La presidenta del PP en Extremadura, María Guardiola, ha decidido rectificar y ha cancelado la Junta Directiva Autonómica y Comité Ejecutivo Regional extraordinarios que se iban a celebrar este martes. El motivo es que quiere "evitar interpretaciones malintencionadas o distracciones que nos aparten del camino de llevar a Feijóo a La Moncloa", ha asegurado en un correo electrónico enviado a los militantes y altos cargos del partido en la región al que ha tenido acceso Libertad Digital.
Pero la rectificación real es que ahora se abre a buscar un acuerdo con Vox para gobernar la región y alejar los fantasmas de la repetición electoral tal y como solicitó este sábado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
"Estoy convencida de que pronto iniciaremos la marcha como gobierno para cambiar nuestra tierra", dice en su carta. "Soy muy consciente de que también es imprescindible el respeto, el diálogo y el acuerdo programático con la formación Vox en Extremadura. Compartimos una prioridad, pasar página a las políticas socialistas. Es lo que nos debe ocupar". Por eso se ha mostrado convencida de que no va a fallar a los votantes y de que "pronto iniciaremos la marcha como gobierno para cambiar nuestra tierra" porque "estamos ante una oportunidad histórica y nadie nos va a apartar de nuestra meta".
En el correo electrónico añade que "se está usando la situación postelectoral en nuestra comunidad autónoma para tratar de influir en la campaña nacional, y esa presión se está trasladando injustamente al PP en su conjunto", por lo que "no queremos que se utilicen las reuniones con nuestros afiliados para hacer daño a la organización, ni desviar la atención de lo importante". "Lo responsable y procedente es anteponer el interés de nuestro país y evitar cualquier crispación. Extremadura habló en las urnas y el PP autonómico va a seguir trabajando en un diálogo que nos permita, como resultado, tener pronto una alternativa para poner fin al ciclo socialista".
La reacción de Guardiola se produce además después de que su asesor se viera obligado a dimitir tras conocerse unos audios en los que atacaba a Vox y a Santiago Abascal.