Se acerca la celebración del Patrón de la Policía Nacional y, un año más, vuelve la polémica por la concesión de las medallas del cuerpo. Unas designaciones que se deciden en la cúpula del Ministerio del Interior, con Fernando Grande Marlaska a la cabeza, a mediados de septiembre y cuyos primeros nombres empiezan a ser conocidos. Como no puede ser de otro modo, el malestar en el seno del cuerpo acompaña ya a algunos de los nombres que se van conociendo.
En unas ocasiones, la polémica está centrada en la entrega de estos reconocimientos a algunas personalidades del mundo de la justicia, los medios de comunicación o la política muy afines al Gobierno que hay en el momento. En otros casos, por la concesión a altos mandos policiales que han estado en el epicentro de sonoras polémicas o que son de sobra conocidos ser demasiado fieles al Gobierno de turno.
Uno de los nombres más llamativos este año es el del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde Pumpido, nombrado para el cargo en enero. Un hombre que alcanzó el puesto de Fiscal General del Estado por designación del socialista Rodríguez Zapatero y que ha saltado al máximo puesto del TC también por el socialista Pedro Sánchez. Un hombre que será decisivo para la aprobación o no de una ley de amnistía para los independentistas catalanes.
Entre las propuestas de condecoración también figuran otros nombres, como el juez Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo; o varios altos cargos militares de Defensa, como Francisco Javier Salto (Jefe del Estado Mayor del Aire), el general Fernando Miguel García y García de las Hijas (Jefe del Mando Logístico del Ejército de Tierra) o el almirante Juan Francisco Martínez Núñez, secretario general de Política de Defensa.
En clave interna, los sindicatos policiales han puesto el grito en el cielo por la concesión de la Medalla de Plata de la Policía, que lleva asociada una subida de la pensión del 15 por ciento, al comisario principal Cirilo Durán Reguero, quien fuera jefe de la División de Formación del cuerpo en plena polémica por la dificultad de los test de ortografía –especialmente los de 2019- que se hacían en la oposición a la escala básica de la Policía Nacional.
De tal dificultad fueron esos test ortográficos que un importante número de aspirantes fueron a los tribunales de justicia a recurrir su suspenso en ese examen de la oposición, y a los que los tribunales han ido dando la razón en un goteo de sentencias que ponen en dificultades a la Policía Nacional, aunque todo parece indicar que el cuerpo policial no tomará medidas hasta que estas sentencias sean de un alto tribunal como el Supremo.
Hay otra condecoración que también ha creado polémica interna. Se trata de la concesión la Medalla de Plata honorífica del cuerpo a la belga Catherine Maria De Bolle, directora de Europol, debido a que en los últimos años también se han producido sonoras polémicas en torno a los agentes del cuerpo que han sido destinados a este organismo europeo, lo que implica un fuerte aumento de los honorarios mensuales que se reciben.