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La ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno busca, de nuevo, foco mediático, a base de ocurrencias absurdas que parten de premisas falsas.

Yolanda Díaz: "Las mujeres carecen de un derecho fundamental, tienen pobreza de tiempo"

La ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno busca, de nuevo, foco mediático, a base de ocurrencias absurdas que parten de premisas falsas.

Tras su batacazo en las elecciones gallegas del 18 de febrero, Yolanda Díaz busca desesperadamente hacerse un hueco en la maraña de informaciones que, en estos momentos, copan la amnistía a los golpistas del procés y el presunto caso de corrupción conocido como el caso Koldo que está golpeando de lleno al Gobierno de Pedro Sánchez.

Día sí y día también la vicepresidenta del Gobierno nos obsequia con declaraciones que la colocan en el foco de la noticia, aunque sólo sea para destacar lo insustancial de su discurso.

El feminismo inclusivo de Sumar

Inicia Yolanda Díaz su hilarante discurso describiendo el feminismo inclusivo de Sumar. "Hago un llamamiento a ese feminismo que representa Sumar, que es el feminismo del 99%. A nosotras no nos preocupan los techos de cristal. Nos preocupan las mujeres migrantes. Nos preocupan las pensionista que tienen una pensión de 600 euros. Nos preocupa una madre que percibe una pensión no contributiva, de una cantidad profundamente humilde. Nos preocupa una mujer racializada. Nos preocupa esas multitudes de mujeres, que lo vamos a cambiar, compañeras, que trabajan a tiempo parcial de manera involuntaria. Que este modelo se acabó. Es también parte del combate, de la lucha contra la precariedad. Y es lo que decimos desde el feminismo inclusivo de Sumar, que vamos a cambiar", señala como si fuese una recién llegada al Consejo de Ministros, cuando está en el Gobierno desde enero de 2020, es decir, más de 5 años.

"Pobreza de tiempo"

A continuación, se centra en la falta de tiempo de las mujeres: "Son también esas mujeres que están agotadas, que están desbordadas, que su vida no da para más, que entre el trabajo, entre el curre, entre los cuidados, entre los hijos, las hijas, entre una ley de dependencia que no tiene todos los servicios en nuestro país, entre que carecemos de servicios de ayuda a domicilio, o están privatizados como pasa en Euskadi, no tienen tiempo para vivir". Se olvida, de nuevo, que ha tenido tiempo durante 5 años de cambiar esta terrible situación de la mujer que nos está describiendo.

E introduce un nuevo derecho fundamental, el del tiempo, para esas mujeres agotadas… porque según se desprende del discurso de Yolanda Díaz, los hombres no se agotan: "Las mujeres carecen de un derecho fundamental, tienen pobreza de tiempo y esto tiene que ser corregido en nuestro país. Esas son las mujeres que representan a Sumar. Son esas mujeres que a veces se piensan o se sienten atropelladas, que no pueden más. Esos cuerpos que llegan a su sofá, a veces también alguna de nosotras, y dicen no podemos más. No queremos esa sociedad de mujeres agotadas, de mujeres vulnerables".

Deseos en derechos, partiendo de premisas falsas

A continuación enumera sus deseos happy flowers, característicos del yolandismo (en la forma y en el fondo), que prescribe un mundo feliz en el que las mujeres puedan hacer cosas que ya hacen, es decir, quiere convertir en derechos los deseos, pero partiendo de premisas falsas: "Queremos una sociedad en la que las mujeres puedan sonreír —por lo visto hasta ahora las mujeres españolas no podían sonreír—, puedan ser felices —un poco más de lo mismo—, puedan tener tiempo, puedan estudiar —¿en qué mundo vive Yolanda Díaz?—, puedan bailar, puedan pasear —¿alguien lo prohibía?—, puedan, en definitiva ser un poquito... —no termina la frase, así que no sabemos a qué se refiere— o tener una vida mejor", termina describiendo el mundo feliz por el que Yolanda Díaz lucha para todas las mujeres.

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