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El show de Clara Ponsatí y su detención por los Mossos

El partido de Puigdemont carga contra el de Junqueras por la captura de la prófuga tras haber dado una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas.

El partido de Puigdemont carga contra el de Junqueras por la captura de la prófuga tras haber dado una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas.

El regreso a España de la golpista Clara Ponsatí ha recrudecido la batalla en el seno del separatismo. Nada más ser detenida por los Mossos d'Esquadra para ser conducida ante el juzgado de guardia, los partidarios de Junts per Catalunya (JxCat), el partido de Puigdemont, han arremetido contra ERC, Oriol Junqueras y el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, a través de las redes sociales. Se les acusa de "traición", "colaboracionismo", de ser una "sucursal del Estado español".

La detención ha sido un auténtico espectáculo. Se ha producido en medio de la plaza de la Catedral de la capital catalana. Ponsatí iba acompañada por su abogado, Gonzalo Boye (también letrado de Puigdemont, condenado por colaborar con ETA en el secuestro de Emiliano Revilla e investigado por presunto blanqueo de capitales del narco Sito Miñanco), así como por algunos simpatizantes, entre los que destacaba Jordi Cabré (sobrino de Xavier Trias) y Jordi Graupera, activista independentista.

Un agente ataviado con una cazadora con el escudo de los Mossos en el pecho se ha dirigido a Ponsatí y le ha pedido que le acompañara a un coche sin distintivos policiales. Ponsatí ha tratado de hacer valer sus credenciales de eurodiputada y ha llegado a preguntar al policía si sabía lo que estaba haciendo. "Soy consciente", ha replicado el paciente policía en medio de una nube de periodistas y de unos pocos simpatizantes que gritaban "¡Vergüenza!" y "¡Puta España!" entre otras consignas.

La detención ha propiciado llamamientos a la protesta de Òmnium Cultural, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y el Consell per la República de Puigdemont, quien a su vez ha instado a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a actuar ante lo que las fuerzas vivas del separatismo contrarias a ERC consideran una detención "ilegal".

Ponsatí ha sido conducida a la Ciutat de la Justícia de Barcelona, en Hospitalet de Llobregat, sede de los juzgados ordinarios. Las convocatorias separatistas han congregado a unas cuantas personas en el lugar que protestaban por la detención. El show de Ponsatí ha enardecido los ánimos del independentismo, que protesta tanto contra la "injusticia española" como contra la Generalidad, al haber sido los Mossos los encargados de conducir a la eurodiputada ante el juez.

Guerra separatista

La irrupción de Ponsatí en la escena política catalana anima la guerra entre las facciones del separatismo. Jordi Turull, secretario general de JxCat, ha asegurado que la eurodiputada retorna para una "confrontación inteligente", obviando que Llarena sólo le imputa el delito de desobediencia a pesar de que Ponsatí fue la consejera de Educación del gobierno de Puigdemont que puso escuelas e institutos al servicio del golpe de Estado para celebrar el referéndum independentista.

Dirigentes de JxCat como el citado Turull, el portavoz parlamentario Albert Batet o el portavoz del partido, Josep Rius, se congregaron a las puertas de la Ciutat de la Justícia para agasajar a la eurodiputada. También dirigentes de Òmnium, la ANC y el Consell per la República de Puigdemont. El retorno de Ponsatí ha insuflado ánimos a estas organizaciones separatistas, a pesar de que la propia eurodiputada ha reconocido en su rueda de prensa que regresaba consciente de que el delito que le imputa el Tribunal Supremo no implica cárcel. Sin embargo, la intención de los independentistas de JxCat es reavivar la "cuestión catalana" tanto en las instituciones europeas como en España y particularmente en Cataluña.

En la contraparte, el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, ha declarado que "es la hora del Estado de Derecho". Algo más elocuente ha sido el dirigente de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, quien ha lamentado que gracias a la reforma del Código Penal impulsada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también gracias al PSC, "los frikis totalitarios vuelven como héroes y los ciudadanos normales, siempre pagar y sufrir. Ciuadanos lo denuncia y por eso molestamos".

Explicaciones de Junqueras

Oriol Junqueras ha subrayado que el regreso de Ponsatí ha sido gracias a la reforma del Código Penal. Sus primeras palabras han insistido en ese aspecto, la colaboración de ERC con el Gobierno. Tras ello, ha exigido la inmediata puesta en libertad de la exconsejera. Por parte del gobierno catalán ha reaccionado el consejero de Interior, el exsocialista Joan Ignasi Elena, quien se ha limitado a decir que la detención de Ponsatí a cargo de los Mossos se ha efectuado en cumplimiento de una orden judicial y que la policía autonómica catalana ha actuado bajo las órdenes de los jueces porque es policía judicial. Esas palabras se producían pasadas las ocho de la tarde, cuando Ponsatí llevaba dos horas detenidas y su defensa presentaba un habeas corpus al efecto de comparecer inmediatamente ante el juez de guardia.

"Aparte de delincuente, cobarde", dice Vox

Entre tanto, los partidos reaccionaban. El PSC deslizaba que "nadie está por encima de la ley" e Ignacio Garriga, de Vox, destacaba en su cuenta de Twitter que Ponsatí regresaba gracias a un Código Penal hecho a medida. "Aparte de delincuente, cobarde. Ni todo el victimismo separatista podrá ocultar los graves delitos que cometieron contra su pueblo", añadió el secretario general de Vox.

A su vez, unos doscientos independentistas cortaban la Gran Vía de Barcelona a la altura de las dependencias judiciales y merodeaban por la zona dando gritos y discutiendo con algunos conductores.

Comunicado de Aragonès

Poco antes de las nueve de la noche, el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, trataba de rebajar el perfil de la situación y optaba por dirigirse a los catalanes a través de un comunicado, en vez de una comparecencia urgente y solemne televisada y difundida en redes sociales. En la nota, Aragonès asegura que celebra el regreso de Ponsatí tras cinco años de "exilio injusto" por su "compromiso con el 1-O". También dice que "el regreso, que desafortunadamente no es en plena libertad, evidencia una vez más que la represión contra el independentismo continúa y se sigue laminando la calidad del sistema democrático".

Aragonés ha cargado contra el juez Llarena y se ha sumado a la tesis de que la detención de Ponsatí vulnera sus derechos como europarlamentaria y "pone de manifiesto que el Estado español no respeta su inmunidad". Para acabar se ha ceñido a las consignas de ERC sobre la amnistía y la autodeterminación así como del diálogo "entre las partes" para "construir una solución política" a través de un referéndum de autodeterminación.

Algo más de cuatro horas detenida

La exconsejera de Educación ha pasado algo más de cuatro horas en las dependencias de la Ciutat de la Justícia a la espera de que el juez de guardia le notificara la resolución del magistrado Llarena. Ponsatí ha quedado en libertad antes las once de la noche. El juez de guardia ha denegado la petición de habeas corpus que habría provocado el prolongamiento de su detención y el traslado policial a Madrid para que depusiera en el Tribunal Supremo. Poco más de un centenar de personas ha celebrado su puesto en libertad con gritos de "¡Govern dimisión!" a causa de que la detención de la prófuga ha sido practicada por la policía autonómica.

El juez Llarena ha citado a Ponsatí para el próximo 24 de abril para comunicarle su procesamiento por desobediencia, según el auto emitido por el magistrado. Llarena ha fijado como medidas cautelares que Ponsatí comunique un domicilio y un teléfono y que comparezca en el juzgado cuando sea requerida.

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