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La ANC recupera peso estratégico y exige a ERC que deje caer a Sánchez

La entidad separatista insta a los republicanos a precipitar la repetición de las elecciones si el líder socialista no negocia la autodeterminación.

La entidad separatista insta a los republicanos a precipitar la repetición de las elecciones si el líder socialista no negocia la autodeterminación.
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, interviene durante una protesta convocada por la ANC. | Europa Press

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) se ha erigido en la voz de los independentistas que no fueron a votar en las elecciones generales del pasado 23 de julio y quiere imponer sus tesis y una suerte de dirección estratégica del independentismo en las negociaciones para la Mesa del Congreso y, sobre todo, en las relativas a la investidura de Pedro Sánchez.

La organización tiene el terreno abonado en Junts, cuyo núcleo duro en torno a Puigdemont exhibe firmeza independentista y ortodoxia "octubrista" ante los interlocutores socialistas y de Sumar, y quiere extender su influencia a ERC y que la formación de Oriol Junqueras vuelva al redil. Y en ERC hay una notable predisposición a reconstruir los puentes con el llamado "independentismo civil" tras una fase de desencuentro que culminó en la "Diada" de hace un año, cuando el partido no acudió a la convocatoria "unitaria" por el veto de la propia organización, que acusaba al partido de haber dado un giro autonomista con la mesa de diálogo y sus pactos con Sánchez relativos a los indultos y la reforma del Código Penal.

De modo que ambas partes están interesadas en una confluencia. A tal efecto, la portavoz de ERC, Marta Vilalta (adjunta a la fugada Marta Rovira), anunció el pasado jueves que su partido acudiría a la manifestación organizada por la ANC para el próximo 11 de septiembre, una cita habitual pero que este año cobra especial relevancia porque se producirá en medio de los contactos para una hipotética investidura de Pedro Sánchez.

La tesis que expuso Vilalta es que "las circunstancias han cambiado" y que este año la convocatoria no es "hostil" y se plantea "desde una perspectiva más abierta, transversal y plural". Sin embargo, el golpe de timón coincidió con el apoyo expresado por Teresa Jordà, la nueva portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, al PSOE para que presida la Mesa del Congreso.

Las condiciones de Dolors Feliu

Un día después, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, marcaba en la radio del conde de Godó las pautas del "reencuentro". "Los partidos que se llaman independentistas tienen que hacer un bloqueo en Madrid y no dar facilidades para que haya Gobierno si no hay un camino para la independencia", manifestaba la dirigente de la entidad separatista. "No puede haber Gobierno del Estado si no hay referéndum", insistía Feliu en los mismos micrófonos en un mensaje específico para ERC.

El independentismo da por descontada la amnistía y alude a la intención de la Fiscalía del Tribunal Constitucional de recurrir la inadmisión del recurso de amparo de Puigdemont y Comín sobre su orden de detención en España decretada por la Sala de Vacaciones del tribunal como prueba de que el PSOE está dispuesto a forzar un carpetazo judicial a todas las causas relacionadas con el separatismo. Pero esa no es condición suficiente para los sectores más ortodoxos. El referéndum es innegociable, como puso este sábado de manifiesto el diputado de Puigdemont Antoni Castellà, también portavoz del Consell de la República. "O Brexit catalán o repetición electoral" fue el titular que dejó caer el exdemocristiano.

Esa es también la tesis que la ANC quiere que asuma ERC, partido que hasta ahora ha hecho hincapié en la agenda de traspasos, en la condonación de la deuda de la Generalidad con el Fondo de Liquidez Autonómica y en un concierto económico para Cataluña similar al del País Vasco.

El Onze de Setembre será una prueba de fuego para ERC, que viene de dos varapalos electorales en las municipales y las generales, manda en la Generalidad con tan sólo 33 diputados de los 135 que componen el parlamento autonómico y teme que una repetición de las generales consume un sorpasso de Junts en el campo separatista.

La ANC está organizando una manifestación con cuatro columnas. La primera, llamada de la "libertad", partirá desde la ciudad de la Justicia, en Hospitalet. La segunda, la de la lengua, desde la Escuela Proa. Una tercera de "país", desde la estación de Sants y la última, la de la "soberanía", desde la sede de la Agencia Tributaria en Barcelona, en la plaza Letamendi. Todas confluirán en la plaza de España, rebautizada a los efectos separatistas como "plaza Primero de Octubre".

Presión sobre los republicanos

Dolors Feliu se negó a dar cifras sobre la venta de camisetas y el número de inscritos en su intervención radiofónica, pero se mostró confiada en que todos los independentistas que no acudieron a votar el 23-J siguiendo el llamamiento a la abstención de la propia ANC y otras organizaciones separatistas se volcarán en la Diada de este año, cuyo trasfondo será exigir a ERC (con Junts no hace falta) que obligue a Sánchez a marcar una ruta definida, clara, con fechas y con garantías hacia la independencia. Eso o una repetición electoral que según coinciden Feliu, Castellà, la presidenta de JxCat Laura Borràs, su secretario general Jordi Turull y la cabeza de cartel en Madrid, Miriam Nogueras, supone dar una oportunidad a la "derecha extrema" y la "extrema derecha". Pero como decía este sábado Castellà, "hay un antes y un después del 1-O" de 2017 y Puigdemont no se fue a Bélgica para quitar y poner presidentes del Gobierno de España.

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