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Sánchez y Puigdemont apalabran un encuentro sin mediador y fuera de España

Las direcciones del PSOE y Junts per Catalunya (JxCat) negocian fecha y formato de una "cumbre entre presidentes".

Las direcciones del PSOE y Junts per Catalunya (JxCat) negocian fecha y formato de una "cumbre entre presidentes".
Carles Puigdemont mira a Pedro Sánchez mientras interviene en el Parlamento europeo de Estrasburgo. | EFE

El secretario general de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Turull, ha informado este jueves que Pedro Sánchez y el prófugo Carles Puigdemont mantendrán un encuentro sin verificador y en algún lugar fuera de España a fin de "profundizar en la resolución del conflicto político". Un día después de que Sánchez y Puigdemont coincidieran en el Parlamento Europea, el dirigente separatista indultado, Turull, ha explicado en una entrevista en el canal catalán de Radio Nacional que Sánchez y Puigdemont celebrarán una "cumbre entre presidentes" para la que están buscando fecha y escenario, fuera de España dadas las circunstancias judiciales del golpista prófugo.

La intención del encuentro, según la versión de Turull, es "normalizar las relaciones entre los dos presidentes". "Nos hemos emplazado a encontrar la fecha y el lugar para que se vean. Lo importante es que se encuentren y hablen, en un encuentro como debe ser, sin fotografías ni logos de partido", ha destacado Turull, firmante del pacto entre Junts y el PSOE que permitió al investidura de Pedro Sánchez.

Turull ha señalado que Puigdemont y Sánchez no se ven desde el golpe de Estado de octubre de 2017, situación que el dirigente separatista ha achacado a la "represión". Sánchez, entonces en calidad de jefe de la oposición, y Puigdemont, que ejercía como presidente de la Generalidad, se vieron dos veces en agosto de aquel año, justo después de los atentados islamistas de Barcelona y Cambrils. Sánchez le ofreció a Puigdemont la creación de una comisión para reformar la Constitución tras el referéndum del 1-O mientras que Puigdemont le pidió que avanzara su moción de censura para facilitar una salida al atolladero. El acuerdo no fue posible, si bien Puigdemont dejó escrito en sus memorias que Sánchez se mostró muy empático con las reivindicaciones separatistas y le afirmó sin rodeos que creía que "Cataluña es una nación y debe ser considerada como tal".

Acoso a los jueces

Ahora, y tras el acuerdo suscrito para la investidura, Sánchez y Puigdemont quieren retomar unas relaciones fructíferas en el pasado. Según Turull, ahora mismo "tenemos una negociación abierta con el PSOE y hay dos personas que la lideran", dando a entender que Sánchez ha estado en primera línea de las conversaciones que desembocaron en el acuerdo del pasado 9 de noviembre que entre otros puntos incluye investigar a los jueces señalados por los separatistas por el presunto lawfare contra el independentismo.

Turull ha defendido además que gracias a la postura inamovible de Puigdemont durante los años que ha pasado fugado se ha "internacionalizado el conflicto político". También ha arremetido contra ERC y ha señalado que la mesa entre el Gobierno y el ejecutivo de la Generalidad "estaba destinada a dormir el conflicto político. Lo que da risa o lástima es que haya una mesa que no sirve para nada", ha indicado.

Antes de las pasadas elecciones generales, Puigdemont desveló que Sánchez le había enviado emisarios a Waterloo con el ofrecimiento de un trato de favor para que regresara a España, garantizándole el indulto una vez compareciera ante la justicia. Sánchez reaccionó diciendo que la palabra de Puigdemont no tenía valor y calificándolo de "anécdota" de la política catalana.

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