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La prensa de un vistazo

El sanchismo, asustado, se aferra a Franco

Feijóo salió ayer por peteneras con un plan de regeneración que, naturalmente, fue despreciado por el sanchismo.

Feijóo salió ayer por peteneras con un plan de regeneración que, naturalmente, fue despreciado por el sanchismo.
Imagen de la manifestación en Cibeles. | Dailymotion

El Mundo

"Feijóo reformaría el Congreso para evitar errores legislativos". "El PSOE desdeña la propuesta de Feijóo para que gobierne la lista más votada: "Ni él mismo se lo cree ni en su partido lo apoyan"". El Mundo está encantado. "El PP presentó ayer un plan de regeneración institucional ambicioso que le compromete ante los ciudadanos, y que compromete también al presidente del Gobierno". Ja. "Feijóo acierta en el diagnóstico: el Gobierno de coalición sostenido por ERC y Bildu ha entrado en una "deriva iliberal" nociva. Acierta también en gran medida en los cambios imprescindibles para corregir ese camino". Primero tendrá que llegar a Moncloa.

"Más dudas genera la introducción de cambios legales para que los gobiernos municipales recaigan siempre en la lista más votada. Más allá de los ayuntamientos, tal medida no parece concordar con el espíritu de la Constitución y el sistema parlamentario que de ella emana, sustentado en los consensos". Y además el PSOE ya ha dicho que nanay, así que Feijóo, no nos marees más, que no estamos para tonterías.

"Resultará crucial que, si Feijóo gobierna, no traicione sus promesas y aplique los cambios que propone desde la oposición". Lo que está claro es que nunca podrá superar a Sánchez en el incumpliento de promesas, la mentira y la traición.

E Ione Belarra la ha vuelto a liar. "Los súper temen más señalamientos como el de Juan Roig y convertirse en el "objetivo a batir" del Gobierno en año electoral". La zumbada podemita le llamo "capitalista despiadado", que se está "llenando los bolsillos" con la inflación. Y lo dice una niñata que se llena los bolsillos a costa de nuestros impuestos y que nunca ha dado un palo al agua.

"Se equivocan Belarra y el sector morado del Gobierno al cargar contra los creadores de riqueza y empleo del país. Y es elocuente el silencio del presidente, Pedro Sánchez, quien fue el primero en alentar estas campañas contra grandes empresarios, señalándolos con sus nombres y apellidos". Qué va a decir Sánchez, él señaló el camino.

Como dice Maite Rico "de Belarra no se conoce vida laboral antes de ser ministra". "La tribu podemita dio en su día la matraca contra Amancio Ortega (Inditex, 165.000 empleos). Ahora la fatua es contra Roig".

"Tal vez Nadia Calviño debería dar unas lecciones básicas a sus compañeritos de Gabinete, en plan Barrio Sésamo, antes de que empiecen a defender los planes quinquenales y el Holodomor. Aunque me temo que su fanatismo está a prueba de realidad, al igual que su jactancia". Y luego se preguntan los sanchistas por qué odiamos a Sánchez. "Lo que han arreglado bien, y eso hay que reconocerlo, son sus patrimonios. En relación a lo que aportan al país, lo indecente es tenerlos a ellos de ministros: el único crecimiento que impulsan es el del rencor social". Bien caros que nos salen. Esperemos que más pronto que tarde desaparezcan todos a la vez.

El País

"El plan de Feijóo despierta recelos en sus barones y dudas jurídicas". "Los barones populares no se sienten comprometidos a dejar gobernar a la lista más votada en mayo si no hay reciprocidad del PSOE". A ver, tranquilidad, el PSOE nunca transigirá con eso. Lleva décadas apoyándose en todos los extremismos y nacionalismos para arrebatar el gobierno a la lista más votada. Que le pregunten a Artur Mas cuando Montilla le quitó el gobierno de Cataluña aliándose con ERC y lo que entonces era IU pese a ganar las elecciones. Por poner un ejemplo, que hay muchos más.

Y ahora mismo gobierna la nación con la extrema ultraizquierda, filoetarras y golpistas.

"La izquierda rechaza que gobierne la lista más votada y le pide "coherencia" a Feijóo".El PSOE tilda la idea de "broma" e insiste en que el PP pactará con Vox "allá donde pueda"", como el PSOE hace con Podemos, se le olvida apuntar a El País.

Y aún sangra por la herida de la masiva manifestación del sábado el periódico sanchista. Mantienen alto un editorial de ayer en su web. "La apropiación de símbolos comunes —como la bandera y el himno, que sonó el sábado en Cibeles— es parte de la estrategia clásica de los nacionalpopulismos que hoy solemos llamar trumpistas: fue lo que hicieron los independentistas en Cataluña durante el procés y lo que hace hoy un sector de la derecha visiblemente encarnada en Vox". Que sí, Pepa, que sí, que todos los que se manifestaron en Cibeles eran ultraderechistas de Vox y franquistas, venga, que sí, lo que tu quieras, bonita.

"La pulsión antisanchista y neoespañolista fue capitalizada por Abascal", insisten a ver si ellos mismos se lo creen. "Una movilización que activó sobre todo a la derecha de la derecha", claro, claro, todos fachas. "La concentración de Cibeles representa la reacción de un nacionalismo que siente amenazada su esencia". Se les ve muy, pero que muy furiosos. Y asustados.

ABC

"El Gobierno rebajará la ley que limita los "Rodea el Congreso". Claro, porque esos asaltos a las instituciones siempre los protagoniza la izquierda.

Sobre el plan de Feijóo, dice el editorial que "el paquete de medidas plantea acciones de difícil ejecución, como la garantía de que gobierne la lista más votada, algo que puede plantearse como un marco preferencial pero que con dificultad podría encontrar un acomodo legislativo vinculante. El pacto expresado en estas 60 medidas refuerza algunas garantías procesales de la democracia como, por ejemplo, el fortalecimiento de las Cortes Generales tanto en su labor legislativa como en su natural misión de control del Ejecutivo".

"Esta declaración de intenciones contrasta, sin embargo, con algunos hitos de la trayectoria de los populares. La agenda reformista, algunos de cuyos aspectos ya estuvieron sobre la mesa en tiempos de Mariano Rajoy, no llegó a satisfacer la expectativa creada. Está por ver que en esta ocasión el compromiso sea, de verdad, irrevocable. La ambición regeneracionista del plan propone un pacto de confianza con los españoles aunque a nadie se le oculta que, para comprobar la verosimilitud de este empeño, el Partido Popular tiene todavía un reto capital por delante: ganar las siguientes elecciones y ser capaz de formar gobierno". Eso, menos declaraciones y actos tan pomposos como inútiles y más ganar las elecciones. Y, señor Feijóo, eso no lo va a conseguir amordazando a Ayuso. Es un aviso.

Isabel San Sebastián advierte a Feijóo sobre pactar nada con Sánchez. Lo de que gobierne la lista más votada es inviable. Por muchos motivos, pero principalmente "porque Pedro Sánchez es un mentiroso consumado en quien no se puede confiar. La fórmula 'pacto entre caballeros' es incompatible con la figura del inquilino de La Moncloa. Un embustero sin honor, que incumple sistemáticamente sus promesas y no dudaría un instante en traicionar su palabra". Pedro Sánchez es cualquier cosa menos un caballero, por dios Feijóo, ¿es que todavía no le conoces?

La Razón

"Feijóo blindará el diálogo PSOE-PP frente a los populismos". Tierra llamando a Feijóo, Tierra llamando a Feijóo. Dice el editorial que "la batería de medidas que ha planteado Feijóo no busquen tanto una reforma en profundidad del sistema, como dotar de nuevas garantías a la deseable independencia de los organismos del Estado, cuestión que, sin duda, será bien recibida por una buena parte de una opinión pública, incluso, la que se declara de izquierda moderada, que no sólo no ve con buenos ojos la actual prepotencia de la acción gubernamental, sino que rechaza la utilización de los instrumentos de gobierno desde un partidismo descarnado". "Ciertamente, de llevarse a cabo el plan, Feijóo se ataría las manos y perdería poder personal. Pero, sin duda, es lo que hay que hacer". Lo primero que hay que hacer es acabar con el sanchismo.

José Antonio Vera dice que "la realidad evidenciada el sábado en Cibeles es que se trató de un acto ciudadano que va mucho más allá de las siglas y las banderas". Había ganas de decirle a Sánchez cuatro cositas, y eso es lo que pasó. "Vilipendiar a cientos de miles de ciudadanos (no los 31 mil que ridículamente dijo la Delegación del Gobierno sanchista) y argüir que eran fascistas, nostálgicos excluyentes del «aguilucho», es no querer ver la realidad. Las miles de banderas que se enarbolaron eran todas constitucionales. La excepción aislada confirma la regla". Aparte de que lo más seguro es que las que había las llevaran los socialistas. Se huele el miedo. Sacar a pasear a Franco es la única baza del sanchismo, pero resulta que, muy a su pesar, lleva más de 40 años muerto.

"La protesta, en cualquier caso, era contra Sánchez y sus políticas erróneas en lo económico y erráticas en lo institucional, por sus alianzas con el podemismo antisistema y el separatismo excluyente de ERC y Bildu. El presidente del Gobierno debería responder con humildad, tomando nota, y no con su hostilidad habitual". ¿Humildad Sánchez? Un arrogante engreído, un chulángano de barra de bar. "Tal vez no lo ha hecho porque días antes en Davos lanzó un inquietante mensaje a lo que él denomina «la ultraderecha»: «Debemos impedir que estas fuerzas políticas lleguen a las instituciones». Algo que huele a amenaza e ilegalización. No de Bildu ni de los amigos indepes o de Podemos, sino de Vox". Supongo que después de lo de Cibeles se lo pensará dos veces. Si quiere ilegalizar a Vox, primero tendrá que hacerlo con los proetarras de Bildu, los golpistas de ERC y la ultraizquierda anticonstitucional de Podemos. O aquí va a arder Troya.

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