La situación médica de las prisiones españolas se ha convertido en un drama. Falta absoluta de facultativos y de equipos de atención, por ejemplo, psiquiátrica, jalonan la época de mando del ministro Fernando Grande-Marlaska de los centros penitenciarios. Pero la locura ha llegado ya a una situación difícil de explicar en algunas cárceles como la de Palma, donde la falta de equipos médicos ha llevado la dotación sanitaria a una novena parte de las plazas admitidas oficialmente como necesarias.
CSIF y JUPOL han remitido un documento al Gobierno pidiendo una solución urgente por las "carencias en el servicio médico en la prisión de Palma". Y es que la "prisión de Palma sufre una grave escasez de personal facultativo, contando tan sólo con un médico en plantilla cuando la relación de puestos de trabajo del centro establece en nueve el número de profesionales que deberían trabajar en la prisión", según las palabras de ambos sindicatos.
"La falta de médicos en la prisión ha obligado a disponer de patrullas de Policía Nacional para el traslado de presos al hospital y su custodia en el mismo, detrayendo agentes de las calles de Palma", señalan los responsables sindicales.
El sindicato CSIF, el más representativo en el ámbito de las administraciones públicas, y el sindicato JUPOL, mayoritario en la Policía Nacional, han revelado, de hecho, su malestar por la situación que se viene viviendo desde el año pasado en la prisión de Palma de Mallorca.
Desde ambos sindicatos denuncian la situación en la que se encuentran los servicios médicos en este Centro Penitenciario de Palma. Hay una novena parte de los efectivos y "este hecho se viene manteniendo desde julio de 2022", añaden. Hace ya más de un año.
La situación, además, se ha agravado "en varias ocasiones, por la ausencia del médico que presta servicio en la prisión, por motivos médicos y/o disfrute de las vacaciones, como ya ocurriera la pasada Semana Santa y nuevamente se ha producido este mes de agosto". Es decir, que el número de médicos ha llegado a ser de cero.
"La ausencia del personal facultativo en la prisión obliga a derivar cualquier incidencia médica a hospitales ajenos a Instituciones Penitenciarias con el enorme gasto y riesgo que eso supone, implicando para esos traslados a diversas patrullas de la Policía Nacional y detrayendo de las calles de Palma a estos agentes para llevar a cabo el traslado y la custodia en el Hospital de Palma", aclaran ambos sindicatos.
Y lo cierto es que no se trata de una situación aislada. Según datos oficiales obtenidos del portal de transparencia a fecha 5 de junio de 2023, de las 525 plazas de médicos existentes en las prisiones españolas hay 336 vacantes, lo que supone que el 64% de las plazas está sin cubrir, tal y como desveló otro informe elaborado por el sindicato de prisiones ACAIP-UGT. Un estudio demoledor que concluye que "la sanidad penitenciaria se queda sin médicos".