
La Memoria de la Fiscalía 2023, presentada durante este mes de septiembre, incorpora como es costumbre un estudio sobre la amenaza terrorista a la que se enfrenta nuestro país. La más destacada, como en años anteriores, es la relacionada con el terrorismo yihadista, que representa un número importante de todas las diligencias previas que tuvieron lugar en la Audiencia Nacional durante el años 2022.
Los datos que aparecen en el documento indican que el yihadismo supuso el 34,98 por ciento de las diligencias previas de la Fiscalía en la Audiencia Nacional, extrapolando el caso iDental, uno de los más polémicos que está ahora en el tribunal. Si se incluyen todos los casos, incluidos los referentes a esta clínica dental, el yihadismo supuso el 18,38 por ciento de las diligencias previas realizadas en la Audiencia Nacional.
De todas las causas relacionadas con el terrorismo, las diligencias relacionadas con la interpretación más dogmática del islam supone el 80,98 por ciento. El siguiente puesto lo ocupan las relacionadas con la banda terrorista ETA, que suponen el 14,11 por ciento. El resto de tipos de terrorismo, donde se incluye al Grapo, Resistencia Gallega o grupos extremistas de derechas o izquierdas, suponen el 4,90 por ciento de las diligencias.
El Ministerio Público recuerda que durante 2022 se produjeron 36 detenciones en 17 operaciones o investigaciones. Cataluña es la región con más actuaciones, seguida de Madrid, Valencia, Andalucía y Melilla. Después ya aparecen País Vasco y Ceuta. Dice que "la actividad violenta de estos grupos en España se ha situado en un nivel bajo, a pesar de que el nivel de alerta antiterrorista esté en 4 (de los 5 que hay), no habiéndose producido ninguna acción directa en suelo español".
Del mismo modo, destaca la expansión a nivel global las franquicias asociadas a Al Qaeda y Estado Islámico o Daesh: "El 2022 se cumplieron veintiún años del 11-S (…) El presente aniversario se caracteriza por dos aspectos: en primer lugar, por la ausencia de un liderazgo carismático. En segundo lugar, por el protagonismo mediático y operativo que van consolidando las filiales de DAESH en Afganistán, África Central y Mozambique, así como la de AQ en Somalia".
En lo que respeta al terrorismo doméstico, la Fiscalía dice que tras la disolución de ETA hay que vigilar a la escisión partidaria de volver a emplear el terrorismo como recurso político. Se trata de Amnistía ta Askatasuna (ATA), de la que dice que "su capacidad operativa y de movilización es reducida: no poseen una estructura organizativa estable; carecen de infraestructuras propias y hacen uso de locales de otros colectivos; y su sistema de financiación es bastante precario".
Respecto a los círculos herederos del entramado político y social de la propia ETA, no hace alusión a los actos de homenaje a los terroristas que salen de la cárcel -sólo hace alusión a uno organizado por los círculos cercanos a ATA-, pese a que asociaciones de víctimas como COVITE (Colectivo de Víctimas del Terrorismo) registraron 547 actos de apoyo a los criminales durante el año 2022.
También habla de los GRAPO (Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), de los que dice que en 2022 "su situación se ha mantenido en un estado de extrema debilidad, sin cometer actos terroristas", aunque advierte de que están buscando nuevos miembros para su causa: "han limitado sus acciones al campo del proselitismo y la captación de nuevos militantes, principalmente dentro del entorno anarquista y de la extrema izquierda radical u okupa".
Resistencia Galega, el grupo terrorista heredero del EGPGC (Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive), tiene su referencia en la Memoria de la Fiscalía 2023. De ellos dice que "la ausencia de actividad armada y propagandística en 2022 evidencia su estado de debilidad, en parte ocasionado por sus escasos recursos económicos, por las disensiones surgidas entre las organizaciones de su entorno y la carencia de atractivo para la juventud independentista".
Por último, se incorporan también datos sobre el anarquismo insurrecto (31 actuaciones en 2022, de las que casi la mitad fueron en Barcelona), el movimiento violento independentista catalán (24 acciones violentas en 2022), así como pequeños grupos de extrema derecha, extrema izquierda o el ecologismo extremista, entre los que nombra a grupúsculos que van ganando notoriedad como Extinction Rebellion o Futuro Vegetal.

