Emoción en El País con la "joven maravillosa" que berreó contra Ayuso

Ayer la izquierda demostró que se no se detendrá a la hora de usar la violencia en campaña.

Ayer la izquierda demostró que se no se detendrá a la hora de usar la violencia en campaña.
Ayuso, durante su discurso en la Complutense. | EFE

El Mundo

"Subirats apoya las protestas contra Ayuso y ve "muy mal" que la Complutense la haga ilustre porque "degrada la universidad pública"". Es un ministro sanchista, ¿qué esperaban? El sanchismo siempre jalea la violencia contra la derecha. "Ha considerado que las protestas contra Ayuso protagonizadas por alumnos y profesores en relación al nombramiento "son normales, en el sentido de que las universidades son un sitio de debate y de contraste". "Mientras la gente pueda expresar sus ideas me parece normal", ha añadido. Pero si la gente que expresa sus ideas no son de los suyos, como pasó en Cibeles, son fascistas excluyentes. Ya vimos ayer dónde están los verdaderos fascistas totalitarios, en la izquierda.

Santiago González da por finiquitada la Transición. "Ayer mismo, una estudiante distinguida de la Complutense pervirtió su turno de palabra para arremeter contra Isabel Díaz Ayuso, alumna ilustre de dicha Universidad, con un eslogan definitorio del nivel de excelencia de la muchacha: «Ayuso, pepera, los ilustres están fuera». Efectivamente, sus congéneres estaban fuera y gritando encabronados «Ayuso, asesina». En esta hora de España, el presidente Sánchez, que ha convertido toda su comunicación en propaganda, usa la tribuna del Congreso para señalar a periodistas como enemigos. ¿Cómo extrañarse de que la portavoz del Gobierno haya convertido sus ruedas de prensa en dicterios contra la oposición?". La dictadura sanchista.

La Mirada, un pequeño editorial de El Mundo, dice que "el intento de boicot al acto de nombramiento de Isabel Díaz Ayuso como «alumna ilustre» de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) que protagonizó ayer un centenar de personas es una agresión a la libertad de expresión especialmente criticable por el lugar en el que se produjo. La universidad es un foro esencial para el debate público y el contraste de ideas que por desgracia suele ser escenario de protestas organizadas por la izquierda radical encaminadas a silenciar a quienes no comparten sus postulados". Esto es lo que nos ha dejado Podemos. "No es aceptable que el Gobierno justifique este intolerante ataque al pluralismo, ante el cual solo cabe la más enérgica condena". Pero si eran los esbirros de Sánchez e Iglesias, no conocen otro lenguaje que la violencia. Vaya campaña que nos espera.

Dice Rafa Latorre que "los mismos canales oficialistas que alertaron del afán deslegitimador de un manifiesto por la Constitución, alentaron o disculparon sólo dos días después un boicot en la Universidad Complutense a la presidenta de la Comunidad de Madrid que transcurrió con normalidad: al grito de «¡asesina!». Para conjurar el peligro de la deslegitimación optan por una deslegitimación preventiva de cualquier tipo de oposición". Sánchez en estado puro.

Federico Jiménez Losantos no entiende la perra de Feijóo con la lista más votada. "Es evidente que el propósito de Feijóo es que el PSOE le deje gobernar si saca más votos que Sánchez, pero el efecto sería desastroso para su partido y deslegitimador para la monarquía parlamentaria, nuestro régimen constitucional desde 1978".

Cree Federico que "contraponer una mayoría de votos a una mayoría de escaños acarrearía una lucha de legitimidades que desembocaría en acusaciones de golpe de Estado, y Feijóo saldría perdedor".

"Otra cosa sería cambiar la Ley Electoral, acabando con la prima que la Ley D'Hondt adjudica a unos distritos y que beneficia a los separatistas. Eso sí es lógico y urgente, y aunque no lo apoye la izquierda en el poder tendría un gran eco en la opinión pública, que entiende, con razón, que el régimen electoral español actual parece hecho a medida de los enemigos de España". ¿Y cree Federico que si el PP cambia la Ley Electoral no le acusarán de golpe de Estado? De todos modos ese debate es un poco prematuro. Primero hay que echar a Sánchez.

El País

Silencio sobre el escrache a Ayuso en portada. Sí lo lleva en la sección de Madrid, donde Juan José Mateo transmite el mitin de la alumna podemita ejemplar Elvira Tozano Triviño, de flequillo abertzale bocao de burro, que diría Dani Rovira. ¿Cómo han podido conceder el título de alumna ilustre a esta sectaria faltona impresentable? Ni ella misma lo sabía. "No sé quién ha decidido que soy la mejor de la promoción", dijo. Debe haber habido algún error. "El ambiente es algo más que tenso. Peligroso". Eso es lo que está consiguiendo la dictadura sanchista y sus voceros, que la cosa se ponga peligrosa.

Juan José Mateo cuenta que "poco a poco se van imponiendo los partidarios de Ayuso, porque están mejor organizados y son profesionales del activismo". ¡Los partidarios de Ayuso profesionales del activismo! Por favor, Juan José, no hagas el ridículo. Todo el mundo sabe que los profesionales del activismo están en Podemos. ¿Alguien escracheó a Irene Montero cuando fue premiada por la Universidad Autónoma siendo ministra de Igualdad?

Marta Sanz, este es el nivel de El País, se quedó encandilada con "la maravillosa mujer joven, que se atrevió a hablarle sin tapujos a la presidenta madrileña", la fanática que gritó "Ayuso, pepera, los ilustres están fuera". Sí, Marta, qué pedazo de discurso, vamos, debería figurar ya en los manuales de oratoria. "Yo no me habría atrevido a hacer lo que Elisa Lozano Triviño ha hecho. Habría pensado en mi futuro y en mi integridad física". Marta, mujer, aquí los que temen por su integridad física son los que se enfrentan a los podemitas, esa banda de matones que fundó Pablo Iglesias y que ha hecho metástasis en la Universidad y en algunos barrios de Madrid. Y la tal Elisa forma parte de esa banda, está más que segura y lo sabe, tranquila. En cuanto a su futuro, ya la habrá fichado Irene Montero y estará ganando un pastón a costa de nuestros bolsillos, tu por eso no te preocupes. Los podemitos son expertos en exprimir el erario público.

"La campaña electoral lo ocupa todo", cuenta Carlos Cué, el periodista de cabecera de Sánchez. "El corazón de la estrategia política del presidente y su equipo ya está en la larga campaña electoral, que se concentra ahora en tratar de desactivar el intento de Alberto Núñez Feijóo por arañar votos del PSOE con la idea de que es un líder moderado y colocarle en el bloque de la derecha con Vox, el único aliado posible que tiene el PP para gobernar". Sí, ya lo ha intentado varias veces, con el problema de que ver a Feijóo como un extremista peligroso es objetivamente imposible, y menos cuando el propio Sánchez gobierna con la extrema izquierda violenta de los escraches, con los golpistas del asalto a las consejerías y los filoetarras que reciben con homenajes a los asesinos. ¿Con esas compañías, cómo vas criticar a los aliados de los demás? Nos espera una campaña muy larga.

ABC

"La intolerancia se matricula en la Universidad". El editorial constata que el escrache sufrido por Ayuso "no fue una excepción. Este hecho se suma a una colección de precedentes en los que personalidades públicas han vivido en primera persona insultos, amenazas o vejaciones en un espacio que debería estar consagrado a la reflexión, a la palabra y al diálogo". Sobre todo si no son de izquierdas. "Es decepcionante que el ministro Joan Subirats haya restado importancia a lo ocurrido y que intente resolverlo afirmando que las universidades son lugares donde prima el debate y el contraste". No se podía espera otra cosa de un gobierno tan sectario como el que padecemos.

Ignacio Camacho dice que "España está 'sanchizada' y Feijóo quiere ser el 'desanchizador' que la 'desanchice'. 'Desanchizar' España significa devolver su autonomía a las instituciones, restituir la separación de poderes y garantizar la neutralidad del Estado frente a la pujanza invasiva del Ejecutivo". Pues si lo consigue, buen desanchizador será. Metió la pata Feijóo con el empeño en la lista más votada, y "fue una pena porque la 'desanchización' es un objetivo que el electorado del centro y la derecha considera prioritario, como demostró la marcha de Cibeles el pasado sábado", que fue fundamentalmente antisánchez.

La gente votará a Feijóo, entre otras cosas, "para acabar con el revanchismo y si es posible, que no lo será porque lo impedirá la izquierda, restablecer un cierto consenso". Puf, miedo da pensar en lo que hará la izquierda si pierde las elecciones.

Porque, como dice José María Carrascal, "la manifestación en Madrid del sábado no fue una casualidad. Ni una excepción. Ni siquiera un golpe de suerte de sus organizadores. Fue la muestra del estado de ánimo que empieza a extenderse por todas sus tierras y poblaciones, no importa el sexo, clase social y nivel económico, que podría resumirse en una frase bien corta: estamos hartos de Pedro Sánchez". No podemos más.

"Que asistimos a un fin de etapa, a un cansancio físico, intelectual y moral de las argucias, mentiras y deslealtades que nos llegan desde lo más alto, es innegable". La manifestación de Cibeles fue como un grito de angustia, un ¡basta ya!, ¡vete ya!, ¡déjanos vivir en paz!

La Razón

"Revolcón de los socios del Gobierno en el Congreso". "La ley "mordaza", vivienda y el decreto anticrisis retratan su debilidad. Las tres iniciativas, vitales para la izquierda, reflejan los problemas del PSOE para concluir la legislatura". También estamos hartos de este tipo de titulares engañosos. Sánchez concluirá la legislatura y los socios solo están haciéndose valer, ya lo hemos visto otras veces. Muchas veces.

El editorial defiende a Ayuso. "La izquierda no es dueña de la Universidad". Ja, ya nos gustaría. "Desde hace unos años, con la entrada en la escena de la izquierda antisistema, que ya anidaba y se ramificaba en específicos reductos de conocidas facultades, la intolerancia promovida por los grupos antisistema de los círculos podemitas, separatistas o bilduetarras ha estrechado las esferas de libertad y ha alterado la convivencia en el templo destinado a reivindicar y amparar el conocimiento y la convivencia. Esa extrema izquierda se comporta como si los pasillos, los despachos y las aulas fueran de su propiedad y el derecho de admisión se ejerciera en función de una voluntad arbitraria. La intransigencia con el diferente se concreta en coacciones e incluso en violencia, y los escraches han sido carta de naturaleza contra liberales, conservadores o meramente constitucionalistas. La izquierda y sus aliados aspiran a colonizar la Universidad, como lo han hecho con otras instituciones del Estado". No aspiran, lo han conseguido por incomparecencia del contrario.

"El grado de envilecimiento y decadencia del presente tiempo político se evidencia a diario con un Gobierno, que, como el ministro Subirats, alienta y justifica episodios de coerción como el que se organizó ayer en la Universidad Complutense para reventar el acto de reconocimiento a la presidenta Isabel Díaz Ayuso, como antigua alumna y hoy primera autoridad política de los madrileños. Ni los insultos ni las amenazas ni la intimidación deben tener espacio y menos comprensión en la Universidad. Resultaron especialmente bochornosas las complicidades de los regidores políticos que se alinearon con el matonismo y la turba". Los insultos, amenazas e intimidación son la carta de presentación del gobierno sanchista, en la universidad, en la calle, en el Congreso, en el Senado y en cualquier espacio público.

Marhuenda ve "increíble" que el ministro Subirats aplaudiera la violencia contra Ayuso, aunque no le sorprende porque le conoce bien. "¿Qué se puede esperar de alguien que antepone siempre el sectarismo? Ayuso se puede sentir muy orgullosa por el reconocimiento, pero, sobre todo, por los injustos ataques recibidos de un ministro cuya especialidad ha sido medrar en la política universitaria. Durante muchos años fui profesor de Derecho Constitucional en la UAB. Era el año 1995. Al llegar a la Facultad encontré las paredes de la entrada con carteles con mi cara, una diana y la frase «ETA apúntale y mátale». No recuerdo a Subirats y sus amigos defendiendo a un compañero". Pues no nos digas más, Marhuenda, eso lo explica todo. Subirats es un indepe proetarra podemita, el perfil perfecto para ser ministro de Sánchez.

En España

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