Las juventudes de ERC votarán a favor de la investidura de Salvador Illa. Su representante en el Parlament, Mar Besses, no será quien rompa la disciplina de voto de ERC. El aspirante socialista ha superado un nuevo escollo. Ya tiene el visto bueno de las juventudes republicanas. La decisión se ha tomado en una reunión que ha durado un par de horas, una continuación del sainete del viernes. La dirección de ERC, encabezada ahora por Marta Rovira, impone sus acuerdos como un auténtica apisonadora.
Ya han colgado en su web el comunicado en el que justifican su decisión. "Con el objetivo de mantener la unidad de nuestro espacio político, erigirnos en verdadera garantía del cumplimiento del acuerdo con el PSC y haciendo valer la oportunidad histórica de condicionar una mayoría parlamentaria, acordamos emitir un voto afirmativo en esta investidura", señala la nota. Hace un mes y en otra nota se mostraban radicalmente en contra de investir a Illa.
El "Jovent Republicà" es una entidad independiente de ERC, razón por la que sus decisiones son autónomas. En algunas ocasiones han llegado a votar en contra de sus mayores en asuntos como la ampliación del aeropuerto de El Prat o los festejos taurinos populares, "correbous", propios del sur de Cataluña. Pero nunca como hasta ahora había tenido tanta importancia una deliberación del "comité nacional" de los cachorros republicanos, un grupo de jóvenes que en muchos casos no tenían ni quince años en 2017.
La reunión ha comenzado más tarde de lo previsto, sobre los ocho. Había más gente de lo normal y ganas de explotar el foco y hacerse notar. Nunca se han visto en otra. El futuro de Cataluña en sus manos. Su escaño, que ocupa Mar Besses, es determinante para la investidura de Illa. El deterioro institucional en Cataluña es galopante. Los procedimientos asamblearios de la CUP han contaminado a todos los partidos independentistas. Ninguna decisión se adopta sin pasar por la consulta entre las bases, procedimiento que más que demostrar el afán democrático de las direcciones es una prueba de consistencia de las mismas.
En esta ocasión se ha rozado el rizo. Tras la jornada de suspense del viernes, otra noche de tensión e incertidumbre este lunes. El parto de la investidura está resultando histórico por muchos motivos, algunos de ellos verdaderamente ridículos.
Puigdemont, en plan kamikaze
Los jóvenes de ERC deliberan y Puigdemont va a por todas, en plan kamikaze. Las bases del independentismo están fuera de juego, las organizaciones no disponen de músculo movilizador y las fechas no acompañan. Los Comités de Defensa de la República (CDR) desconvocaron la protesta prevista para este lunes ante el riesgo de juntarse cuatro. Pero Puigdemont insiste. Ahora a través del Consell de la República, la fantasmal organización dedicada a su servicio y a pagar los gastos personales en vacaciones de Toni Comín, un ex del PSC, de ERC ahora en Junts y su fiel escudero. El Consell insta a que las instituciones, los partidos y la ciudadanía acompañen a Puigdemont en su retorno, hecho que califican de "histórico" y "simbólico".
El llamamiento no ha hecho mella en los jóvenes de ERC, que han decidido secundar la decisión de sus mayores y arrojar a Puigdemont a la papelera de la historia.