
El Mundo
"El fallo del Supremo impide a Puigdemont volver para la investidura sin ser arrestado". "El fiasco de la amnistía a Puigdemont pone cuesta arriba la investidura de Illa y el plan de Sánchez para agotar la legislatura". "El fugado mantiene su intención de regresar para la investidura a pesar de seguir activa la orden de detención". Claro, que hay está el lacayo de Sánchez, Conde Pumpido, para acudir al rescate. "Aunque la mayoría progubernamental en el órgano que preside Cándido Conde-Pumpido parece dispuesta a convertirlo en un tribunal de última instancia, constituiría un escándalo que el TC revocara la decisión que el Alto Tribunal, en consonancia con los cuatro fiscales del procés, expone desde el rigor y la fundamentación jurídicos", dice el editorial. Me temo que Pumpido y Sánchez el rigor y los fundamentos jurídicos se lo pasan por el arco del triunfo.
Jorge Bustos "comprende el estupor de los lacayos cuando se les somete a la visión sacrílega de un contrapoder que tuerce serenamente la voluntad de su amo". Sobre todo la izquierda mediática, con siervos como Carlos Cué que producen vergüenza ajena. "En su mundo preconstitucional, selvático, el poder lo tiene Pedro y la mayoría que lo invistió en el Congreso, donde a su bárbaro juicio reside una soberanía irrestricta. Una mayoría que puede si quiere reponer la cadena perpetua, acuñar el sucre o amnistiar la malversación. Pero resulta que esto no es una democracia orgánica, que es la que añora tanto franquista de izquierdas". En España el fascismo está en la izquierda, sobre todo la mediática.
"La legislatura durará tanto como la credulidad del catalán, pero ellos no controlan los tiempos de la Justicia por mucha violencia caribeña contra jueces y periodistas que desaten ahora como animales heridos. Nosotros contaremos cada derrota y nos reiremos de cada amenaza hasta el mugido final". Porque Sánchez tendrá un final. Y también será el final de sus pseudoperiodistas serviles porque han perdido toda credibilidad y el respeto por sí mismos.
El País
"El Supremo rechaza anmistiar la malversación en el procés". Como es natural, el periódico ultra pone a caldo a la justicia que se rebela contra el amo Pedro. "No hay nada más delicado en una democracia que presumir objetivos políticos a la administración de justicia". Como, por ejemplo, hace el fiscal general.
"Un repaso a la hiperactividad judicial sobre temas relacionados con el procés desde que empezó a tramitarse la ley de amnistía permite concluir, no obstante, que España está generando abundantes pronunciamientos judiciales creativos con decisiones y argumentos extravagantes o sobrevenidos que torpedean hoy, siete años después de los hechos enjuiciados, la aplicación de la ley de amnistía, aprobada por el Congreso de los Diputados el 30 de mayo por 177 votos a favor y 172 en contra". Este editorial no se hubiera producido se el Amo no hubiera necesita 7 votos para llegar a Moncloa.
"Los jueces pueden considerar que la ley de amnistía vulnera principios fundamentales de la Constitución española o del Derecho de la UE, y tienen toda la legitimidad para plantear las acciones procesales que consideren pertinentes. Sin embargo, realizar interpretaciones ad hoc sobre un mismo delito, como hizo ayer el Tribunal Supremo, y acompañar su argumentación de insólitas críticas al Poder Legislativo, no hace más que proyectar dudas, si no sobre su independencia, al menos sí sobre su imparcialidad". Desde que llegó Sánchez todos tenemos serias dudas sobre la independencia judicial, sobre todo con Conde Pumpido y el Fiscal General del Estado.
El otro editorial de la ultra Pepa Bueno es sobre Francia. "El resultado de la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia ha infligido una doble derrota al presidente Emmanuel Macron. Su candidatura, Ensemble, quedó en tercera posición con un 20% de votos, un descalabro para quienes formaban el primer grupo en la Asamblea Nacional saliente". Macrón se hizo un Sánchez y le salió mal.
"Sin embargo, no todo está perdido para él. Hay voces que piden su dimisión y ese debate se planteará inevitablemente a partir de la misma noche de la segunda vuelta de las legislativas, pero al presidente francés le quedan legalmente tres años de mandato". "Lo urgente ahora, para él y todos los franceses "demócratas y republicanos", por usar sus términos, es impedir el domingo una mayoría absoluta del RN. Se trata de un objetivo plausible si en la segunda vuelta los moderados de derechas, los centristas, los socialdemócratas, los ecologistas y la izquierda radical se pone de acuerdo para apoyar en cada distrito al candidato con más posibilidades de batir a los de Le Pen. El llamado frente republicano, la forma autóctona del cordón sanitario, sería lo deseable en esta hora crítica para Francia y permitiría a Emmanuel Macron salvar los muebles tras el fallido adelanto electoral y la rotunda derrota del domingo pasado". Francia lleva décadas aplicando ese cordón sanitario y lo que han conseguido es que cada vez más franceses voten a Le Pen. Ellos sabrán.
ABC
"El Supremo deja en vilo al Gobierno al no aplicar la amnistía al 'procés'". "Desautoriza al fiscal general y resuelve que la ley excluye la malversación: las órdenes de detención de Puigdemont, Comín y Puig siguen activas". "Moncloa se encomienda a Pumpido y reta al PP a que lleve ya la amnistía al Constitucional". P'a chulo Pedro. "«Si Feijóo cree que es inconstitucional, ya está tardando en recurrirla», dice Ferraz". Pues lo mismo que creía Ferraz hasta que Pedro necesitó los 7 votos de Puchi. A algunos hay que refrescarles la memoria de vez en cuando, que no nos engañan.
"Las dos resoluciones del Alto Tribunal obligan a reflexionar sobre el deterioro de la actividad legislativa del Estado en aras del propósito partidista de conservar el gobierno de la Nación. Y, sobre todo, demuestran que el Estado de derecho puede frenar la arbitrariedad de los poderes políticos cuando hay jueces dispuestos a asumir su responsabilidad. El voluntarismo de Pedro Sánchez queda retratado en un razonamiento judicial de incuestionable calidad técnica, la cual no oscurece el claro mensaje que se lanza de defensa de la separación de poderes y de primacía de la función jurisdiccional en la aplicación de las leyes", dice el editorial. "La ley de Amnistía no sólo es una norma injusta y divisiva, sino que en su propósito espurio de convertirse en el pago por la investidura de Pedro Sánchez es posible que acabe siendo perfectamente inútil". Ferraz en vilo ante la reacción de Puigdemont.
Julián Quiros advierte: "Vuelve la prensa del movimiento". "La gente de Sánchez presiona a los periodistas sobre qué preguntar y qué callar y da indicaciones a terceros sobre dónde insertar su publicidad. Incluso amenazan a los medios próximos con rebajarles la tarta publicitaria si se equivocan al enfocar sus informaciones. Sánchez está conformando con dinero público una gran prensa gubernamental; la extinta prensa del Movimiento se está reconfigurando con la idea de que todo lo que quede fuera de ella ha de ser liquidado". El perfecto dictador. Aunque hay pseudoperiodistas como la Intxaurrondo, Barceló o Carlos Cué a los que se les ve encantados de lamerle el traserillo a Sánchez. Encantados de servir a su amo.
Dice Isabel San Sebastián que "al caudillo socialista no le gusta la prensa libre. En realidad no le gusta nada que huela a libertad, aunque los medios de comunicación independientes le inspiran una aversión especialmente enconada dado que son ellos, o mejor dicho los periodistas que honran su profesión desde sus páginas, quienes han destapado los escándalos que impregnan su mandato de hedor a corrupción". Al caudillo no le gusta nada que le lleve la contraria. Es un auténtico fascista.
"El caudillo socialista no aguanta ese desafío y se pregunta, rabioso, por qué no seremos todos tan dóciles y complacientes como lo son sus masajistas favoritas en RTVE o la cadena de radio amiga. La idea de que ciertos periódicos escapen a su control le resulta insoportable, motivo por el cual ha decidido reinstaurar la censura, práctica 'progresista' donde las haya". Fascismo puro. El de Sánchez y el de sus periodistas.
La Razón
"El Tribunal Supremo acerca la repetición electoral en Cataluña". "ERC se prepara para que Puigdemont lo utilice para alentar la agitación independentista y dificultar el pacto con Illa".
Marhuenda analiza las elecciones francesas. "La ineptitud del arrogante Macron y los errores de la clase política tradicional explican el éxito de Le Pen que ha ganado la primera vuelta de las elecciones francesas. Lo mismo se puede decir de Meloni en Italia". "No sé muy bien si Sánchez se identifica con el fracasado Macron o el radical Melenchón. Me temo que más bien con el segundo, ya que ha abrazado con el fervor del converso la agenda radical de los populismos iberoamericanos. Estos días me pregunto, una vez más, por qué esa derecha radical de Le Pen o Meloni es más peligrosa que el comunismo". A algunos nos da más miedo Sánchez que Meloni.
El Debate
Bieito Rubido arremete contra la censura y los psudoperiodistas que la fomentan. "Ya es preocupante que determinados periodistas, afines al sanchismo, y el entorno de Sánchez vengan a decir ahora quién puede y quién no puede informar". Silvia Intxaurrondo, Carlos Cue, Ignacio Escolar y todos los que trabajan en RTVE, la SER, El País el diario.es y otros pseudomedios, sin importancia. Los periodistas sanchistas son más tóxicos que el propio Sánchez.
"Además de ser inconstitucional, es un ataque directo a la línea de flotación del propio sistema democrático. Nosotros desde El Debate estamos muy tranquilos: tenemos el refrendo diario de más de un millón de lectores, una redacción con más de ochenta profesionales de la información y directamente del Gobierno central hemos recibido cero euros, pese a nuestra audiencia. Nuestro crecimiento ha sido el más espectacular en menos tiempo de la prensa digital española. No podrán decir lo mismo otros medios a los que, sin embargo, Sánchez protege con un mimo impropio de la neutralidad de la que presume". Por ejemplo, El País.
"Sánchez va a dar un paso más en su carrera por la demolición de la democracia en España. Le irrita que los medios de comunicación denuncien sus excesos. Todos los presidentes sufrieron situaciones semejantes. A nadie se le ocurrió tratar de amordazar a los medios". Sánchez no es un presidente, es un caudillo, un tirano y un dictador.