El presidente del Gobierno ha posado junto al presidente de la Generalidad en funciones en el marco de una visita con apariencia de protocolaria. Esta vez el protocolo ha sido menos estricto. Pedro Sánchez no ha tenido que bajar la cabeza ante la señera ni ha pasado revista a una compañía de los Mossos en traje de gala (sombrero y alpargatas de esparto). El ambiente era un punto más informal, con Pere Aragonès de salida. ERC había exigido una foto de Sánchez con Rovira, pero de momento se tiene que conformar con otra de Sánchez con Aragonès. Y con otra cesión, la del Ingreso Mínimo Vital que pasará a gestionar la Generalidad, muy probablemente encabezada por un presidente socialista, Salvador Illa.
El traspaso parece la excusa para lo que ha sido una "cumbre" entre ejecutivos. El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha departido con la vicepresidenta en funciones de la Generalidad, Laura Vilagrà. En sus agendas, la aplicación de la amnistía. Y para rubricar el traspaso del Ingreso Mínimo Vital, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, con el consejero en funciones de Derechos Sociales, Carles Campuzano. Saiz ha comparecido para dar cuenta del nuevo traspaso y ha denunciado el "ruido" que atribuye a PP y Vox contra los traspasos a la Generalidad, unas cesiones que según la ministra concuerdan con el marco constitucional.
Preguntada sobre la investidura de Salvador Illa, ha apelado a distinguir entre los papeles de los gobiernos y de los partidos y se ha felicitado por el cumplimiento por parte del Gobierno de los acuerdos con la Generalidad.
Preacuerdo cercano
Sobre el encuentro entre Aragonès e Illa planean las negociaciones para investir a Illa. Según el equipo negociador de ERC, capitaneado por la secretaria general, Marta Rovira, se han producido avances y el preacuerdo podría estar cerca. La soberanía fiscal, la financiación singular o el concierto vasco son los nombres de la cosa que negocia ERC con el Gobierno y con el PSOE, no con el PSC. Lluïsa Moret, mano derecha de Illa, ha mantenido algunas reuniones con Rovira, incluso en Ginebra, pero las carpetas implican al Gobierno en asuntos como el sistema de financiación, la exclusión del español en el sistema educativo público y un calendario de cara a organizar un referéndum de autodeterminación pactado.
En principio, ERC prioriza la soberanía fiscal, la recaudación de todos los impuestos. El Gobierno ha ofrecido la creación de un consorcio fiscal compuesto por la Generalidad y el Estado para llevar a cabo esa recaudación integral. Sánchez y Aragonès han abordado "asuntos de interés común", según fuentes del Gobierno y la situación política general. Es decir, temas como su citación judicial, la catastrófica sesión para el Gobierno con la negativa de Junts a apoyarle en el techo de gasto y en la ley de extranjería, así como la investidura de Illa.
El objeto de la reunión era cerrar varias carpetas colgadas desde la investidura de Sánchez, dinero para el servicio de "Rodalies", los trenes de cercanías de Renfe, y un calendario para un traspaso paulatino. También constan en esa agenda dinero para becas e investigación, en total unos 1.520 millones. Además, resta por ratificar la condonación de 15.000 millones de deuda de la Generalidad con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
La última reunión entre Sánchez y Aragonès en Barcelona data de diciembre del año pasado. En total se han visto cinco veces desde 2021.
Aragonès pide más gestos a Sánchez
La Generalidad, por su parte, ha deslizado que Aragonès le ha reclamado a Sánchez que "se mueva" en el asunto de la financiación singular, condición de ERC para facilitar la investidura de Salvador Illa. Los independentistas aspiran a la reproducción del modelo del concierto vasco en Cataluña, es decir la recaudación y gestión de todos los impuestos y el establecimiento a criterio de la comunidad autónoma de una partida para las prestaciones exclusivas del Estado en capítulos como la seguridad nacional.
También le ha reclamado que se concrete ya la condonación de la deuda autonómica. En coincidencia con el Gobierno, en el Govern han destacado el tono cordial de un encuentro que ha durado poco menos de una hora.
Reunión con Illa
Tras la reunión con Aragonès, el presidente del Gobierno ha mantenido un almuerzo de dos horas con el primer secretario del PSC, Salvador Illa. La cita ha tenido lugar en un restaurante emplazado en el barrio del Raval, uno de los más degradados de la capital catalana y escenario habitual de actos delictivos.
En la comida, a la que han asistido otros dirigentes socialistas, se ha abordado el estado de las negociaciones para la investidura. Todo apunta a que el acuerdo se anunciará después del próximo sábado, cuando ya se haya celebrado el acto de Junts en el sur de Francia que estará protagonizado por Carles Puigdemont, un mitin para celebrar el cuarto aniversario de la formación del expresidente prófugo y que se vendió primero como el penúltimo pasa de Puigdemont en su regreso a España.