El PSOE y Junts se preparan para celebrar la primera reunión de la mesa de negociación establecida en el pacto entre el secretario de organización del partido socialista y el secretario general de la formación que lidera Carles Puigdemont, el indultado Jordi Turull. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eligió el marco de su viaje a Israel para dar el espaldarazo a la presencia de mediadores y verificadores internacionales en los contactos con Junts per Catalunya (JxCat) que se celebrarán siempre en el extranjero para facilitar la presencia del expresidente catalán prófugo Puigdemont.
En una charla "informal" con los periodistas desplazados a su viaje, Sánchez justificó y ponderó la figura de los mediadores internacionales porque las posiciones de ambos partidos son muy distantes. "La verificación entre partidos políticos que partimos de posiciones tan alejadas puede ayudar", manifestó el presidente del Gobierno horas después de haber provocado una crisis sin precedentes con Israel y poco antes de que la organización terrorista Hamas le felicitara por sus palabras ante el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El escenario elegido por Sánchez para filtrar su firme defensa de la mediación internacional ha sido interpretado por parte de Junts como un reconocimiento del "presidente español" de la naturaleza política y nacional del conflicto catalán. Es decir, un espaldarazo a las tesis independentistas de que Cataluña y España son dos naciones diferentes y deben negociar como naciones.
El marco de Sánchez
Sánchez aprovechó ese mismo encuentro para elogiar su política respecto a Cataluña y defender la Ley de amnistía. Se refirió a los indultos a los líderes golpistas encarcelados para comentar que no les ha pasado factura electoral y aventuró que con la amnistía pasará lo mismo. "Tenemos cuatro años por delante", declaró al respecto.
De esta manera, Sánchez abría la puerta a una primera reunión de PSOE y Junts de la que sólo se sabe a ciencia cierta que será en Ginebra. El encuentro puede producirse en cualquier momento. Según Junts, antes de que acabe el mes de noviembre. Se sabe también que las reuniones se celebrarán en presencia de un indeterminado número de verificadores cuyo nombre se mantiene en secreto. Se alega que para preservar su neutralidad y su capacidad de maniobra. El dos de Junts, Turull, aseguró tras firmar el pacto con Cerdán que en las negociaciones habría mediadores "de prestigio" y una organización internacional.
En el PSOE apuestan por el concepto "organización internacional" tras las declaraciones de Sánchez sobre la "verificación entre partidos". En las negociaciones con ETA se utilizó a la fundación Henry Dunant, que se define como un "centro de diálogo humanitario".
Cerdán, fijo
Para participar en la primera reunión está confirmado el nombre de Santos Cerdán y se ha descartado el del expresidente Zapatero. En Junts se supone que estarán Turull y el propio Puigdemont. Los dirigentes de Junts, de Turull a Miriam Nogueras, la jefa del grupo parlamentario en el Congreso, han dejado claro que las reuniones deben alcanzar acuerdos concretos sobre su agenda: la autodeterminación de Cataluña. Pueden aceptar compensaciones económicas y descartan romper a las primeras de cambio, pero insisten en el precio de sus votos en la legislatura.
Tanto unos como otros mantienen el hermetismo sobre los detalles de la "mesa". Al igual que en las negociaciones para el pacto de la investidura se impone la discreción. Santos Cerdán aboga por que cuanto menos se sepa, mejor. No está previsto en estos momentos que se vayan a hacer públicas las actas de las reuniones. Según dijo Turull, se quiere evitar el espectáculo. Una cumbre sin fecha que incluso podría haberse celebrado ya.