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La prensa de un vistazo

Teresa Ribera es otra Irene Montero: una "señorita de cuna meneada, fanática e incompetente"

Ferrovial le hace un corte de mangas a Sánchez, que atisba un nuevo objetivo: hacer daño a Juanma Moreno con Doñana.

Ferrovial le hace un corte de mangas a Sánchez, que atisba un nuevo objetivo: hacer daño a Juanma Moreno con Doñana.
Teresa Ribera. | Europa Press

El Mundo

Bofetada en la cara del Gobierno Corleone. "Los mayores fondos de inversión del mundo vapulean al presidente del Gobierno en la votación de Ferrovial". Rafa Latorre dice que Sánchez ha quedado en evidencia. "En su pliego de motivos para trasladar su sede fiscal a los Países Bajos la dirección de Ferrovial no mentó la seguridad jurídica de España. Fue el Gobierno español quien, por la vía de los hechos, se encargó de que tan delicada cuestión compareciera. Ni siquiera se preservó el decoro institucional del presidente". Enloquecido, "el Gobierno entró en una espiral de ansiedad que lo llevó a señalar por su nombre a individuos concretos y dictar sobre ellos una sentencia moral, a cuestionar la veracidad de las motivaciones declaradas de la compañía y la inteligencia de sus accionistas, además de a amenazarlos con una represalia fiscal". Vamos, una banda matones.

"Hay algo peor que, en un arrebato de pasión, al Gobierno se le disparen estos tics autárquicos tan poco favorecedores: que eso revele que su actitud matonil es puramente vocacional". Sánchez siempre fue un chulo playa, un matón de discoteca, no puede evitarlo.

Pero vaya, el gobierno de matones ya ha encontrado otro asunto en el que volcar su agresividad y autoritarismo: Juanma Moreno y Doñana.

"La Junta de Juanma Moreno no es responsable del declive del Parque Nacional de Doñana, fraguado durante décadas. Las descalificaciones que ha recibido por parte del Gobierno a causa de la ley con la que pretende ampliar los regadíos responden a un interés electoralista y no resuelven la situación del humedal, que se enfrenta a una sequía estructural y ya nunca será lo que fue. Moreno heredó un problema ignorado durante años por los gobiernos central y andaluz que la escasez de agua ha llevado al límite", dice el editorial.

"Llamar a Moreno ‘señorito andaluz’, como ha hecho la ministra Ribera, o hablar de ‘terrorismo ambiental’, como ha dicho el PSOE, no ayuda a la preservación del humedal ni a la industria agrícola". Pero está claro que el Gobierno Corleone no sabe actuar de otra manera. Insultar, escupir, agredir. Es lo que lleva haciendo contra media España toda la legislatura. Al margen de que en Andalucía el PSOE estuvo gobernando casi 40 años. Alguna responsabilidad tendrá en lo que pasa en Doñana.

Federico Jiménez Losantos comenta el furor expropiatorio de Page. "El presidente de Castilla-La Mancha ha anunciado que expropiará todas las fincas de su región que no cumplan una ‘función social’. Y decían que es el menos sectario de los barones socialistas. ¡Cómo serán los demás!". Están en un plan que están dejando como un gran demócrata a Hugo Chávez. "¿Quién comprará una finca en La Mancha, para explotarla, construir o tocar el caramillo, si Page u otro tiranuelo se la puede quitar cuando le apetezca?".

"La verdadera función social de la propiedad es que exista y que las leyes la blinden frente a la arbitrariedad. Muchos países tienen un clima excelente, un suelo rico y yacimientos de todo. Pero sin seguridad jurídica, son páramos yermos. Nada atrae la riqueza como estar seguro de que si compras algo no te lo quitará ningún García-Page, López-Pijo o Pérez-Paja. De ahí que lo que más conviene ahora a Castilla-La Mancha es echar del poder a estos sacamantecas. Hay que expropiar a los expropiadores. Sobre todo, del cargo. Sería el mejor negocio". En ello estamos, Federico, en ello estamos.

El País

Que Doñana es la nueva excusa del Gobierno para insultar, amenazar, amedrentar a todo el que se le ponga enfrente lo demuestra la portada del periódico sanchista. "La UE esgrime la amenaza de sanciones por el regadío en España".

"Ferrovial se va de España pese a la presión del Gobierno". "Los inversores ven con buenos ojos el cambio de sede y son inmunes a los ataques que ha recibido desde el ámbito político". Y desde el propio periódico, está bien que lo reconozcan. Pero Pepa Bueno no puede evitar mentir. Es ella es un vicio. "Culmina así un proceso que ha estado acompañado por declaraciones cruzadas entre la dirección de la compañía y el Gobierno de España, y al que no ha dejado de acudir la oposición, siempre a favor de las tesis de la empresa". Mientes, Pepa, los ataques siempre vinieron de la misma dirección. Sánchez y Calviño contra Del Pino, con nombre y apellidos. Y el PP se ha mantenido en discreto segundo plano defendiendo la seguridad jurídica de España que el Gobierno ha arrastrado por el barro. Feijóo tiene una ardua tarea por delante para recuperar la credibilidad de nuestro país, sobre la que Sánchez ha pasado como el caballo de Atila. No solo con el caso de Ferrovial, eso ha sido el colmo, sino con todos los empresarios a los que han insultado, vejado, amenazado hasta lo insoportable.

Pero el sanchismo mediático que representa Pepa Bueno sigue erre que erre. "El resultado conocido ayer supone un duro golpe para la reputación de nuestro país". Sí, es lo ha hecho Sánchez y su coro mediático. "Más allá de motivos sentimentales, lo cierto es que el núcleo de toma de decisiones de la compañía deja el país que la ha alimentado con decenas de miles de millones de euros salidos de los presupuestos de las administraciones". Lo de Ferrovial eran concursos totalmente transparentes. Mejor que El País no hable mucho de millones que regala el Gobierno a empresas periodísticas en quiebra.

"La única lección constructiva sobre la salida de Ferrovial apunta a la necesidad estructural de establecer en nuestro país un marco financiero y competitivo lo suficientemente profundo y ágil como para que este episodio no constituya un precedente peligroso para otras salidas". Pero resulta que tenemos un Gobierno que desprecia a las empresas y las cubre de improperios todos los días. Incluso insulta a los empresarios con nombre y apellidos en el extranjero. Así, desde luego, no se atrae inversión ni se crea riqueza. Es más, no se van más porque no pueden.

Pero el Gobierno ya ha encontrado otro tema para mentir, engañar, insultar, acosar y navajear. Doñana. "El plan para legalizar regadíos en Doñana abre una nueva batalla por el medio ambiente entre el PSOE y el PP".

"Feijóo refrenda la gestión de Moreno frente a la ofensiva del Gobierno para salvar la reserva natural hasta las últimas consecuencias". ¿Ah sí? ¿Es que Doñana se ha secado en los seis años que lleva el PP? Porque ha estado el PSOE gobernando casi 40 años.

"El PP es consciente de que el Gobierno ‘ha tocado a rebato’ con la crisis de Doñana y que va a echar el resto para hacer de este tema incluso "un segundo Prestige", Pues a ver si esta vez espabilan y son capaces de sacar partido a "las tres grandes mentiras del Gobierno sobre Doñana" que explica claramente Sandra León en LD.

ABC

"Respaldo masivo de los accionistas a Ferrovial pese a los ataques del Gobierno". "Lo que sigue resultando un misterio es por qué Sánchez decidió convertir la junta de accionistas de Ferrovial en el primer lance electoral del año 2023, que ya está bastante cargado de votaciones, empeñando a todo su equipo económico y a las instituciones a su alcance en la tarea de intentar coaccionar a la empresa para no trasladarse a otro país europeo", dice el editorial. "Lo sucedido con Ferrovial es la culminación de un largo enfrentamiento del Gobierno de coalición del PSOE y Podemos con los empresarios". No hay ningún enfrentamiento, simplemente el Gobierno socialcomunista odia a los empresarios y va a por ellos.

Dice María Jesús Pérez que se trata de la "crónica de una mudanza anunciada que va de libertad y seguridad jurídica y no de impuestos, que arrancaba un gran aplauso de todos sus accionistas tras su intervención, arropado por los suyos tras tanta presión monclovita y mediática, una ovación 'per se', que se antojaba interminable e insultante frente al matonismo del Gobierno español".

"La junta de Ferrovial ha desmoronado la estrategia del miedo de Sánchez y su banda de la cachiporra mediática. Ferrovial se marcha y ahí deja a Sánchez, Calviño, Montero, Bolaños y demás personajes ajenos a la vida empresarial, lamiéndose las heridas y en evidencia por su derrota, que es una victoria de la verdad, una conquista frente a quienes quieren matar la realidad para imponer su voluntad de poder". Patada en el culo a la dictadura sanchista.

Aunque, según Ignacio Camacho, a Sánchez le daba igual lo que haga Ferrovial. "le interesaba mantener una posición contundente de rechazo para halagar la pulsión anticapitalista de sus votantes más sectarios. La ha cultivado con amenazas, ataques y señalamientos 'ad hominen', advertencias legales y gestos sensacionalistas de patriotismo impostado". "De lo que se trataba era del postureo electoralista, del relato de un progresismo enfrentado al capricho plutocrático". Así que ahora, a otra cosa. A por Doñana.

Carlos Herrera conoce bien el caso. Todo lo que dice el Gobierno es mentira, el documento de la Junta "indica que se perseguirá cualquier extracción ilegal del subterráneo del parque y que el regadío de fresas y arándanos se producirá exclusivamente con agua de superficie, pero eso no importa: el argumento a manejar para toda la plaga de contertulios progres es que el Gobierno andaluz apuesta por desecar Doñana y poco menos que acabar con su existencia". Sí, va a ser un horror. Mejor apaguen las tertulias, sobre todo a Ferreras.

"Lo que ha hecho la Junta, realmente, es mandar la pelota al tejado del Gobierno de Sánchez: el agua de superficie debe llegar como consecuencia del trasvase del Odiel, el Tinto y el Piedras que debe realizar el ministerio de esa enferma de sectarismo que es Teresa Ribera y que, evidentemente, no piensa hacer". "No son productores con miles de trabajadores; son solo familias que explotan directamente su parcela. Y a los que las mentiras socialistas ya les tienen hartos". Así que estamos ante una nueva trampa del trilero de Sánchez.

Rosa Belmonte nos pone al tanto de quién es el señorito aquí. "Juanma Moreno es nieto de jornaleros e hijo de una mujer que trabajaba en unos grandes almacenes y de un delineante, como Alberto Closas en La gran familia, mientras Ribera es hija de médico miembro de la Real Academia de la Medicina e impulsor de la geriatría moderna en España. Es señorita de cuna meneada en el krausismo (su madre, experta en el krausismo y la Institución Libre de Enseñanza)". La típica pijaprogre hablando de señoritos andaluces. Y eso después de que los socios de Sánchez machacaran a una enfermera andaluza con el silencio del PSOE. Los socialistas no volverán a ganar en Andalucía en siglos.

La Razón

"Revuelta del área económica del Gobierno contra Sánchez y Calviño". "Los más técnicos avisaron de que la estrategia contra Ferrovial era «fallida» y critican el coste para la imagen de España". Pero Sánchez cree que eso le da votos y es lo que a él le importa. "En Moncloa decidieron imponer la politización de esta cuestión para utilizarla como un recurso más en la ofensiva de movilización de la izquierda". "Desde dentro llegaron los avisos de que la vía de convertir el derecho de todo Gobierno a disentir de decisiones empresariales en una ofensiva de injerencia y de hostigamiento tenía efectos colaterales dañinos para el interés general de España, ya que multiplicaba la resonancia del impacto de la salida de Ferrovial. Pero se desoyeron por completo". Aquí lo que importa es el interés de Pedro Sánchez, a España que le den por saco, les respondió el presidente de una parte de España.

"Puede que Moncloa haya instrumentalizado el ensañamiento y la hostilidad al borde de la ilegalidad para centrar el debate nacional sobre esa grotesca práctica que es la persecución y la demonización del rico y del poderoso, que siempre da réditos, y relajar la presión mediática y política sobre frentes críticos de su gestión. Pero a qué precio en términos de desprestigio internacional para la nación", se duele el editorial. "Aún ayer el ministro José Luis Escrivá se permitió alardear de que se retirarán los beneficios fiscales a los que Ferrovial tiene derecho en una suerte de vendetta con aromas peronistas. Rafael del Pino ha expresado su confianza en que se respetará la soberanía de los accionistas y de que prevalecerá la seguridad jurídica nacional y europea. Queremos pensar que será así, aunque la conducta atrabiliaria y bronca de la izquierda aconseja multiplicar las prevenciones". Aconseja echarlos cuanto antes.

"Pedro Sánchez no ejecuta obras para llevar agua a Doñana". "El presidente del Gobierno aprobó en diciembre de 2018 la transferencia de recursos hídricos entre las cuencas de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la del Guadalquivir pero lleva cinco años sin desarrollarla". Veremos si la operación Doñana no le sale a Sánchez como lo de Ferrovial. A Marhuenda le ha sorprendido el ataque de Ribera a Juanma Moreno. "No lo esperaba de una persona con su formación y trayectoria". Y de alta cuna, parece ser. "Por supuesto, ha irrumpido Sánchez afirmando que ‘Doñana no se toca’. Es una frase memorable en el único español que utiliza su bonito palacio para su solaz. El uso privado de residencias oficiales para pasar las vacaciones siempre me ha parecido una anomalía democrática. La residencia oficial del presidente del Gobierno tiene que ser la Moncloa, pero sus vacaciones no tienen que ser a costa de los Presupuestos. Y no cuela la excusa de la seguridad que utilizan sus mariachis". Bien ahí, Marhuenda, ya está bien de privilegios.

José Antonio Vera dice que "el fantasma de la sequía se vuelve a pasear ante nosotros, y una vez más estamos en la misma situación. Inermes, porque nadie tuvo la previsión de hacer algo para evitar posibles restricciones. La señora Ribera nunca tiene soluciones, salvo la de estigmatizar a los agricultores, a los que culpa de todo. Y recurrir al insulto fácil llamando «señorito» al presidente de la Junta de Andalucía. Parece obligado insultar en plena campaña electoral, pero eso no arregla los problemas". Pues este Gobierno Corleone no se dedica a otra cosa.

"El problema que tenemos aquí es Ribera. Con su suficiencia extrema y soberbia habitual, la vicepresidenta tercera prefiere recurrir a la descalificación antes que buscar soluciones que hagan compatibles la agricultura con el medio ambiente". Ribera es una "fanática" y una "incompetente". Vamos, otra Irene Montero. Qué cruz, señor, qué cruz de Gobierno.

En España

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