Begoña Gómez entró como codirectora de máster en la Complutense por motivos obvios: ya era obsceno darle una codirección a alguien sin carrera universitaria, pero era aún más descarado darle directamente la dirección. De hecho, la normativa de la universidad pública invocada para defender la entrada de la mujer del presidente en esos cargos siempre señaló como argumento de disculpa que no era realmente la directora sino la codirectora, por lo que, afirmaban desde la universidad, se cumplía el hecho de que el director -al menos uno de ellos- tuviese carrera. Y de ese modo se planteó el regalo de la cátedra a Begoña Gómez: como codirectora, tal y como prueba una comunicación interna que hoy publica Libertad Digital. Pero, de pronto y sin más explicación, el cargo cambió para ser elevada de inmediato al nivel de directora de la cátedra, tal y como ella se presenta en estos momentos. Y lo hace pese a carecer de titulación universitaria alguna.
La Complutense cuenta con una publicación oficial interna que plasma sus decisiones y hechos relevantes. Se llama Tribuna Complutense. Ahí se reflejó el 30 de octubre -tal y como aparece inscrito- la decisión de "UCM, Reale Seguros y la Fundación La Caixa" de crear "la cátedra extraordinaria para la Transformación Social Competitiva", la de Begoña Gómez. Igualmente se oficializa que, "como ya anunciara el rector Joaquín Goyache, el pasado mes de septiembre [de 2020] en el Primer Congreso online de Transformación Social Competitiva, la Complutense ha firmado la creación de una cátedra extraordinaria que permitirá desarrollar herramientas pedagógicas e investigadoras en ese campo".
Se dejó constancia igualmente de que "en la cátedra participan, junto a la UCM, la Fundación la Caixa y Reale Seguros, y en la firma de su creación, Juan Carlos Doadrio, vicerrector de Relaciones Institucionales, informó de que este convenio, que se firma a través de la Escuela de Gobierno, es "el resultado de inquietudes de ambas partes, para la transmisión y difusión del conocimiento confiando en que esta cátedra pueda dar el impulso que se necesita en el mercado español y, sobre todo, en el sector privado".
Pero Juan Carlos Doadrio dio más explicaciones en aquel momento, tal y como publicó ese boletín interno. Señaló "que para conseguir los objetivos de la cátedra, ya sean los de investigación aplicada como el desarrollo de la misma, habrá profesionales que desarrollen un máster que permita generar expertos en el mercado laboral dentro del sector privado, a lo que ayudará "la incorporación de becas de investigación al programa de esta cátedra, en lo que es un esfuerzo de las empresas que se unen al proyecto". Y, atención, todos los asistentes confirmaron, y así se incluyó en la Tribuna Complutense, que "la cátedra tendrá un director académico de la Universidad Complutense, que en estos momentos no está todavía nombrado, y es posible que Begoña Gómez sea la codirectora". ¿Por qué? Por motivos obvios: porque la mujer del presidente carece hasta de la titulación universitaria más básica.
"Ella misma asegura que esta cátedra extraordinaria surge como demanda de la sociedad, para que la labor de las empresas no sea sólo una maximización de las cuentas de resultado, sino que busquen el incremento del estado del bienestar", recogió la publicación de la Universidad Complutense. "El sector privado está recogiendo el testigo para poder incorporar el impacto social ligado al negocio, siempre de manera sostenible, y esta transformación está ligada a los jóvenes, con una serie de valores que permitan crear una sociedad mejor para todos", añadió la que debía haber sido codirectora de la cátedra.
Pero, pese a ello, de inmediato ella fue nombrada directora. Y alguien tuvo que exigirlo desde ese lanzamiento y hasta que comenzaron los actos de la cátedra. Porque, como se puede ver en la presentación de la cátedra que muestra hoy Libertad Digital, el escalón se alteró para que ella fuera "directora" y José Manuel Ruano fuera "codirector". Y ello pese a que "José Manuel Ruano de la Fuente es Profesor Titular del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid", como señala la propia universidad.