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Así es el falso lama Losel, el gurú del "lefazo místico" condenado por asociación ilícita coercitiva

El supuesto "maestro" aseguraba que su semen tenía poderes curativos y lo repartía en frascos para que sus adeptos se lo bebieran.

El supuesto "maestro" aseguraba que su semen tenía poderes curativos y lo repartía en frascos para que sus adeptos se lo bebieran.
El falso lama Losel, durante una entrevista en Paralelo 43 TV. | Captura de video

Carlos Herranz Ortega -de 46 años- se ha convertido en el primer condenado en España por asociación ilícita coercitiva. El varón, conocido como el lama Losel, era el líder de la una secta que -como él mismo ha reconocido- manipulaba y controlaba a sus fieles. La sentencia, que crea jurisprudencia, ha sido posible gracias a una pareja de exadeptos que en 2017 -tras seis años de engaño- "despertó" y denunció los hechos ante la Guardia Civil, ha explicado su abogado en declaraciones a Libertad Digital.

Según relata el letrado Carlos Bardavío Antón, los investigadores no tardaron en descubrir que el denunciado ni siquiera era lama. "Todo un engaño, una mentira", apunta el abogado experto en sectas. Losel, que se hacía pasar por "maestro", puso en marcha una asociación -llamada Sendero del viento- a través de la cual lograba favores sexuales, "como dijeron una decena de testigos ante la Guardia Civil (aunque no se les permitió declarar durante el juicio)", y beneficios económicos, "como demuestran los movimientos bancarios de una de las víctimas, que le daba grandes cantidades de dinero".

Se suponía que Sendero del viento "tenía la finalidad de ayudar a niños en la India, a la sociedad, a los más desvalidos...", señala Bardavío, "pero eso no se veía materializado". "Con el tiempo, las víctimas se fueron dando cuenta de que realmente todo el dinero iba a parar al lama Losel", añade. Un tipo que "apenas ha trabajado en su vida", como refleja "su vida laboral -que está por todas las actuaciones-", y por lo tanto "no podía justificar su patrimonio, salvo por los supuestos donativos que recibía, que él se quedaba y no destinaba al fin para el que los fieles los habían entregado".

Tanto es así que una de las víctimas a las que representa Bardavío "estuvo durante varios años reformando la casa que iba a ser para la asociación". "Puso 68.000 euros y luego se la quedó él a título propio, en vez de ponerla al nombre de la organización como se había acordado". Más tarde incluso "vendió la vivienda/local, donde vivía y realizaba las supuestas terapias espirituales y/o sanadoras". La asociación no era más que "una pantalla, instrumentalizada para sus propios beneficios". De hecho, a día de hoy, Sendero del viento no tiene ningún patrimonio a pesar de los cientos de miles de euros que habría recaudado.

El néctar sagrado (su semen)

Losel logró crear "una autoridad incriticable" y establecer una "relación de confianza especial" con los adeptos, que inicialmente "no cuestionaban ninguna de las órdenes de este lama ficticio". Sus clientes caen en la cuenta de que es un farsante a raíz de dos hechos concretos. En primer lugar, averiguaron que les manipulaba a través de un correo electrónico que pertenecía a "un tal maestro Santiago, que supuestamente tenía poderes mayores" y que él usaba "cuando no le hacían caso o no aportaban suficiente dinero".

Un extremo que él ratifica, cuando acepta la culpabilidad de los hechos que se le imputan. Losel reconoce que "suplantaba a este tercero -que no existía-" para convencerles de que aumentaran sus aportaciones o se sometieran a sus controvertidas terapias sanadoras. Entre otras cosas, les incitaba a beber su semen -al que se refiere como "néctar sagrado" o "divino"- porque tenía poderes curativos. "Lo repartía en un frasco para sanar enfermedades", recuerda Bardavío, "le hemos escuchado a él mismo decir, en audios que se han publicado, que había curado casos de fibromialgia y un tumor renal".

Él solía decir que con su "lefazo místico" podía "arreglar la vida" de cualquiera. "Pero inclusive en ese momento, mis clientes creyeron que era una estrategia del lama para elevarles espiritualmente", explica el abogado. "El grado de coacción psicológica, de manipulación, era tan elevado que -a pesar de descubrir que realmente él era el maestro Santiago- pensaron que Losel tenía un plan que era incomprensible para ellos pero que tenían que seguir para poder mejorar (como deseaban)", añade.

El implante extraterrestre

Llegados a este punto, es donde entra el juego el miedo. Carlos Herranz les amenazó con que -si no aceptaban o seguían en sus órdenes- "podrían sufrir determinados infortunios, tales como accidentes, infartos o incluso cánceres, como él mismo afirmaba haber provocado en otros exadeptos que habían abandonado al grupo coercitivo". El miedo era una de las herramientas que Losel utilizaba para controlar a sus fieles.

"Ya en los últimos momentos de la pertenencia de mis clientes en este grupo", cuenta el abogado, "el lama Losel -durante las reuniones, talleres, etc.- les convenció de que tenían dentro de su cuerpo unos implantes extraterrestres y se los tenía que sacar porque si no iban a sufrir enfermedades de todo tipo". Ante el temor de que así fuese, señala, "se dejaron hacer".

En el caso de una de las víctimas, "le rasgó la piel y el músculo al objeto de extirpar el supuesto implante". A su pareja, "le dio treinta palazos en el pecho para desactivar supuestamente el chip extraterrestre". "Ahí se percataron de que esto ya no estaba dentro de lo normal. Y se empezaron a desvincular", asegura. "Llegaron al convencimiento de que todo era una estratagema y que se trataba de una secta coercitiva".

Importancia de la sentencia

La condena del lama Losel es la primera que se produce en España por asociación ilícita coercitiva desde que en 1995 se creara el artículo 515.2 del Código Penal, que recoge que "son punibles las asociaciones ilícitas" en determinadas circunstancias. Entre ellas, cuando "se empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad". "Se ha aplicado después de casi 30 años", exclama Bardavío. "Es un precedente jurisprudencial y fáctico muy importante para otras víctimas", añade. Y se calcula que "puede haber en torno a 400.000" en nuestro país.

"Esta sentencia -en la que incluso el autor reconoce que ha manipulado, controlado y alterado la personalidad de sus miembros- demuestra que el lavado del cerebro o persuasión coercitiva (como se dice hoy en día) existe", señala el abogado experto en sectas. De ahí su importancia. Y esto ha sido posible gracias a que sus clientes "han sido muy benévolos". No buscaban lucrarse con este procedimiento, han llegado a un acuerdo con la defensa por 20.000 euros (de los 160.000 que reclamaban). Ellos querían que "se reconociera esta problemática como algo real y existente" y "ayudar a otras víctimas".

"Lamentablemente", explica Bardavío, "aún hoy en día, la sociedad cree que las sectas no afectan más que a cuatro chalados que se dejan convencer". "Estudios autorizados, tanto en Europa como en Estados Unidos, certifican que la mitad de personas que caen en este tipo de grupos coercitivos tienen un alto nivel socioeconómico y sociocultural", destaca. Esto se cumple, de hecho, con una de la víctimas a las que él representa en este caso (que tiene una ingeniería y domina tres idiomas).

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