Los casos de violación o prostitución de menores tuteladas saltaron a la polémica en Baleares. Las acusaciones llegaron más tarde a la Comunidad Valenciana. Y no dejan de confirmarse en la Navarra gestionada por el PSOE de la mano de comunistas y separatistas y con el permiso de los proetarras. Un nuevo caso ha recibido ya sentencia judicial condenatoria: en este caso se trata de una menor de 16 años que fue violada dentro de un centro navarro en Ilundáin. Y la menor ni siquiera se atrevía a denunciar lo ocurrido.
Hace escasos meses la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Pamplona condenó a 39 y 29 años de prisión a dos personas que prostituyeron a tres menores de edad que se encontraban bajo responsabilidad del sistema de tutela del Gobierno de Navarra. Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha confirmado una condena previa impuesta por la Audiencia Provincial. Se trata de una condena a 5 años de prisión contra una persona de 20 años que violó a una menor tutelada de 16 años en un centro bajo tutela del Gobierno de Navarra. El centro en cuestión era el centro educativo Aranguren, en Ilundáin. La sentencia aún está pendiente de posible recurso ante el Tribunal Supremo pero confirma la pena de prisión de cinco año junto a otra de libertad vigilada de 7 años adicional y posterior a la cárcel.
La menor tuvo miedo de denunciar
La sentencia relata como la joven ingresó en febrero de 2020 en el centro educativo Aranguren y da por probada su violación dentro de la sede -en concreto, en el taller de pintura en el que coincidió con su violador-. El agresor aprovechó una mera cortina de plástico opaca que impedía la visión de lo que ocurría para, "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", forzarla a realizarle una felación. La sentencia asume como plenamente probado igualmente que tras esa agresión llegó una segunda: "La penetró vaginalmente, aprovechando que la misma [la menor] seguía paralizada y atemorizada". Y sólo cuando se escuchó la cercanía de una tercera persona, el violador cesó en sus agresiones.
"La menor, atemorizada por la creencia de que el acusado era el jefe de una banda latina, y que este pudiera atentar contra ella, no dijo nada a nadie y actuó como si nada hubiera pasado a lo largo de los días posteriores", explica la sentencia. Y sólo cuando posteriormente la menor violada tuvo que acudir a unas urgencias ginecológicas a causa de un sangrado, y ante la insistencia de la educadora y tutora de la joven, la menor acabó relatando lo ocurrido.
La Administración riojana trasladó la denuncia
La menor se encontraba en un centro tutelado de Navarra, pero, pese a ello la tutela correspondía a la Comunidad de La Rioja. De hecho, fue la Administración riojana la que trasladó la denuncia pese a la negativa de la víctima "ante el patente temor que aún sentía, ya que consideraba que la denuncia le colocaba en una situación de mayor desprotección y de peligro para su integridad física frente al acusado" en el centro navarro.
Hay que recordar que, efectivamente, no es la primera resolución en esta materia y en los últimos meses. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Pamplona ha condenado también a 39 y 29 años de prisión a dos personas que prostituyeron a tres menores de edad que estaban bajo responsabilidad del sistema de tutela del Gobierno de Navarra. El caso se retrotrae a septiembre de 2021. Por aquellas fechas dos de las menores rondaban los 14 años y la tercera los 11 años y todas ellas debían haber disfrutado de la protección del servicio de tutela de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas. Las fugas del centro o familia de acogida se habían convertido en una cuestión demasiado habitual. Y el punto de finalización de esas escapadas era, casualmente, el domicilio en Pamplona del inductor a esta trama de prostitución. Una de las menores con mayor edad en aquel momento, no había cumplido aún los 14 años, pese a lo que mantuvo ya relaciones sexuales dos veces con el inductor, tal y como detalla esta segunda sentencia.
La trama de proxenetas estaba compuesta por un hombre y una mujer, que también entregaron a las menores hachís, cocaína y speed antes de sus relaciones sexuales y, en ocasiones, también como mecanismo de pago a las niñas. La sentencia explica que "los hechos ponen de manifiesto que, en esa inducción a la prostitución, hubo un prevalimiento de la situación de desprotección en que se encontraban las menores, ya no solo por su minoría de edad, sino derivado de la situación personal en que se encontraban, ya que se habían fugado de los centros o casa donde se encontraban acogidas".