
El exvicepresidente catalán Oriol Junqueras convocó el congreso extraordinario para liderar ERC en noviembre porque el presidente del Gobierno Pedro Sánchez le garantizó su exoneración por el golpe del 1-O en el Tribunal Constitucional que preside Cándido Conde-Pumpido para esas fechas.
Junqueras hizo oficial su dimisión como líder de ERC la semana pasada tras el batacazo electoral sufrido por su formación en las elecciones autonómicas catalanas del pasado 12 de mayo. En dichos comicios, el partido independentista pasó de 33 a sólo 20 escaños y perdió casi 200.000 votos. El exvicepresidente catalán anunció entonces su marcha para poder volver a optar a la presidencia de ERC durante un congreso que tendría lugar el próximo 30 de noviembre.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital denuncian "la existencia de un pacto a tres bandas entre Oriol Junqueras, Pedro Sánchez y Cándido Conde-Pumpido. En el caso de que el Tribunal Supremo decidiese no aplicar la Ley de amnistía del 1-O diseñada por el Ejecutivo socialista y sus socios al delito de malversación, Junqueras presentaría posiblemente un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional contra la decisión del Alto Tribunal".
Las mismas fuentes jurídicas consultadas por LD sostienen que "Junqueras convocó el congreso para liderar ERC en noviembre tras asegurarse de que Conde-Pumpido tuviera tiempo suficiente para admitir y resolver su recurso en el Constitucional y así quedar exonerado completamente por el golpe de 1-O. De esta forma, dejaría de estar inhabilitado políticamente y podría acudir al cónclave de su partido con la sentencia favorable del TC bajo el brazo. A día de hoy, la inhabilitación es un lastre para su aspiración a volver a liderar el partido".
Recordamos que el que fuera vicepresidente catalán fue condenado por el Supremo a 13 años de cárcel y a otros 13 años de inhabilitación absoluta en el 2019 por los delitos de sedición y malversación en concurso medial. Tras los indultos aprobados por el Gobierno de Pedro Sánchez y la eliminación del delito de sedición del Código Penal, aún quedaba el cabo suelto de la inhabilitación que el Ejecutivo socialista intenta solventar con la Ley de amnistía.
Mientras tanto, el propio Pedro Sánchez esta semana dejaba clara su disposición a negociar con ERC para evitar una repetición electoral en Cataluña y facilitar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalidad. Sánchez afirmaba que "es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un territorio tan importante como Cataluña".
El presidente del Gobierno añadía que "la estabilización de la situación política en Cataluña no hubiera sido posible sin el protagonismo de ERC. Eso hay que reconocerlo, sin su liderazgo y su compromiso no habría indultos ni amnistía. Y quiero añadir que partidos grandes, con raíces, como ERC, con más de 90 años de historia, y el PSC deben entenderse". También elogiaba al expresidente catalán Pere Aragonès: "Ha sido un buen presidente en circunstancias muy difíciles". "El futuro de Cataluña y en buena medida de España va a depender de que se consolide esa relación estratégica entre el PSC y ERC", concluía.
Conde-Pumpido: "Arreglar el problema de Cataluña"
Tal y como desveló este diario hace dos años, Cándido Conde-Pumpido realizó la siguiente confesión a sus compañeros del Tribunal Constitucional: "Voy a ser designado presidente del Tribunal Constitucional para arreglar el problema de Cataluña, y lo arreglaré".
Según publicó LD, el propio Conde-Pumpido colaboró en secreto con el Gobierno de Pedro Sánchez para elaborar el texto inicial de la Ley de amnistía. De hecho, el presidente del Tribunal Constitucional se enfadó durante la tramitación de la amnistía en el Parlamento, ya que se aceptaron diferentes enmiendas de Junts y ERC que desvirtuaron su texto primigenio.
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