Desde hace más de un año las encuestas electorales coincidían en su mayoría: la derecha tendría mayoría absoluta o, como mínimo, se quedaría realmente cerca de alcanzarla. Del mismo modo, el PP lograría una victoria holgada sobre el PSOE y sólo quedaba saber por cuántos puntos de diferencia.
Pero el resultado electoral ha estado muy lejos de lo que todo el mundo predecía: la asombrosa fortaleza del PSOE ha roto todos los pronósticos y, después de contar con una mayoría absoluta prácticamente segura, la derecha tendrá que conformarse, como mucho, con una situación de bloqueo que nos lleve a unas nuevas elecciones en unos meses, con un Pedro Sánchez muy fortalecido tras este resultado que ha dejado a su partido a poco más de un punto del PP.
Analizamos el papel de los sondeos a partir de ahora y también tratamos de desentrañar, aunque sea en un análisis urgente en el que habrá que profundizar mucho en el futuro, qué ha fallado en unas encuestas que ni siquiera en el mismo día de las votaciones han sabido prever lo que iba a ocurrir y que quedan tocadas para unos próximos comicios, que pueden llegar en sólo unos meses si Pedro Sánchez no logra suficientes apoyos para una investidura, como todo parece apuntar.