Pedro Sánchez ha acelerado la negociación con Bildu para sacar a UPN del Ayuntamiento de Pamplona y permitir que lo controle Arnaldo Otegi. Lo ha hecho sacando de Pamplona a Elma Saiz -número uno de los socialistas en esa ciudad- y nombrándola ministra de Seguridad Social, con lo que los proetarras ya tienen vía libre para lanzar una moción de censura sin que haya daños colaterales para gente como Saiz, persona de la máxima confianza de Santos Cerdán.
Pero la historia ha tenido un inmediato reflejo en el comportamiento del propio UPN, partido que controla en estos instantes el citado Ayuntamiento de Pamplona. Y es que UPN, partido constitucionalista, ha votado una moción presentada por Bildu en la que no se habla de "condena" sino de "rechazo" de un acto vandálico producido estos días contra una placa en recuerdo de una víctima de ETA. Y en la que se ha quitado el recuerdo de "todas las víctimas de la violencia etarra" para meter "el respeto a todas las víctimas de la violencia de ETA, reclamando para ellas verdad, memoria, dignidad y justicia. Compromiso que hacemos extensivo a todas las víctimas de las demás violencias padecidas en esta ciudad". Unas frases introducidas por Bildu para seguir con su reclamación de que en el País Vasco hubo un "conflicto" entre dos bandos y que, por lo tanto, los etarras fueron supuestos luchadores justificables.
Un acto vandálico ha dejado entrever costuras en el esquema constitucionalista navarro. Se acaba de producir un "acto vandálico contra la placa que recuerda el asesinato a manos de ETA de José Luis Prieto". Y el PP decidió instar la tramitación en el Ayuntamiento de una moción de condena. El texto decía lo siguiente: "En marzo de 2021 el Ayuntamiento de Pamplona colocó, fruto del convenio firmado por el Ayuntamiento y ANVITE (Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo) para dedicar placas a los asesinados por la banda terrorista ETA en esta ciudad, una placa en recuerdo y homenaje a José Luis Prieto, jefe de la policía Foral, asesinado por ETA el 21 de marzo de 1981".
El texto añade que, "según hemos conocido, esta placa fue arrancada y sustraída en la noche del pasado sábado en lo que la familia de la víctima ha considerado un acto que "resulta difícil no asociar con la política de blanqueamiento de la banda terrorista ETA (...) con el intento de hacer desaparecer de la memoria colectiva su actividad criminal’.
Por todo ello, el PP señalaba que, "como ciudad y como sociedad democrática que somos debemos reclamar siempre, para las víctimas de ETA, verdad, memoria, dignidad y justicia, por lo que ante estos acontecimientos sólo podemos mostrar nuestra repulsa y nuestro cariño a la familia".
Y, por todo ello, la comisión de Presidencia del ayuntamiento de Pamplona pedía "condenar rotundamente el acto vandálico contra la placa en recuerdo y homenaje de José Luis Prieto asesinado por la banda terrorista ETA. Instar al Ayuntamiento a la reposición inmediata de la misma junto a la Iglesia de Nuestra Señora del Huerto, lugar en el que fue asesinado. Mostrar nuestro apoyo y afecto a la familia Prieto Saenz de Tejada" y, muy importante, "recordar a todas las víctimas de la violencia etarra, reclamando para ellas verdad, memoria dignidad y justicia".
La moción llegó y UPN la votó a favor, como era lógico. Pero acto seguido llegó otra moción, de Bildu y con un texto con cambios muy significativos. El punto 1 había quitado la palabra "condena" para dejarlo en "rechazo". Hay que recordar que Bildu nunca ha condenado los asesinatos de ETA, sólo los ha rechazado como vía a utilizar actualmente. Y el punto 4 había ampliado su foco para incluir lo que ellos denominan como todas las violencias: "Mostrar nuestro compromiso con el respeto a todas las víctimas de la violencia de ETA, reclamando para ellas verdad, memoria, dignidad y justicia. Compromiso que hacemos extensivo a todas las víctimas de las demás violencias padecidas en esta Ciudad".
Y UPN también la voto a favor.
Y todo ello ocurre justo cuando un nombramiento del Gobierno de Pedro Sánchez ha dejado especialmente descolocada a mucha gente: el de Elma Saiz al frente de un departamento especialmente técnico, el de Seguridad Social. Saiz ha sido consejera de Economía en la Comunidad Foral pero su conocimiento de la Seguridad Social es el imaginable en un política regional –la Seguridad Social es nacional– y, encima, cargo en unos de los dos únicos territorios –País Vasco y Navarra– que ni tan siquiera se encuentran en el régimen general en materia fiscal. Pero una clave interna explica su salida. Una que se ha convertido realmente en la clave de todo: Bildu.
Otegi reclama una moción de censura respaldada por el PSOE en el Ayuntamiento de Pamplona y Elma Saiz es la líder de los socialistas locales que saldría especialmente perjudicada al demostrar que el PSOE es el felpudo donde los proetarras se limpian los zapatos antes de hacerse con los cargos. Por eso, Saiz es sacada de Pamplona y premiada con un ministerio. Y todos contentos y preparados de cara a la negociación con Otegi dependiendo de cómo salgan las elecciones vascas de mayo del próximo año.