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La prensa de un vistazo

La duda que corroe a Marhuenda: "No sé si Sánchez es malvado o no"

La víspera del día de la Constitución parece un funeral.

La víspera del día de la Constitución parece un funeral.
Francisco Marhuenda, en su despacho | El Español/Moeh Atitar

El Mundo

"El Parlament catalán amenaza al juez del CNI para que revele secretos del 'caso Pegasus'". Dice Iñaki Ellakuría dice que los cerebros de Moncloa no han conseguido colar las maravillas de la amnistía,. "El amplio y transversal malestar que provoca la Amnistía ha empujado al Gobierno y sus terminales periodísticas a promover de urgencia dos nuevas justificaciones, si cabe, aún más inverosímiles. La primera falacia es que la medida de gracia ha logrado meter al nacionalismo dentro del marco constitucional".

"El segundo argumento del sanchismo -igual de tramposo pero seguro que tentador para ese entorno de Alberto Núñez Feijóo que sueña con Convergència-, si el PP deja de hiperventilar por la agresión gubernamental al Estado de Derecho se acabará, tarde o temprano, beneficiando como el que más (el PSOE) del nuevo escenario político alumbrado por la amnistía. Ya que, entre otras muchas ventajas, podrá encontrar de nuevo en Junts aquel buen socio que tuvo en el pujolismo". Pues nada, que tampoco cuela.

El resultado es que "el Rey, jueces, fiscales, abogados del Estado, policías y asociaciones constitucionalistas amenazados por una cacería impulsada por el independentismo, y patrocinada por el Gobierno con su tesis Lawfare". Bravo, Sánchez, ándate con ojo algún día te alcanzará a ti.


El editorial lo confirma. "La asunción por parte del PSOE de que existe lawfare contra el independentismo no solo descalifica a la Justicia, sino que supone un evidente acto de intimidación de jueces y magistrados que ya puede comprobarse". "Esa quiebra del Estado de Derecho, por lo que implica de injerencia de los poderes legislativo y ejecutivo en el poder judicial, tiene un precedente claro en el Parlament de Cataluña, donde la persecución ha comenzado".

"La persecución del poder político a los jueces es una evidente señal de alarma de que los contrapesos democráticos se resienten. Cuando el Gobierno pretende aprobar una amnistía que borrará los delitos probados del 1-O, los parlamentos se sienten autorizados para amenazar a los jueces por sospechas y falsedades. La UE hace bien en estar atenta a la deriva iliberal de un país donde la verdad de los hechos no la escribirán los magistrados independientes, sino la mayoría política que respalda al Gobierno". Pero además de vigilar no estaría de más que hicieran algo.


El País


Encuesta al servicio del régimen sanchista. "Dos de cada tres españoles abogan por introducir cambios en la Constitución. Acabar con la preferencia por el varón en la Corona, la reforma que más apoyo suscita. Casi la mitad acepta reconocer la "plurinacionalidad"". Les falta decir que cien de cada cien españoles adoran a Su Sanchidad.

"El Gobierno busca salir del desgaste de la amnistía con medidas progresistas mientras el PP se enroca". Más dosis de sanchismo en el panfleto ultra que se supera cada día. "Mientras el PSOE y Sumar tratan de centrar el debate en la gestión, que es lo que más réditos les ha dado y precisamente lo que, según su visión, justifica ante sus votantes la amnistía como un coste necesario para poder hacer políticas progresistas, el PP se enroca en las posiciones más duras y trata de explotar al máximo ese desgaste del Gobierno que detectan las encuestas por la amnistía" dice escandalizado el siervo sanchista Carlos Cué. Hay que jorobarse con estos fachas, oye, tratar de desgastar al gobierno más progresistas de la historia de la progresía. Y en fin, el resto de la columna, porque Cué no hace información, hace propaganda pues más de lo mismo. El PP malo, la derecha facha, Yolanda y Sánchez son pobres víctimas y tal. Ah, y que el PP tiene que renovar el CGPJ, que es lo único que quiere Sánchez del partido que representa a la mitad de los españoles.

ABC

"ERC también exige a Sánchez reuniones en Suiza y su propio mediador internacional". A ver si se ha creído este que sus votos valen menos que los de Junts. De chiste. El editorial pone a Sánchez y sus criados mediáticos en su sitio con la comparación de las reuniones de Aznar con ETA y las de Sánchez con el golpista. A"znar no pactó con ETA su investidura, ni su legislatura, ni leyes de impunidad, como ha hecho Sánchez con un prófugo de la Justicia. Aznar no mandó a un 'fontanero' de partido, sino a dos altos cargos de su ejecutivo y a un asesor personal, asumiendo así una responsabilidad propia de gobierno, y no de partido. Aznar no pactó la tregua previa de ETA, que fue cosa del PNV y su Pacto de Estella con los terroristas, ni ofreció nada a los terroristas, quienes, tras una sola reunión, volvieron a la violencia porque nada iban a obtener por dejar de matar. Aznar no se ocultó a los medios de comunicación, ni al Parlamento, ni a los grupos parlamentarios, a los que La Moncloa informaba puntualmente de cada paso dado durante la tregua de ETA. Aznar no necesitó un mediador en Ginebra". Y sobre todo, Aznar no necesitaba sus votos para gobernar. Habló para que dejaran de matar, no para que le dieran sus votos como está haciendo Sánchez. "La deriva populista del presidente del Gobierno no tiene freno". Digamos mejor la deriva autoritaria.


Isabel San Sebastián hace una comparación que levantará ampollas. "La alianza de Pedro Sánchez con los separatistas es a la Constitución lo que una violación a la mujer. Una agresión destinada asometerla doblegando su voluntad. Una exhibición de poder arbitrario. Un ultraje agravado por el hecho de que quien lo encabeza es, precisamente, la persona que juró defenderla, cumplirla y hacerla cumplir, como condición indispensable para acceder a su cargo. Por continuar con el símil, el marido o compañero de la mujer agredida". Te van a crujir en X, Isabel.

"La aceptación de un 'verificador' extranjero, experto en guerrillas, constituye una humillación añadida, otro escarnio más infligido a los españoles vejados, característico de los asaltos sexuales perpetrados en grupo. Mañana, cuando veamos al presidente celebrar, sonriente, el aniversario de la ley de leyes, no olvidemos que la está violando junto a Puigdemont, Junqueras y Otegui". Sánchez, violador.

La Razón


"Feijóo deja ahora la calle y lleva su artillería a las instituciones". Marhuenda dice que "en algunas ocasiones, Sánchez dice cosas muy raras. No le entiendo. Es posible que no tenga su lucidez. Ahora resulta que la ausencia de acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar al CGPJ no es culpa suya sino de la otra parte". Menuda novedad, Marhuenda, lleva repitiendo lo mismo desde que es presidente. "No sé si Sánchez es malvado o no". Marhuenda, estás fatal, malvado no, es el mal hecho carne, más malo que el veneno.

En España

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